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Capítulo 15: ¿Qué pasa?

– ¡¿QUIEN DEMONIOS ME HIZO ESTO EN LA CARA?!– Vocifero Percy furioso pues tenía el pelo rosa y cara de cocodrilo.

Los gemelos se miraron con Aries. Ese trío de cobre amaba hacer bromas y esa no fue la única en toda la semana que estuvieron ahí.


(...)


Eran las 7 de la mañana cuando todos desayunaban. Llevaban en aquella cabaña y estaban muy ha gustos, sentimiento que desastrosamente no duraría mucho, pues un repentino golpeteo a la puerta llamo la atención de todos.

¿Quién podría ser?

Ginny se encamino a abrir la puerta– ¿Mamá? – pregunto confundida.

–Querida, me temo que tendremos que volver a casa ahora, chicos, agarren sus cosas– dijo con el nerviosismo a tope y apurada paso. Los pelirrojos sin entender hicieron caso– que esperan, todos nos tenemos que ir– los azabaches, la castaña y la rubia se levantaron de la mesa y fueron a la habitación a sacar sus cosas.

Cuando ella entro todas sus cosas ya estaban ordenadas y listas. –Regulus...– susurro ella para tomar la mochila que le dio la pelirroja y la cámara de fotos instantáneas con las que se estuvieron tomando fotos la semana y media.

Todos subieron a la camioneta en dirección al mundo mágico. Era muy extraño estar todos en pijama y salir haci de la nada.

Percy refunfuñaba por salir de sus comodidades para volver a su casa la cual le daba vergüenza.

El auto paró frente a el caldero chorreante.

A Harry y Aries los bajaron sin previo aviso con sus cosas, se despidieron del resto para luego entrar.

–Chicos– saludo el dueño del lugar– Dumbledore dijo que les dé esto– ambos tomaron sus llaves, extrañados subieron a sus habitaciones que quedaban una al lado de otra.

Ella cerró la puerta y sin mirar atrás puso una canción en su radio pequeña, está era de David Bowie y se quitó la playera de pijama.

–Eres una sinvergüenza, igual que tú padre – dijo con desprecio alguien. Ella pego un grito y se tapó.

–Pr–profesor Snape– dijo nerviosa– ¿qué hace en mi habitación? – este salió de las sombras.

–El director me mandó a cuidarle–

– ¿no había alguien mejor...? – susurro entre dientes.

–Le escuché, y le recomendaría que valla al baño a cambiarse antes de que alguien nos vea y malinterprete la situación– rápidamente con el rostro avergonzado tomo su mochila en dirección al baño para encerrarse.

Su corazón latía a mil por hora.

Eso fue horrible y extraño, pero se tranquilizó y se puso ropa muggle porque le llegaba altamente si Draco le decía algo otra vez.

Salió del baño con una playera negra, unos jeans holgados rotos remangado y unas zapatillas, y el diente del basilisco en el cuello. Odiaba peinarse haci que lo dejo haci y salió del baño.

El hombre le miró de pies a cabeza, le dio cierta repulsión ver la figura femenina de su enemigo.

¡Hasta los mismos gustos tenía!

–Vamos– dijo firme abriendo la puerta mientras ella se ponía sus audífonos y los conectaba al reproductor de caseds.

– ¿A dónde? – pregunto ella llevando a su gato en brazos.

ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora