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Capítulo 39: Suma inquisitora

Harry habia logrado quedarse en Hogwarts, su juicio habia logrado salir a su favor gracias a la testigo sorpresa, su vecina squip, pero sin saberlo se habia ganado una horrible enemiga. Intentado hablar con el anciano director pero este lo evito a toda costa.

Después de eso celebraron el cumpleaños del muchacho, acababa de soplar las 15 velas, ya era todo un hombre en palabras de Molly. Fue una celebración modesta y hasta Malfoy habia escapado por la chimenea para pasarla con ellos.

Al día siguiente todos partieron en el expreso, Sirius, como siempre, no habia pensado las cosas y los habia ido a seguir en su forma animaga.

Ignoraron a los paparazis y se metieron en el tren con la intención de encontrar un vagón vacío.

Fred y George fueron a buscar a sus amigos de séptimo mientras Ginny a sus amigas de cuarto.

Los demas solo se metieron a uno y cerraron las cortinas.

– Se los digo enserio, voy a extrañar la caja mágica muggle– comento Ron.

– No sé cómo les puede gustar eso. Son un montón de muggles dentro de una caja haciendo cosas, es escalofriante– dijo Draco.

– Ellos no tienen magia, por eso crean tecnología– decia Hermione.

– Yo sigo prefiriendo las buenas lechuzas– se sinceró el rubio.

– El mundo mágico y el mundo muggle tienen sus buenas cosas– se cruzó de brazos Harry.

– ¿Alguien más piensa que Willy Wonca está loco por poner dulces mágicos al mercado muggle? – cuestiono Aries sacando una barra de chocolate. El tren acababa de arrancar.

– No es para tanto– le quito un poco Neville– ¿Cómo creen que sea este año? –

– Una mierda– dijeron a la vez Black y Potter.

– No sean tan pesimistas– dijo Draco.

– Si, la rubia tiene razón–

– Púdrete Weasley–

– Luna ¿Por qué lees ese libro al revés? – pregunto Hermione.

– No está al revés– respondió con su ensoñado tono– lo ven– se lo mostro. La portada era engañosa.

Y así siguieron todo el viaje.

Ubo un punto en que les dio hambre a todos y Ron saco unos sándwiches que su madre les habia preparado por si acaso, quería tenerlos bien alimentados.

Hablaron de muchas cosas estando en ese tren, cosas importantes como las que no lo son. Programas de televisión con los que se habian enviciado como Le tienes miedo a la oscuridad o South Park o X– Men.

La fascinación por los muggles por plasmar cosas que consideraban inexistentes como Sabrina la bruja adolescente. De vez en vez le llamaban a Regulus Salem por el gran parecido.

También de películas que pasaban o de travesuras hechas para enterrar el aburrimiento.

La seriedad y la diversión iban de la mano en esa mansión a lo largo del verano.

Todo tan diferente a las vacaciones del rubio.

Poco a poco habia empezado a cambiar su mentalidad y aceptar a los muggles como seres no insignificantes, pero claro, debía ser cuidadoso frente a su padre. Tenía mucha curiosidad sobre ese otro mundo prohibido para los de su clase.

Cuando llegaron desembarcaron riendo, chocaron con unos Slytherins.

– ¿Draco? – cuestiono una chillona voz.

ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴡᴏʟꜰꜱᴛᴀʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora