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Martes 13 de junio


Hoy no hemos tenido clase. Me quedé en casa para ensayar Lefleix. Al mediodía, sonó el teléfono. ¿Jeanne? No, ay, Amado. Llamaba porque sí, con un pretexto: preguntarme cuántas invitaciones quería para mi concierto del 24. Agregó:

—¿Estás libre? ¡Ven a casa!

Entonces tomé el subte y cambié de piano. Pero me perdí a Jeanne. A las dieciséis y treinta, Amado se dio cuenta de que estaba sacando la nariz de las partituras.

—¿Te está esperando? ¿En su banco? ¡Está pensando en ti! ¡Trabaja para ella! Y repite ese acorde legato, por favor. Y piensa en Oscar Lefleix.

la chica de 2°B ; s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora