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Jueves 15 de junio


Ayer era el día de mi primer ensayo general. Jean Jolibois llegó con una pila de diarios a modo de programa. Me reprochó mi rostro taciturno y mi mirada oscura:

—No pongas más esa cara, Shawn. ¿Has leído toda la publicidad en torno de la velada del 24 de junio?

Sacó de su reserva una pila de afiches. Reconocí la silueta de Paul Niemand:

GRAN CONCIERTO DE FIN DE TEMPORADA

MÚSICA CONTEMPORÁNEA:

SIETE SONATAS

EN EL PIANO: PAUL NIEMAND

—¿Sin nombre del compositor?

—¿Para qué precisarlo? ¡Nadie conoce a Oscar Lefleix! Puede llegar a alejar al público.

—¿Y usted cree que la sola mención del nombre de Paul Niemand va a llenar la sala?

—Ya no hay más localidades, Shawn. Y la venta se ha suspendido la semana pasada, cartón lleno; ¡has llenado la sala!

De acuerdo. Pero si se vendieron todas las localidades, falta realizar el recorrido.

Mil pasajeros... ¡qué responsabilidad para el capitán!

—Creo saber por qué, Jean: mi talento poco tiene que ver con esto. La gente simplemente quiere ver la cara de Niemand. Si usted no hubiera dicho a los periodistas, en Toulouse...

—¿Cómo? —tronó Jolibois—. Ah, no, Shawn, recuerda: ¿quién es el autor de este golpe mediático? La peluca, el seudónimo... al principio ha sido idea tuya, ¿no?

¿Y quién ha sugerido levantar la máscara el 24 de junio?

Para terminar de hundirme, Amado vino a rescatar a nuestro doble agente:

—Si no tuvieras ningún talento, Shawn, no llenarías la sala. Un artista mediocre que quiere permanecer en el anonimato no interesa a nadie. ¡Ma... demasiado tiempo perdido! Te cronometro. Comienza con Enghien. No te interrumpo.

Dos horas y doce minutos más tarde, cayó el veredicto. Primero el de Jolibois, admirado, tímido, beatificado.

—Ah, estuvo bien. Estuvo...

Mi maestro, con la mirada casi húmeda, lo confirmó al venir a darme el espaldarazo:

—Sí. Estuvo todavía mucho mejor.

la chica de 2°B ; s.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora