Paparazzi. [Camren]

Cap. [16]

Aunque fuera lo más tonto de el mundo... la periodista comenzó a tocar su cabello más seguido.

Sólo una semana tuvo que esperar ésta vez para recibir otra carta de su admiradora. Con una sonrisa en el rostro, tomó el paquete y se adentró a su departamento.

Lo abrió delicadamente, y comenzó a leer.

"¿Tengo oportunidad contigo?
Damn... ¿Sabes lo feliz que estoy?, lo feliz...
¿Lo feliz que me haces?, ¿Sabes que no puedo dejar de sonreír y de cantar canciones cursis por tú culpa?
Me encantas Lauren.
Cada día me siento más enamorada de ti.
Uh, por cierto, no me mates mates por las fotos. De verdad no me pude resistir, ¡Lo digo en serio!, luché para no sacar miles y miles de ellas, pero es que me fascinas, lo sabes, ¿Verdad?
Cada facción tuya, cada parte de tú cuerpo, eres simplemente perfecta Michelle.
Me haces sentir especial con sólo sonreír, siento que muero cada vez que no puedo verte.
Estoy viviendo sólo por ti, y sin ti.
No tengo nada más, ¿Sabes?, te convertiste en mi vida entera.
Lauren Michelle, ahora tu eres mi vida.
Ojalá pudieras amarme, amarte... y sentir que ése hermoso cuerpo que tienes, es mío.
Qué tu eres mía.

Att, Tu paparazzi.

P.S: El lunar que tienes en el pecho izquierdo, es más que sexy.<3"

Terminada de leer la nota, miró las fotos, miró las fotografías con cautela, presintiendo algo malo... Las primeras cinco eran de ella, acariciándose el cabello, las siguientes, las sacó y sintió hervir su cabeza con las mejillas sonrojadas, apretando los labios para contener un grito desesperado.
Eran más de quince fotos de ella, sacándose la ropa, en la ducha, ¡De su propia casa!, las vio, y no pudo creer que fuera ella, se veía... tan sexy, sacándose la camisa, el pantalón, hasta dejarla en un increíblemente sexy conjunto de ropa interior negra.

Se levantó, comenzó a caminar de un lado a otro, asegurándose de que no hubiera ninguna cámara escondida en su apartamento, algún flash, pero nada.
Se rascó la nunca con incomodidad, se refregó la cabeza con las manos, con desesperación.

-¡Estúpida paparazzi!.- Gritó a el vacío de su departamento.

Se detuvo en seco, y casi por instinto desabotonó los primeros botones de la camisa que llevaba puesta, la abrió un poco y efectivamente, en su pecho izquierdo había un diminuto lunar, que ni siquiera ella había notado antes.

Éso era algo que sólo su paparazzi podría saber. Ahora sí tenía todo el derecho de ser llamada así, porque el hecho de descubrir algo que ni ella misma sabía, la convertía en una acosadora profesional.

En SU acosadora profesional.

Pov Camila.

Estaba en las oficinas de SYCO, en una "importante reunión" con los ejecutivos de marketing, quienes simplemente decían que tenía que conseguir llamar más la atención, querían que estuviera todo el mayor tiempo posible bajo las luces de las cámaras, pero, a diferencia de las últimas veces, ahora querían escándalos.

-No estoy de acuerdo.- Dije después de escuchar la propuesta que ellos me habían dado.

-Camila...- Susurró mi madre entre dientes.

-¿Qué?.- Pregunté molesta.

-¿No era éso lo que querías?, poder salir con chicas en lugar de chicos...- Dijo Simon rodando los ojos.

-No de ésa manera, ¿Sí?, ni siquiera conozco a ésa chica, ¿Cómo me pueden poner de "novia" con ella?.- Dije haciendo comillas.

-Vamos Karla, será lo mismo que con Austin.- Repuso mi madre.

-¡Exactamente!, fue horrible, Austin todo el tiempo estaba encima de mi de manera acosadora, queriendo besarme y tocarme sin siquiera ser nada realmente.- Hablé con frustración.

-Sabes que es por tu carrera, ¿No?.- Preguntó uno de los ejecutivos.

-Sí, éso lo sé, pero, ¿No creen que estoy teniendo demasiado éxito ya?.- Todos rieron sin gracia alguna.

-Camila, Camila, Camila...- Canturreó Simon.- Nunca es demasiado, tienes que aprender éso.
-Sólo digo que deberíamos dejar ésas cosas para cuando deje de estar en los diarios y revistas todo el tiempo, no ahora, que puedo ver mi rostro por todos lados...

-Así se debe mantener Camila.- Respondió un hombre de aspecto mayor.

-Está bien.- Me rendí enojada, causando varias sonrisas en la sala.- Pero no hoy.

-¿De que hablas?.- Inquirió Simon.

-Hoy tengo planes.

-¿Qué planes?.- Ésta vez fue mi madre.

-Saldré con una amiga, y nadie aquí, me la va a impedir, ¿Ok?, o no haré más caso a lo que digan.

-¿Es un chantaje?.- Preguntó Simon con una sonrisa burlona, a lo que yo rodé los ojos.- Bien, ¿Con quién sales?

-Hailee Stenfield.

-¡Vaya!, éso es más que perfecto Camila, seguramente los paparazzis te seguirán hoy con Hailee, y unos cuantos días después estarás en las primeras planas saliendo con Bella Thorne, no puede ser mejor.- Aplaudió otro hombre en la sala.- Quizás deberíamos escucharte más seguido.

-Tengo mis ideas.- Dije encogiéndome de hombros.

-Y dinos Camila, ¿Estás saliendo con Stenfield?.- Preguntó Richard, otro joven de marketing.

-Somos... cercanas.- Dije con simpleza.

-Bien, se acabó, Camila, has lo que tengas que hacer.- Habló el mayor de los hombres levantándose para salir, seguido por el resto, entre ellos Simon.

-¿Por qué estás de tan mal humor Karla?, tienes lo que querías y es muy bueno.- Dijo mi madre.

-Oh, ahora es bueno, ¿No?.- Pregunté sarcásticmente.

-¿De que hablas?

-Por dios madre... hace un tiempo estabas totalmente en contra de que el mundo supiera lo que soy, te volviste loca cuando te dije que era lesbiana, y ahora que viste que puedo ganar mucho más dinero con éso, andas por ahí cargando la bandera gay muy orgullosa de tu hija, ¿No?

-¡Deja de decir estupideces Karla!, soy tú madre, sólo me preocupo por ti, ¡¿Por qué no puedes entender éso?!

-Te preocupas mucho más desde que pude darte dinero para despilfarrar como si fuera inagotable, pero, ¿Sabes qué?, éso no me molesta madre, porque para éso trabajo, para ayudarlos a ti y a mi padre, lo que me jode es que no aceptes que la razón principal por la que te preocupas por mi carrera, es porque no quieres que se te acabe la mina de oro, porque te has vuelto tan avariciosa que ya no te reconozco, ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer.