Pov Lauren.
El lunes por la mañana, llegué a el trabajo, que casualmente no era demasiado, pues sólo debía hacer algunas redacciones para la revista, y el photo shooting con la modelo ésa.
No tenía que seguir a Camila, pues seguramente no me atendería como a todos aquellos que estaban queriendo tomar la nota de su repentina baja en la disquera de SYCO.
-Lauren.- Me llamó la secretaria.- La señorita Stenfield llegó.
-Hazla pasar a el estudio, estaré ahí en cinco minutos.
Me levanté y fui directamente hasta ella, que después de saludarme se colocó en u posición, nada difícil, eran unas simples fotos para la portada, pero si nos llevó más de tres horas, éste trabajo, era agotador.
-Terminamos.- Dije, y todos comenzaron a marcharse mientras yo me quedaba para acomodar la cámara y las lentes en su lugar.
Al final solo estábamos yo, y la modelo quien se acercó a mi repentinamente.
Estiró su mano, y creí que se estaba despidiendo, por lo que la tomé, pero en ése momento dejó una pequeña nota en mi mano.
-Cinco días señorita Jauregui.- Susurró cerca de mí, para luego salir.
Abrí lentamente la nota, y mi corazón latió como loco al notar la perfecta caligrafía con tinta morada.
"Te amo Jauregui, por favor, habla conmigo.
-Camila."
Suspiré y guardé la nota.
Ya no sabía cómo sentirme, quería estar normal, pero ella influía mucho en mi vida como para no sentirme bien con todo esto, incluso me preocupaba un poco el hecho de que haya dejado SYCO, si ya no tenía disquera, ¿Cómo iba a grabar?, ¿Ya no haría más música?
Sacudí mi cabeza, para sacarla de mi mente, ella no se merecía que me preocupara, pues sólo había estado jugando conmigo, y éso me tenía muy herida, porque yo, sin darme cuenta, y sin quererlo, me había enamorado.
El martes, el trabajo no había sido distinto... incluso seguir a Camila era más interesante que estar aquí sentada todo el día, dios, había olvidado lo estresante y aburrido que es estar aquí sin nada que hacer.
De pronto, llamaron a la puerta.
-Pase.- Dije para luego ver entrar a aquel chico rubio que vino hace unos días con su novia, ¿Cómo era?, Allyson.- ¿Joven Ray?
-Es Troy.- Me corrigió con media sonrisa.- Traigo algo para usted.- Me entregó una caja no muy grande.- Debo irme, hasta luego señorita Jauregui.- Dio media vuelta, pero entonces se detuvo.- Oh, casi lo olvido, le quedan cuatro días, piense bien las cosas.
-Espera Troy...- Lo llamé sin poder evitarlo.- ¿Por qué hacen todo ésto?
-Lo sabrá si usted escucha lo que Mila tiene decirle, con permiso.- Se retiró.
¿Mila?, ¿Se tuteaban?, tendrían que ser cercanos entonces.
Busque en la caja y me encontré con un disco autografiado de Lana del Rey, una de mis cantantes favoritas, en el cual había una canción subrayada con marcador, Love, y debajo una nota.