Pov Lauren.
Releí la carta y par de veces más y cada vez, era más parecida a ella.
No tenía nada con Arthur. Ni siquiera me gustaba.
Era atractivo, sí, pero aunque quisiera intentar algo con él, sería imposible... pues él mismo, me había confesado que era gay, pero aquella noche abusamos de el alcohol terminado en aquel beso que ciertamente, yo comencé.
Ahora mismo quería verla, que me abrazara, quería... mierda, que cursi, pero quería que aquella persona de la cual me había enamorado, me amara.
-Te amo tanto idiota...- Musité mientras guardaba la carta con el resto.
Luego de darme una ducha y colocarme el pijama, me recosté en la cama a un lado de el oso de peluche que extrañamente tenía un aroma conocido... frutas, cítricos, algo dulce no muy fuerte.
-Ojalá supiera tu estúpido nombre... para insultarte como es debido al menos.- Suspiré y coloqué el reproductor de música en aleatorio para poder consiliar el sueño, pero justo en ése momento, casi muero incómodamente al escuchar el ritmo, la música y sobre todo la letra de la canción...
I'm your biggest fan,
I'll follow you until you love me...
Papa-paparazzi.(Yo soy tu más grande fan,
Te seguiré hasta que me ames...
Papa-paparazzi.)-Mierda, ¡MIERDA!, ¡NO!, ¿Por qué mierda tiene que sonar ésa puta canción?.- Grité exasperada, porque de miles de canciones que pudiera dar el reproductor, tenía justo que salir aquella canción.- Gracias, Lady Gaga.- Resolpé.
Me levanté hasta el balcón de la habitación, necesitaba un cigarrillo, URGENTEMENTE.
Estaba tan identificada con la canción que me daba un poco de miedo... y por primera vez desde hace mucho tiempo, puse un poco más de atención a la letra.Promise I'll be kina,
But I won't stop,
Until that boy is mine.(Prometo que seré amable,
Pero no me voy a detener,
Hasta que ése chico sea mío.)-Hasta que yo sea suya...- Pensé mientras dejaba escapar el humo entre mis labios.- Yo de ella, y ella mía... no suena mal.
Y como si de una horrible, espantosa e interesante casualidad se tratase, giré hacia mi izquierda, a aproximadamente seis metros estaba el balcón de el penthouse de a lado, en el cual se encontraba una fotógrafa apuntando hacia mi dirección... era posible... que acaso, fuera mi...
Ni siquiera podía respirar cuando por fin, después de tanto tiempo, pude saber quien era mi admiradora...
¿Ahora quién era la paparazzi de quién?, me pregunté internamente al verla ahí, con una cámara, ésos grandes ojos cafés, el cabello largo y castaño, y ésas nuevas gafas.
Era Camila. La cantante de la cual, yo era paparazzi, aquella que me mandaba cartas diciendo que me amaba, todo el tiempo había sido ella...
Pov Camila.
Cuando Lauren me miró, pude ver la confusión transformarse en enojo de un momento a otro.
-Estoy jodida...- Murmuré entrando rápidamente a la habitación para coger mis cosas y salir de ahí.
En el estacionamiento estaba Dinah esperando, que al verme bajar tan rápidamente, se preocupó...
-No me digas que...- No la dejé terminar.
-Enciende el auto Dinah, estamos jodidas.- Arrancó directamente hasta mi casa, en la cual nos escabullimos agitadas.
-¿Qué pasó?.- Me preguntó en cuanto estuvimos en mi habitación.
-Me vio. Mierda. Mierda. Mierda.- Estaba aterrada.
-Relájate un poco... no puede ser tan malo.- La miré seriamente.- Ok, lo es, pero ya no podemos hacer nada más.
-Me van a matar... lo que menos necesitaba ahora es que ella supiera mi identidad.- Me pasé las manos por la cara con frustración.- Mañana llegan los documentos a manos de Simon y SYCO, todo se fue a la mierda.
-¿No hay manera de retrasarlo?.- Preguntó preocupada.
-No lo creo, ya han sido enviados, dios... ¡JODER!
De repente, el móvil comenzó a sonar, lo tomé y casi sentí náuseas cuando vi el nombre de contacto.
-¿Quién es?.- Preguntó Dinah.
-Tu quien crees...- Suspiré, tragué saliva y contesté.
-Hola...
-¡¿Hola?!, ¿Es en serio?
-Lauren yo...
-¿Tu qué Camila?, ¿Con qué mierda vas a salir ahora?
-Déjame explicarte...
-No necesito que me digas que todo éste tiempo estuviste jugando conmigo, ¡Eres una maldita idiota!
-¡No es lo que tu crees!
-¿Ah no?, ¿Crees que puedes ir por la vida haciendo la mierda que se te de la gana sólo porque eres millonaria?
-Lauren...
-¡Que no se te ocurra llamarme de nuevo!, ¡Ni mucho menos volver a enviar otra de ésas malditas cartas!, ¡No quiero nada más que ver contigo, ¡NADA!.- Y colgó.
Me derrumbé en la cama, y Dinah vino hasta mi para abrazarme.
No había nada que decir, lo único que quería era morir en ése instante. Lauren lo era todo para mi, y ahora no quiere saber nada de mi.
Le pedí a mi amiga que me dejara sola, debía de preparame para circo de mañana. Y cuando se fue, me quedé sola ahí, tirada en la cama que era realmente grande, me sentía... nada.
-¡Maldición Lauren!, ámame...- Casi grité desesperada.
No es como si temiera que me escuchara alguien, estaba sola además de Dinah y algunos sirvientes que trabajaban ahí, no necesitaba nada más.
El tiempo se había agotado.
Me quedaba un sólo día para que explotara la bomba, y una semana para arreglar todo, entre ello, el asunto de Lauren.
Quise olvidarla, pero no pude...
Repentinamente algunas imágenes de Lauren se colaron en mi mente, especialmente la de la última vez... aquel beso con ése chico, ¿Por qué lo había hecho?, ¿Por qué lo besaba a el y no se mi?Aunque en realidad... estaba en todo su derecho, no es como si tuviéramos "algo", después de todo, quien se ha metido en problemas por años con todo esto, era yo.
Le confesé mi amor en incontables entrevistas, pero nunca obtuve buena respuesta, por éso comencé a seguirla, porque era la única forma de saber algo más sobre ella, y así sabría si algún día podría amarme como yo a ella, porque lo supe desde la primera vez que la vi en el aeropuerto...
Su porte, aquella imagen de chica mala, sus atrapantes ojos verdes, sus perfectas cejas, su cabello negro, y cuando la tuve cerca, estuve segura, ella era la indicada.