Un mes había pasado desde la llegada de aquella carta, un mes si que llegara alguna otra sorpresa nueva, lo que la hizo pensar que no habrían más.
Una leve sonrisa iluminó su cara, pero, no fue muy nítida, como si no le alegrara del todo que aquella extraña dejara de escribirle.
Pov Lauren.
Estaba en el escritorio de mi oficina organizando algunos papeles, iba a guardarlos en uno de los cajones, justo cuando pillé un paquete dentro de éste.
Una caja de color negro con listón morado.
Mi corazón empezó a acelerarse, pero el punto es, ¿Por qué?
Lo abrí delicadamente para evitar romper el contenido. Lo primero que vi... Fotos, eran todas de mi trabajo, cuando estaba de fotógrafa, incluso en la oficina.
- Que diabl... ¿Cómo mierda las consigue?.- Estaba que no me lo creía, eran fotos de MÍ trabajo.
¿Cómo es que no me daba cuenta si alguien me seguía?
Eran aproximadamente 20 fotos ésta vez, habían fotos incluso de mi cuando estaba fotografiando a Cabello...
Por impulso, tomé la nota que estaba al final.
'Hola Lauren.
Estás son de tu trabajo, lindas, ¿No?... quise hacer ésto, solo para que sepas que te amo también en tu trabajo.
Me encanta la manera en la que te sientas en la oficina. Simplemente no resisto aquella forma en la que tratas con personas que no conoces... formal, con elegancia.
Me fascina. Me encanta. Te amo, te amo, mucho, demasiado... Me quemas, me excitas.
Me gustaría tenerte aquí a mi lado, quiero probar aquellos labios rojos.
Quisiera saber que se siente tenerte más cerca que solo en fotografías.
Poder tocarte. Darte la mano como una pareja... ¿Normal?, ¿Te gustaría?
Me alegraría mucho si tan sólo tú dijeras que sí, y un 'Te quiero' de tus labios, sueño con aquel día.
Sueño con poder amarte de otra manera diferente a éstas simples cartas.
En éste momento, estoy a punto de dormirme.
Espero... realmente espero, soñar contigo.
Att, Tu paparazzi.Fue en el momento en el que terminé de leer, que me di cuenta de que no sólo serían una, ni dos, sino que debería esperar muchas más cartas.
-
El trabajo de Lauren continuó, tenía que seguir a Cabello gran parte de él día, o averiguar cosas sobre ella, cosas que otras revistas no hayan investigado antes.