Capitulo 36

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Albus miró a la vacía cama de Scorpius con el ceño fruncido, ¿Donde estaba? Primero, fue a fijarse al baño, volviendo con el ceño aún mas pronunciado al ver que este está vacío. Luego, pensando en que quizá tenía tareas pendientes, se fijó en la sala común. Scorpius tampoco estaba allí.  Se debatió ante bajar a desayunar (quizá Scorpius se encontraba allí) pero detuvo su camino hacia la puerta cuando miro por la ventana; a través de toda la neblina que se cernía sobre los terrenos del colegio, Albus pudo distinguir siluetas moviéndose de un lado al otro, en el campo de Quidditch.

Bajo apresurado las escaleras hacia el Gran Comedor, tomo comida para él y Scorpius, y salio del castillo acomodándose la bufanda de Slytherin. Jamás ha sido fan de Quidditch, pero pensó que sería un lindo detalle llevarle el desayuno a su novio que, probablemente, estaría hambriento.

Se ocultó bajo las gradas para que nadie lo notara y observó hacia los jugadores. No podía distinguir cual era Scorpius, ya que todos volaban a tal velocidad que no eran mas que una gran mancha verde. Cuando sonó el silbato y todos se detuvieron, Albus lo pudo distinguir; se veía absolutamente sexy con la túnica de Quidditch.

Todos descendieron y, al ser el capitán, Scorpius comenzó a darles una charla. Parecía tan seguro y confiado que Albus no pudo evitar sonreír. 

--Bien--dijo su novio--, pueden volver al castillo. ¡Nos veremos en el próximo entrenamiento!

Comenzaron a salir del campo, a excepción de Scorpius, que guardaba las pelotas que se utilizaron en el juego. Albus se acercó a él.

Scorpius se sobresaltó y cayó al suelo, Albus comenzó a reír. 

--¿Qué haces aqui?--pregunto, recuperándose del susto.

Albus se encogió de hombros--Supuse que tendrías hambre.

--Supusiste bien--dijo Scorpius, sonriéndole, tomando la tostada que le tendía.

Ambos comenzaron a caminar hacia el colegio, demasiado ocupados comiendo como para hablar.

Al salir de clases de Transformaciones, en la cual Albus había ganado 50 puntos, ambos comenzaron a caminar sin rumbo por los pasillos del colegio, disfrutando de la hora libre que disponían. Hace algunas semanas que no tenían tiempo para ellos; con todo lo de la profecía, los sueños de Albus, el hecho de pertenecer a la Orden, y también los T.I.M.O.S que se acercaban, ya casi no podían pasar verdadero tiempo juntos sin involucrar a Voldemort o a los estudios. Ambos estaban mas que dispuestos a disfrutar aquel preciado y pequeño momento todo lo que podían. 

--¿Como vas con los entrenamientos?--preguntó Albus, algo avergonzado al pensar que jamás se había mostrado interesado por ello. 

A Scorpius se le iluminó el rostro con una sonrisa.

--Son un desastre--contestó, feliz--. Pero el equipo es increible, asi que digamos que son aguantables. 

Albus le sonrio con ternura, sabiendo que Scorpius queria muchisimo a su equipo.

--Nos estamos preparando para el juego del sábado--continuó Scorpius--. Estoy intentado hacer que los buscadores cambien de posicion; estan acostumbrados a jugar de otra manera, pero poco a poco lo están logrando. Ademas, le intento poner mas atencion al guardian, dicen que los Gryffindor tienen muy buenos cazadores, ya sabes, James quiere centrarse mas en eso ya que no llegan con los puntos para estar en segundo puesto y competir contra nosotros por la copa...--se detuvo abruptamente, desconcertando a Albus. Hace unos momentos, este ultimo tenia una gran sonrisa que no pudo ocultar; escuchar a Scorpius hablar del Quidditch, algo que le gustaba y emocionaba tanto, era algo increíble. Su rostro parecia iluminarse, y sus ojos derramaban emoción y excitación. Pero entonces se había detenido, y Albus no podía hacer mas que mirarlo confuso--. Perdon, si te moleste. Matt solía decir que hablo demasiado y que resulta aburrido.

EL RETORNO DEL MAL--ScorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora