CAPITULO 21

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Mientras Rukia maldecía a uno de los peluches que tenía en el escaparate y que se negaba a moverse un ápice, vio a un atractivo sujeto de unos treinta y pico años, que se dirigía a su tienda después de salir de la del egocéntrico de Ichigo .
Era un interesante espécimen masculino. Medía cerca de un metro
noventa de estatura, tenía unos hermosos ojos de un azul verdoso y llevaba un descuidado corte de pelo que resaltaba su hermosa sonrisa.
Rukia lo observó con atención, porque le resultaba familiar, pero no
lograba situarlo. Entonces lo imaginó con un traje serio y un peinado más
formal y al fin cayó en la cuenta de quién era el hombre que le sonreía
alegremente.
No pudo resistirse a correr hacia su amigo para darle la bienvenida que
sin duda se merecía.
—¡kaien ! ¿Cuándo has vuelto? —preguntó, mientras se lanzaba feliz a
sus brazos.
—Ahora mismo, princesa. En cuanto he llegado, lo primero ha sido
venir a verte a ti.
—¡Serás mentiroso! Si te he visto salir de la tienda de mi rival. ¿Se puede saber qué hacías allí? —curioseó intrigada.
—Se podría decir que he ido a hacerle una visita a un viejo conocido.
—¡No me digas que conoces a ese niño mimado! —exclamó sorprendida.
—Rukia , recuerda que, hasta hace poco, yo también era uno de esos que lo tenían todo.
—Sí, pero tú eras mejor que ellos. Dime, ¿al final cumpliste tu sueño? —se interesó Rukia , deseosa de saber lo que había sido de él durante el
tiempo que había estado fuera.
—Sí, ahora tienes frente a ti a un pobre pintor muerto de hambre, que
deposita todas sus esperanzas en una pequeña exposición.
—¡Me lo tienes que contar todo sobre tus viajes! —exclamó Rukia ,
entusiasmada.
—Bueno, si me invitas a uno de tus cafés, lo pienso —bromeó kaien ,
abriéndole gentilmente la puerta de Love Dead—. Será mejor que entremos, pues siento como si alguien me estuviese fulminando con la mirada —dijo kaien , refiriéndose a Ichigo , que desde la puerta de su tienda los observaba con frialdad.
—No le hagas caso, sólo es un pesado —declaró Rukia , devolviéndole
a Ichigo una indiferente mirada cuando sus ojos se encontraron.

—¿Qué quería ese tipo que ha venido a visitarte? —le preguntó
abruptamente Ichigo a Rukia entrando en Love Dead cuando ella se disponía a cerrar.
—kaien es un viejo amigo que ha venido a hacerme una visita. Un
amigo al que por lo visto tú ya conoces. Me ha dicho que sois como
hermanos desde niños.
—¿Te ha dicho algo más?
—Nada que sea de tu incumbencia. ¿Por qué estás tan interesado en lo
que yo haga o con quién lo haga? Después de todo, tú tienes a la «señorita Virtuosa» para consolarte —le espetó Rukia , enfrentándose a los fríos ojos de Ichigo , que comenzaron a arder de deseo.
Ichigo la acorraló contra la puerta, mientras exigía que lo escuchase.
—Esta vez vas a dejar que me explique, ¿o acaso piensas huir de
nuevo, como has hecho hasta ahora? —preguntó él, retándola con su fría
mirada.
—¡Yo no huyo! —gritó Rukia , enfrentándose a su rival con la misma impertinencia de éste.
—Entonces, ¿no has estado esquivándome todas estas semanas, con pobres excusas inventadas por tus empleados? —ironizó Ichigo , alzando una impertinente ceja.
—Todo lo que te han dicho era cierto —contestó ella, esquivando su
mirada, un tanto avergonzada con sus mentiras.

—Así que en un solo mes has tenido la polio, la difteria, la peste, ¡ah!,
y lo mejor de todo: ¡hemorroides! —enumeró Ichigo las enfermedades que habían sido utilizadas como excusa para explicar la ausencia de Rukia .
—Bueno, pueden ser un poco imaginativos.
—¿Tú crees? —replicó Ichigo , irónico ante su respuesta.
—¡Bueno! Dime lo que tengas que decirme y vete —exigió Rukia ,
negándose a retroceder.
—No hubo nada entre senna y yo. Ella vino a traerme uno de sus
postres y...
—¡Tú se lo agradeciste con un beso! —terminó Rukia , furiosa con el
recuerdo de la molesta escena.
—¡No, joder! ¡Escúchame! —le ordenó Ichigo , zarandeándola—. ¡Ella
me besó a mí, me pilló desprevenido! Cuando tú entraste, ya la estaba
apartando.
—¿Cómo tienes la cara dura de decirme eso? ¿Es que acaso no te veo
siempre coqueteando con cualquier mujer que se cruce en tu camino?
—Rukia , soy amable con todos por mi imagen pública, pero no me
interesa esa mujer, ni las demás que se me echan encima. ¡Me interesas tú!¡Me importas tú!
—No te creo. Además, no tienes que darme ninguna explicación.
Después de todo, tú y yo no estamos saliendo —declaró ella indiferente,
apartándolo de su lado.
—Así que la verdad es que a la fría Rukia no le importa nada —replicó
Ichigo , furioso con su cruda respuesta—. Eres indiferente al amor y a los hombres. Pero en cuanto al sexo... Al sexo conmigo no eres tan indiferente, ¿verdad? —preguntó, mientras pegaba su cuerpo contra el suyo para demostrar sus palabras.

La besó de una forma arrolladora, exigiendo su rendición con cada una
de sus caricias. Avasalló su boca con su hábil lengua, degustando su sabor
hasta que ella respondió. Entonces, sus agresivos besos se volvieron dulces.
Sus dientes mordisquearon suavemente su labio inferior, incitándola a abrirlos ante la exquisita invasión de su lengua. La hizo gemir de placer a la vez que ella respondía con la misma ternura.
Ichigo cerró el pestillo y colocó el cartel de «Cerrado», sin abandonar ni un momento su preciosa carga. Apoyó a Rukia contra la fría puerta y besó
una última vez sus labios antes de comenzar a asediar su excitado cuerpo con delicados besos, comenzando en su cuello y descendiendo poco a poco por toda su piel...

HASTA QUE EL AMOR NOS SEPARE (adaptación ichiruki )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora