CAPITULO 15

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-«La famosa cadena Eros vuelve a triunfar en la fiesta celebrada en su
nueva tienda, llena de fantásticos productos y en la que pudieron degustarse algunas de las exquisiteces que ofrecen a sus nuevos clientes...», bla-bla-bla... y más estupideces por el estilo, de esos periodistas lameculos -dijo renji, tras leer el diario, molesto con las adulaciones que recibía un niño rico por abrir otra de sus tiendas.
-Bueno, nosotros también salimos en el periódico -intentó animar
Ran a los desmoralizados empleados.
-¿Dónde? -preguntó Anna con curiosidad, pues estaba segura de
haber leído hasta el último artículo y no vio que hicieran ninguna mención de su negocio.
-Aquí -señaló ran un pequeño artículo apenas perceptible de la
página seis.
-«Edificio de oficinas del centro tiene que ser desalojado tras recibir
el regalo de una tienda que se dedica a gastar molestas bromas en San
Valentín. Love Dead se especializa en mandar a sus víctimas retorcidos
obsequios. En este caso fueron unas rosas con un aroma un tanto particular, que finalmente hicieron que hubiera que evacuar toda una planta del mencionado edificio...» -leyó renji, arrancando el periódico de las manos de su compañera.
-Bueno, sea buena o mala, es publicidad, ¡y gratis! -declaró rukia,
sin darle demasiada importancia a la impertinente reportera que deslucía la imagen de su tienda-. ¿Te aseguraste de que el obsequiado firmara el papel de responsabilidad civil y le advertiste debidamente que no abriera el paquete en un lugar cerrado, renji?
-Sí, rukia, hice todos los trámites necesarios para que nadie pueda
demandarnos.
-Entonces, mientras tengamos nuestros culos a salvo, ¿a quién le
importa lo que diga un estúpido periódico? -concluyó ella, tirando su lectura matutina a la basura.
-¿Le pasa algo? -preguntó Ran al pequeño corro de compañeros que siguieron desayunando después de que Rukia se alejara hacia su
despacho.
-Yo os diré lo que le pasa: que ese petulante «míster Eros» y su
negocio le están haciendo la vida imposible. ¡Nunca había visto a mi Rukia tan desalentada como ahora! -dijo renji en voz alta, furioso con la situación.
-¿«Tu» Rukia ? -se sorprendió Ran.
-Bueno, nuestra Rukia -rectificó renji , sonrojándose por su error.
-Creo que esta vez tendré que darte la razón, renji: todos sus males
tienen nombre y apellido.
-¡Ichigo kurosaki! -sentenciaron los demás, uniéndose todos contra el
enemigo.
-¿Qué te ocurre, Rukia ? -le dijo Ran a su inseparable amiga en
su despacho, después de cerrar la puerta.
-Nada... Yo... No lo sé -balbuceó ella, frustrada con sus confusos
pensamientos.
-¡Vamos, cuéntamelo! ¿Qué ha hecho ese estúpido de Ichigo Kurosaki?-insistió Ran, dispuesta a hacerla hablar de lo que tanto la atormentaba.
-Me hizo el amor en un aparcamiento al aire libre y yo no opus ninguna resistencia -confesó Rukia, ocultando su avergonzado rostro entre las manos.
-¿Y cómo fue? ¿Os pillaron?_indagó Ran con curiosidad.
-No, no nos pillaron. Y fue como siempre: algo asombroso.
-Entonces, ¿cuál es el problema? -preguntó su amiga, sabiendo la
respuesta.
-¡El problema es que yo no soy así! ¡Yo no me dejo controlar por
pasiones arrolladoras, ni manejar por niños bonitos! ¡No sé qué narices me
está pasando y no me gusta! -se quejó Rukia, irritada con la situación.
-¿Se te ha ocurrido plantearte la posibilidad de que puedas estar
enamorándote de ese tipo?
-¡No, eso es imposible! ¡Yo nunca me he enamorado! ¡No me puede
estar pasando ahora, justo en este preciso momento y con la persona más inadecuada! -gritó ella, muy alterada, paseando de un lado a otro de la habitación-. Sabes que lo voy a perder todo si eso acaba siendo cierto,¿verdad?
-No tiene por qué. Si él también se enamora de ti, sólo querrá lomejor para su mujercita.
-Por favor, Ran, ¡mira las modelos con las que sale y luego mírame
a mí! ¡Mira su negocio y luego mira el mío! ¡No congeniaríamos en la vida!
Si me enamoro de alguien como él, lo único que lograré será acabar en la
calle y con el corazón roto. No puedo permitir que eso pase.-Pero ¿y si pasa? -insistió Ran.
-¡Nunca lo admitiré! -sentenció Rukia , escondiendo un poco más su
duro corazón-. Tengo que alejarlo de mí y hacer que me odie. Ran,
¿qué puedo hacer? -le planteó desesperada.
-La manera más rápida de que un hombre te odie es que lo engañes.
Ahora bien, como no estáis juntos, simplemente sal con otro delante de sus narices e impídele que tenga contigo lo que tanto desea. Eso significa que nada de «sexo asombroso» con nuestro vecino de enfrente.
-¿Con quién le podría dar celos? -preguntó Rukia , bastante decidida
a seguir ese plan.
-¡Por Dios, Rukia ! ¿Es que todavía no te has dado cuenta de que renji
está loco por ti? -Ran suspiró ante su despistada amiga, que nunca se
daba cuenta de las cosas más simples.
-Pero Renji es mi empleado... No quiero que se haga ilusiones... y... -
dudó Rukia , sobre si seguir el retorcido plan de Ran al pie de la letra.
-No tiene por qué hacerse ilusiones. ¡Tú simplemente cuéntale nuestro plan y él estará deseoso de ayudarte! Así es nuestro Renji -respondió
su amiga-. ¿Quieres un consejo,Rukia ? Sal con Renji e intenta enamorarte de él. Ése sí es un buen chico con el que siempre tendrás el corazón seguro.
-¿Y qué hago con ese contrato que firmé? Estoy obligada a salir con
él -le recordó Rukia , arrepentida de haber propuesto alguna vez ese
estúpido acuerdo.
-¡Tengo una idea para eso! Tal vez no sea tan espléndida y malvada
como las tuyas, pero creo que servirá -contestó Ran , entregándole una
de las novelas románticas que leía-. La escena de la página ciento
veinticinco es ideal para una situación como ésta.
-Sí, creo que servirá -declaró Rukia después de leerla, recuperando
su espectacular sonrisa, porque nuevamente había conseguido poner orden en el caos en que se había convertido su vida.
O eso al menos es lo que pensó en esos momentos.
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HASTA QUE EL AMOR NOS SEPARE (adaptación ichiruki )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora