CAPITULO 16

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Renji tenía razón: la noche fue inolvidable. Después de que Rukia dejara claro que no podían emprenderla a puñetazos, como dos brutos desconsiderados, ambos machos en celo se dedicaron a demostrar su valía bebiendo como cosacos.
Por su parte, ella nunca había entendido esa clase de juegos o desafíos,ni en la universidad, donde los jóvenes inconscientes se retaban
continuamente, ni entonces, cuando aquellos dos hombres parecían haber retrocedido a su adolescencia, convertidos en auténticos necios.
Ichigo y Renji bebieron incansablemente de todo lo que había en el bar:whiskies, ginebra, ron y un sinfín más de licores, que los llevaron a hacer todo tipo de apuestas, como quién encestaba más bolitas de papel en la papelera, quién daba más veces en la diana de dardos, quién era capaz de dar una voltereta hacia atrás con más gracia... En algún momento de la noche,Rukia creyó que empezarían con el típico «A ver quién mea más lejos».
Ya había decidido abandonar a aquellos dos estúpidos, cuando los dos hombretones pasaron a la fase dos de la borrachera: las lamentaciones y las confesiones.
Mientras Ichigo se lamentaba ante Rukia de sus solitarias noches, renji le declaraba su incansable devoción. Los dos estaban a sus pies, de rodillas, en
medio de un bar lleno de gente que los observaba asombrados. Rukia tenía unas ganas locas de castrar de una patada a aquellos imbéciles, a ver si así dejaban de hacer tonterías y de ponerla en ridículo.
Para desgracia de Rukia , ninguno de ellos estaba en condiciones de llegar a su casa, ni siquiera de encontrar dónde era si un taxi los dejaba en
las inmediaciones del lugar. Pensó seriamente en abandonarlos en la acera cuando empezaron a pelearse de nuevo como niños de seis años, pero lo descartó rápidamente cuando ambos la miraron con fervor, diciéndole cuánto la adoraban.
Con gran dificultad, Rukia los ayudó a subir la escalera que daba acceso
a su propio piso apoyados uno en cada hombro. Y mientras subían los
escalones, comenzaron otra vez con sus absurdas disputas.

-¡Yo puedo subir solo! -dijo Ichigo , separándose de Rukia y dando un
paso tambaleante.
-¡Pues yo los subiré de dos en dos y más rápido que tú, niño de papá!-lo retó Renji , moviéndose patosamente hacia el frente.
-¡Por Dios! -gritó Rukia , deseosa de llegar a casa y deshacerse de aquellos dos energúmenos-. ¿Por qué no os la sacáis, comprobamos quién la tiene más grande y dejáis ya de hacer el idiota? -añadió ofuscada.
Satisfecha de haber conseguido su atención, se dispuso a seguir
ayudándolos a subir, cuando se dio cuenta de que habían tomado sus
palabras al pie de la letra y empezaban a desabrocharse los pantalones.

Gritó histérica que parasen, antes de reprenderlos severamente y
advertirles que si no se dejaban ayudar, empezaría a patear sus traseros escaleras arriba hasta que llegaran a su destino.
Ellos finalmente cedieron ante su amabilidad, dejándose guiar por las
dulces palabras de Rukia :
-¡Joder! ¡Moveos de una maldita vez, obtusos cretinos!

La cabeza le daba vueltas, la habitación daba vueltas, todo se movía sinvcesar a su alrededor, mientras un persistente y molesto ruido le machacaba el cráneo con insistencia, haciéndolo desear estar muerto.
Por lo menos, la velada había resultado productiva, porque, aunque no supiera lo que había ocurrido la noche anterior, estaba seguro de que se hallaba en el apartamento de Rukia . Seguramente ella se había vuelto a apiadar de él y lo había llevado a su casa, luego tal vez lo había seducido y habían tenido una noche memorable.
Pero ¿por qué narices no recordaba nada? ¿Y por qué se sentía todo el
cuerpo dolorido? Sintió una cálida cabeza apoyada en su hombro y sonrió satisfecho al pensar que era su amada Rukia, hasta que un ronquido nada femenino terminó de despejar su confusa mente.
Ichigo abrió los ojos y vio que estaba sentado en el suelo, con su dolorida
espalda apoyada en el pequeño sofá. A su lado, el molesto e insistente Renji estaba en la misma incómoda postura, con la salvedad de que tenía la cabeza apoyada en su hombro. Lo retiró bruscamente de un empujón, sonriendo satisfecho cuando vio que se daba un golpe contra el suelo, lo que lo despertó de su sueño.
-¡Enhorabuena, al fin os despertáis! -gritó Rukia alegremente,
torturándolos en medio de su resaca.
-¡No grites, por favor! -suplicó Renji , susurrando.
-Pobrecitos, ¡y pensar que anoche teníais una energía inagotable!
Incluso me propusisteis formar un trío, ¿no lo recordáis? No os preocupéis,no pasó nada. En cuanto os disteis cuenta de que tendríais que veros el culto mutuamente, la propuesta fue retirada -ironizó ella, terriblemente molesta
con los dos.
-Perdona, Rukia , la noche no fue como yo esperaba -se excusó Ichigo, mientras se sujetaba la cabeza.
-¡Oh, no me digas! -replicó ella sarcásticamente, mientras lo
fulminaba con la mirada-. Pero sí fue tan inolvidable como me aseguró Renji que sería -añadió, reprendiendo a su amigo.
-Lo siento, Rukia -se disculpó éste, arrepentido, recordando algunas
cosas de la noche anterior.
-No os preocupéis, sé que los hombres a veces podéis dejaros llevar por la testosterona y que en realidad no es culpa vuestra. Por eso os he
preparado mi remedio especial para la resaca. Tenéis que tomároslo de un solo trago -explicó, a la vez que les tendía dos vasos enormes llenos de un extraño brebaje.
Ichigo y renji los miraron. Era una mezcla un tanto pastosa, de un color
entre verde y marrón, y olía fatal. Estuvieron tentados de declinar la amable oferta de Rukia , pero una vez más se desafiaron con la mirada a ver quién era más valiente. En unos segundos, el brebaje bajó por sus gargantas hasta sus doloridos estómagos, produciendo su milagrosa recuperación.

HASTA QUE EL AMOR NOS SEPARE (adaptación ichiruki )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora