¡Olvidé mi sombrilla! // Bnior// JJP

IX

Si antes no quería verlo, ahora mucho menos. Desde hace una semana, los recuerdos de nuestro vergonzoso encuentro me torturan una y otra vez, ¿Cómo se supone que lo vea a la cara cuando lo encuentre después de todo eso? Solamente pensarlo me causa escalofríos, ya hasta imagino mi estúpida expresión, mi cuerpo temblar por la vergüenza, mi voz desapareciendo y esa sonrisa suya, una combinación entre el triunfo y la burla.

No creo que sea tan predecible como para que una persona prácticamente desconocida, parezca conocerme a la perfección, hasta me da la impresión de que puede leer mis pensamientos.

La mayoría de taxistas se molestan por llevar a alguien a pocas distancias, es decir, de mi trabajo a la parada son solamente unas cinco cuadras, pero esto lo amerita, es una emergencia, además está comenzando a llover.

Al salir del edificio, agito mi mano para que un taxi se detenga, lo cual hace y por ello ingreso en este con una enorme sonrisa plasmada en mis labios, casi que no puedo creer que me he salvado en esta ocasión, seguro es mi día lluvioso de suerte; sin embargo, mi sonrisa desaparece en cuanto en el extremo izquierdo se encuentra sentado el otro chico.

Tengo la sensación de que dejé de respirar sin darme cuenta y luego comienzo a tragar saliva como loco. Ya quiero bajarme.

—¿A dónde lo llevo? —me observa por el espejo.

—A la parada 312, por favor.

Estoy seguro de que estoy lo más pegado posible a la puerta, deseando que el taxi llegue pronto, pagar y salir corriendo.

Tiene sus audífonos puestos, pero no despega sus ojos de mí y eso me inquieta más. Guarda sus audífonos en el bolso, mientras que yo muerdo mi labio inferior y jugueteo con mis dedos para intentar distraerme.

—Me imaginé que trabajabas por aquí, como no traje mi sombrilla, pensé que tal vez podía encontrarte en el camino —habla en voz baja.

¿Él lo hizo al propósito porque pensó en mí? No te emociones tanto, Jinyoung. Recuerda que estás celoso, avergonzado y molesto con él, no caigas tan fácil nuevamente en sus encantos. No comprendo cómo me dice todo esto cuando intenté evitar encontrarme con él durante varios días, no quiero que mi supuesto avance de superación se vaya por el desagüe.

—¿Y? Ni siquiera es algo que te haya preguntado —ruedo los ojos.

Exacto, Jin, puedes lograrlo, aunque sonaste como un completo idiota y él ahora luce incómodo. De todos modos, él nunca se ha preocupado por mí como para creer que lo está haciendo ahora, más bien siempre deja que me empape, aunque su sombrilla sea inmensa.

—Claro —absorbe sus labios, por lo que solamente se forma una línea y observa por la ventana, pero lo descubro viendo mi reflejo en ella.

El taxi se detiene y le agradezco al conductor. Voy a pagarle, pero escucho nuevamente su voz.

—Yo ya pagué el viaje —ahora suena tímido, lo cual me hace sentir culpable.

—Entonces te lo pagaré.

—No es necesario.

Intento insistir en hacerlo, pero él cierra la puerta del taxi y le dice al conductor que continúe. No puedo creer que haya hecho algo como eso.