XXVII

1K 200 19
                                    

Después de mi no tan grato encuentro con Jaebum, mi mamá llegó a casa y se sintió culpable por haberme obligado a ir, pero no era su culpa, ¿cómo iba a saber que el hijo de su amiga era precisamente él? El chico que le rompió el corazón a su "pequeño", ni siquiera yo tenía la más mínima idea; sin embargo, terminó diciéndome que era guapo y que al menos tengo buen gusto, así como que comió con ellas en silencio y se veía triste.

No sé por qué, pero tengo el presentimiento de que ella no me lo está contando todo y que esconde algo. Cuando llegó, odiaba a Jaebum por haberme lastimado, pero ahora parece adorarlo en silencio, ni siquiera habla mal de ese idiota.

—Tal vez puedas hablar con él, en serio parecía que necesitaba decirte algo importante —se hace la desinteresada, pero sé que no es así.

—¿Qué es lo que me ocultas? —dejo de servir la comida y me cruzo de brazos.

—Por supuesto que nada, cariño. No quiero que te sientas más triste, si lo escucharas, podrías sentirte mejor De todos modos, algunas parejas tienen discusiones todo el tiempo, pero generalmente logran solucionar sus diferencias...

—Este no es el caso, mamá. Nunca fuimos nada y tan siquiera deseo verlo, así estoy mejor.

—Lo comprendo —asiente y deja el tema a un lado.

Coloco los platos sobre la mesa y ella me agradece.

***

—Te diría que te portes bien, pero sé que lo harás, ya sabes, puedes llamarme cuando lo desees.

—No soy un niño, mamá —me quejo y ella se ríe.

—Eres mi hijo menor, entonces para mí lo sigues siendo —me abraza y correspondo.

Estoy seguro de que la extrañaré el resto de días, ya me estaba acostumbrando a verla, como en los viejos tiempos.

—¡Hasta luego, señora Park! —Jackson se ofreció en traernos al metro, así podríamos salir luego.

—Llámame cuando llegues. Te quiero —ella estira mis mejillas con sus dedos.

—Claro que lo haré, yo también te quiero —responde y se marcha.

—Ahora sí, Park Jinyoung. Esta vez no escaparás —me advierte Jackson.

Sí, seguía sin decirle nada y puse de excusa que no podía salir porque mi mamá se encontraba en casa, aunque no era mentira, también quería pasar tiempo con ella.

Pensé que solamente saldríamos nosotros dos, pero veo que conduce hacia la casa de Bam, aparentemente se puso de acuerdo con los otros dos para cuestionar mi extraña actitud. Cuando llegamos, en la enorme mesa hay prácticamente de todo para comer, por eso me llevan hasta allí y me piden que comience. Bebo un poco de Coca cola y luego suspiro.

¿Qué de todo debería contarles primero?

¡Olvidé mi sombrilla! // Bnior// JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora