XXVIII

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Mark me está contando algunos nuevos chismes de mi viejo lugar de trabajo, mientras cocina las tortas de las hamburguesas, pero nuestra plática es interrumpida en cuanto escucho el timbre resonar por el apartamento, lo que me extraña. Son más de las diez de la noche y no espero a alguien más.

Pienso que puede tratarse de algún vecino y abro la puerta. Me encuentro con un chico de chaqueta de cuero negra con una caja de chocolates en sus manos y el cabello mojado.

Hago el intento de cerrar la puerta, pero él lo impide al atravesar su pie. Su llegada me ha tomado por sorpresa y me siento demasiado nervioso. Probablemente ha pasado casi un mes desde la última vez que nos vimos.

¿Por qué tiene que aparecer ahora? Justo cuando me siento más tranquilo y salgo más con mis amigos para despejarme, él aparece así, como si nada, para poner mis sentimientos nuevamente de cabeza.

Tiene el semblante serio y me observa con detenimiento. Cierra por unos segundos los ojos, luego suspira.

—Ve... vete —dudo de mi palabra. Quería verlo, pero otra parte de mí no, e hizo lo posible por olvidarlo. Obviamente, no ocurrió.

—No lo haré, te he buscado durante días —responde en voz baja, mientras intenta verme a los ojos.

—Te dije que...

—Lo sé, pero nunca leíste los mensajes que te envié después —luce precavido, probablemente porque desconoce la forma en la que puedo actuar —. Intenté recordar una y otra vez la dirección, pero ese día bebí demasiado. Fui a otros sitios por varios días, pero no era ninguno de ellos, hasta que vi el edificio y se me hizo conocido.

—Eso es absurdo.

—La última vez dije que necesitaba hablar contigo, el problema es que no me escuchas —ríe sin gracia —. ¿Crees que estaría aquí por nada?

—No te sientas culpable por no corresponderme...

—¡Maldición, Jinyoung! Solo escúchame. Por lo único que me siento culpable es por no haberte dicho desde mucho tiempo atrás que me gustas y mucho —muerde su labio y sus ojos se ponen llorosos.

Nunca antes lo vi así, la imagen hace que sea yo quien se sienta culpable, ¿él en serio me está diciendo que le gusto? ¿Por qué hasta ahora?

Por pura estupidez, hago nuevamente el intento de cerrar la puerta, pero es simplemente por el hecho de que no quiero verlo tan vulnerable y no sé qué hacer, pero más bien él abre la puerta por completo y me encara.

—¿Cuántas veces debo besarte para que me perdones? O ¿qué debo hacer para que me creas?

Trago saliva con nerviosismo, doy unos cuantos pasos hacia atrás y muerdo el interior de mi mejilla.

—No quiero que me beses.

Cállate, Jinyoung, sabes más que nadie lo mucho que en realidad lo quieres.

Él me extiende la caja de chocolates y la tomo, dudoso. Nuestras manos tiemblan un poco al entrar en contacto, probablemente porque las suyas están heladas y las mías cálidas. Quisiera tomar sus manos entre las mías. Está nervioso, más que yo, algo completamente nuevo para mí.

Toma mi rostro entre sus manos e ignora por completo mis palabras anteriores, solamente une sus labios con los míos. Aunque sus labios están fríos y tiemblan ligeramente, el beso es tan suave que me siento incapaz de alejarme o poner cualquier clase de resistencia, más bien lo abrazo para atraerlo más a mí.

Tal vez soy demasiado tonto por caer tan fácilmente, pero que me besara nuevamente es todo lo que quería. Además, siento que sus palabras fueron honestas, o es lo que quiero creer.

—¡Jinyoung! Que las hamburguesas se... —Escucho la voz de Mark e inmediatamente Jaebum se tensa.

Nos separamos y no solo Mark nos ve, sino que Jackson está boquiabierto y Bambam sonríe como un niño travieso. Olvidé por completo que se encuentran aquí.

—Ellos deben odiarte —murmuro solo para que él me escuche y asiente.

—Como que nos debes varias explicaciones y ese sujeto debe ser interrogado —Jackson cruza los brazos.

Esto me pasa por hablarles mal de Jaebum, ahora recordarán la mala imagen que les di respecto a él; sin embargo, no encuentro un motivo para que Jackson se anda metiendo y quiera interrogarlo, porque seguimos sin ser nada.

Me gustaría hablar primero con JB, a solas, ni siquiera hemos terminado de solucionar nuestro problema o sabemos qué es lo que pasará entre los dos. Él llegó en el momento menos indicado.

—Creo que lo mejor es que nos veamos mañana, él se pondrá pesado y querrá golpearte —murmuro, porque mis amigos todavía están algunos metros atrás de nosotros.

—Tienes razón, no sería muy cómodo decir lo que debo frente a todos ellos, porque solo debo hablarlo contigo, además, ya debes tener todo un lío, porque el idiota que pareció rechazarte, ahora está frente a ti y te dice que te quiere. Hasta para mí sería extraño —se ríe —. Que descanses, Jin —besa mi cabeza.

Puedo escuchar a los chicos intentando tranquilizar a Jackson, cuando me giro, hasta veo que lo están reteniendo.

—Él se merece un par de golpes por jugar con el corazón de nuestro Jinyoungie.

JB se da la vuelta para salir, pero lo jalo de la chaqueta. No quiero que se enferme después de haber venido por mí hasta aquí.

—Te traeré una sudadera y una sombrilla —me encamino a mi habitación —. Por cierto, todavía no suelten a Jackson.

Casi que puedo ver llamas salir de los ojos de Jackson. Nunca en mi vida lo he visto tan excesivamente enojado, hasta maldice a los demás porque se encargan de arrastrarlo hacia la habitación de invitados.

Tomo un abrigo gris que cuelga en mi armario y busco la sombrilla que me regaló en el mueble donde la dejé, luego regreso donde él y le entrego ambos.

—Estos son para ti —me entrega la casa de chocolates.

—Gracias —siento que mis mejillas arden.

Se quita la chaqueta y se coloca el abrigo; sin embargo, se queda nuevamente en silencio observándome.

—En serio lo lamento, Jin. Mi intención jamás fue lastimarte, lo juro.

—Y yo lamento no escucharte antes, pero hablaremos mañana —le sonrío, en un intento de tranquilizarlo —. Hasta mañana.

Él también me responde un "Hasta mañana" de vuelta y se marcha. Al cerrar la puerta principal, escucho que la de la habitación se abre, pero permanezco en el sitio para evitar que salga.

—Déjame salir, ahora necesito descargar mi furia sobre él —continúa haciéndose el valiente.

—JB luce como si pudiera matar a alguien con un solo puñetazo, seguro que te derribaría en cuestión de segundos —Bambam se burla, recibiendo una mala mirada.

—Jackson, déjalo. Nosotros dos debemos hablar primero, más bien arruinaste la oportunidad de hacerlo hoy. Debes tranquilizarte.

—Entonces, ¿por qué te estaba besando? —me ve de brazos cruzados.

—¿Cómo has solucionado los problemas con las novias que has tenido? Estoy seguro de que en un intento de reconquistarlas has hecho lo mismo, ¿o me equivoco?

Bam y Mark dicen un "¡Wooo!", como él sabe que es verdad, se da por vencido y se va a comer.

¡Olvidé mi sombrilla! // Bnior// JJPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora