Trece

2.8K 147 9
                                    

El Fabián para su caga de jeep alfrente de mi casa.

–No te demores –me dice la mina.

Abro la reja y subo corriendo a mi pieza.

Pesco un traje de baño, una polera, calzones, todo lo necesario para ir para allá.

Le dejo una nota a mi papá diciendo que solo estoy viviendo mi juventud, y que me perdone.

Sabía que había en cuánto volviera no iba a salir de la casa en al menos dos años más.

Me iban a quitar el plan, el celular, el compu, el wifi, y un sin fin de hueas.

Mi cargador conchetumare, casi se me olvida.

Me subo al jeep del Fabian.

Todos se van cagados de la risa durante el viaje, yo me encuentro en estado de trance. Nose ni que estoy haciendo acá, mi papá era más sobreprotector que
la cresta, siempre que salía de noche era porque me escapaba, cuándo supiera que me fui a la playa le iba a dar un ataque.

Amaba a mi papá, y realmente no le quería hacer esto, hacerle pasar esta rabia no iba mucho conmigo, pero ya era tarde, y no había nada que hacer.

Llegamos a la playa cómo a las tres, temprano igual.

Los hueones de verdad se van a quedar aquí, tenía la esperanza que se arrepintieran o algo así.

Bajan sus bolsos y lo dejan en el sillón de la cabaña.

–Hay tres piezas nomás –dice el Mati–. El Fabián con la Josefa duermen en una, e Danilo con la Jesú y yo solo.

–Yo no me pienso quedar a dormir aquí, traje plata para después irme en bus —digo.

–Mira maraca –me susurra el Mati en la oreja –. Ni cagando te vay a ir, la adolescencia se vive una vez, así que disfruta el estar aquí.

–Me van a matar si me quedo hueón. Entiende eso Mati.

–Ya te iban a matar hueona –se separa de mí terminando con la conversación.

–¡A bañarnos chiquillos! –grita la Josefa.

Se quita su hueá de polera y queda en bikini.

Mi autoestima está en el menos mil al verla en bikini, la mina era perfecta.

Voy al baño y me pongo el traje de baño. De pasa voy a cargar mi celu, necesitaba ver los mil mensajes que de seguro tenía de mi papá.

La cabaña del Mati queda cerca de la playa por lo que no tenemos que caminar mucho.

Bajamos a la playa y esa tal Josefa le agarra la mano al Fabián.

Todos nos metemos al agua.

–¿De verdad trajiste esa hueá? –pregunta el Mati.

—¿Que cosa?

—Tú traje de baño po hueona.

–¿Que tiene?

—Debiste de haber traído una huea mejor po hueona, este es tu momento de demostrarle al Danilo tú cuerpo po.

—Aún si hubiera traído un bikini no me hubiera visto mejor que esa mina —digo mirando a la mina de Fabián.

Nos bañamos cagados de la risa.

Esa tal Josefa a cada rato le da besos al Fabián.

–Me dió hambre. Me voy a ir a comprar una palmera –aviso antes de salirme del agua.

–Espérame. Voy contigo –me dice la Josefa.

Voy dónde dejamos las cosas y me envuelvo con la toalla. Camino al negocio que esta ahí con la Josefa siguiendo detrás.

La señora me atiende y me pasa mi palmera.

–Que es lindo el Fabián –me comenta la mina –. ¿No creí?

Si hablábamos con honestidad, el hueón era súper lindo, era un mino precioso.

–Sí, pero es terrible pelao. Bueno, eso me dijeron igual –digo tratando de que no suene en mala.

Sentía la necesidad de advertirle a la mina para que no iniciara algo con ese culiao, se la iba a cagar igual que lo hizo conmigo.

Fabián era un mino súper pelao, y sé que por muy enamorado que estuviera no iba a cambiar. Antes de pololear conmigo había estado con varias minas, pero yo creo que a todas se las cagó.

La hueona deja de caminar y yo también.

–¿Te dijeron o lo decí por experencia? —pregunta —. Sé que erí la ex del Fabián, cómo no cacharte.

—Entonces de mujer a mujer te digo que tengai cuidado con Fabián, lo digo por experiencia, ese hueon jura amor eterno, pero después te termina cagando cómo quiere.

—Algo debiste hacer para que te cagara po —dicho eso adelanta su paso dejándome atrás.

Perra culia, yo sólo quería aconsejarla.

Llego dónde están los chiquillos.

–Ya se esta oscureciendo, vamonos a la cabaña –hablo en general.

Agarro mis cosas y camino a la cabaña.

Cuándo llego a la cabaña me voy directo al baño para bañarme y sacarme la cagá de arena.

Me visto y cuándo salgo todos estan llevando hueás al patio.

–¿Que van hacer?

–Una especie de fógata –dice el Mati.

Me voy al patio para ver la fogata, pero la supuesta fogata sólo es una parilla prendida.

–Me voy a ir a bañar –dice la Josefa.

–¿Te hago compañia? –le pregunta el Fabián riéndose.

Su comentario de alguna manera me incómoda. A estas altura por obviedad no siento absolutamente nada por Fabián, pero se me hace raro el ver cómo mi ex se le tira a otra.

Rato después todos están curaos, menos yo.

El Fabián con la Josefa estan metele comiéndose, cómo si no hubieran más personas viendo su devorada de besos.

El Mati se fue a dormir. Y el Danilo esta a mi lado.

–¿Tení frío? – me pregunta. Asiento –. Allá dentro hay una chaqueta –dice riéndose —. Es broma. Ven, yo te abrigo.

Me abraza terrible fuerte, y huelo cómo está pasao a copete.

La Josefa al fin se separa del Fabián y se entra a la cabaña.

Fabián le sigue pero antes de entrar se acerca dónde estamos nosotros.

–Es una buena mina, no seaí hueón cómo yo –dice Fabián.

Al rato con Danilo nos entramos.

El Danilo se va a acostar, estuvo insistiendome en que me acostara con él, en el buen sentido, pero me negé.

Y ahora por hueona estoy en el sillón terrible incomoda para dormir.

Me despierto terrible incómoda, veo la hora en el reloj, pero para mi mala cuea, nose ver la hora así, nunca aprendí a ver la hora con las manijas del reloj.

Mi espalda me duele.

Me levanto terrible adormila, camino a la pieza en donde esta el Danilo y me acuesto junto a él nomás.

Cabro Culiao. [EDITANDO] *faltan capítulos*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora