Cuarenta y uno.

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Estoy feliz de la vida en pijama en mi pieza viendo tokyo ghoul cuándo me abren la puerta de la pieza

–¡Tocar antes de entrar! –le digo a mi hermana.

–Toque pero estabas viendo... ¿anime? ¿desde cuándo ves anime? –habían descubierto mi mayor secreto.

Ni siquiera el Mati podía saber, o sería bullying de por vida con ese culiao.

–Noo! ¿cómo voy a ver anime? Me salio un anuncio de esa hueá –cierro el compu –.¿que querí?

–Te busca un niñito –no creo que sea quién yo creo que es.

–¿Es blanquito? –asiente –,¿tiene el pelo medio ondulado? –vuelve a asentir –. ¿Y es rico?

–Sí. Algo sobre Damián, Daniel...

–¿Danilo?

–¡Sí! –puta mierda.

Me cambio de ropa frente a mi hermana nomas.

Nose cómo lo hago pa estar lista en menos de un minuto.

Escucho su voz en el primer piso.

-¿Mi papá lo hizo pasar? -le pregunto.

-Sí.

En dos segundos bajo las escaleras.

-¿Y tú que haces aquí? -lo saludo un poco enojada.

-No me respondiste y quería que vinieras a dar una vuelta conmigo.

-No creo que mi papá me deje.

-¡Sale nomas! Eres joven disfruta, no tan tarde aquí -¿este era mi papá?

Casi a patadas mi papá me saca de la casa.

Yo no quería salir, estaba justo en la parte en el que Kaneki deja a todos ¿cómo le podía hacer eso a la touka?

Caminamos en silencio hasta el pizza hut.

Nos sentamos, pedimos la hueá y al ratito nos llega.

-Estuve pensando -hasta que por fin habla -. En algo que quería pedirte.

-¿En que? -le mando una mascada a la pizza.

Busca algo en la mochila que trae.

Se para y me da la espalda.

¿Que hueá le pasa?

Se da la vuelta y en sus manos tiene una rosa azul.

¡Me va a pedir pololeo conchetumare!

-¿Quieres ser mi andante? -chucha, verda que primero se anda.

-Lo voy a pensar -le mando un trago a mi juguito.

-¿Qué?

-¡Que lo voy a pensar!

-¿Porqué? Yo te gusto, tú me gustas, es simple.

-Quiero pensar un poco -hago cómo si pensara -. ¡Sí! Quiero ser tú andante.

Suspira.

-Ya me había asustado -fue por demorarse.

Se nos pasa la hora hablando sobre los Ovnis, actividades paranormales y puras hueás.

-Si un día pensé que me estaban penando po, las cortinas se estaban moviendo y eran cómo las tres de la mañana, estaba cagao de miedo, encendí la linterna y era mi hámster que se había escapado.

-¿Tení un hámster? -le pregunto.

-Tenía pero se murió.

-¿Y cómo?

-Mi hermano chico lo tiro por la ventana.

-Mi sueño es teener uno -hace un disgusto con su cara.

-Son terribles, además cuándo están en la rueda culia no te dejan dormir, y un día que no limpies la jaula y cagaste, un olor que te lo encargo.

Después de comernos la pizza me va a dejar a la casa.

-Nos vemos mañana -me da un beso en la mejilla.

-Ay que erí fome.

-Es que está tú papá en la puerta -me doy vuelta y mi papá efectivamente está en la puerta.

-¿Papá que está haciendo ahí? -y no es el único que esta copuchando si no que también mi mamá y mi hermana.

-No si no estabamos copuchando, era para decirle al cabro si se quiere quedar a tomar once -ahí si que no.

-No si ya él se va, ya es tarde ¿oh no Danilo? -niega con la cabeza.

-Sí, me puedo quedar, aún es temprano -puta Danilo culiao.

-Pasa entonces -mi mamá le abre la reja.

-Permiso -en que sea ya a visto la casa culia.

¿Porqué mi papá se tenia que se creer español?

La mesa está hasta puesta hueón.

Nos sentamos.

-¿Y tú vas en su colegio? -pregunta mi papá.

-Sí, incluso en el mismo curso.

-¿Y cómo te va en el colegio? -dice mi papá poniendo música en la tele.

¿Me está hueando que va a poner música?

Sevilla tan sonriente...

Suena una de las tantas canciones españolas de mi papá.

-Me va bien, tengo el primer lugar en notas -ooo que es mentiroso, le va bien pero nica le gana a las otras pernas culias.

-¿Porqué no le enseñas algo a esta cabra? Que le va más mal, ya no paso de curso, pero para el otro año ayudala -puta que alentador mi papá.

-Sí voy a pasar, aún quedan notas -iba a ver pelea.

-Llevas diciendo eso desde que empezó el año, y ni pizca de esfuerzo veo -aa hueón no me iba a quedar callada.

-¡Que está rico el pan! -dice mi mamá -, ¿es otro pan?

-Quizás un poco de alentamiento en la casa no me vendría mal -tomo un poco de jugo.

-¿Alentamiento? Eres bastante patuda María Jesús.

-Parece que sí, tiene un sabor distinto -dice mi hermana.

-Yo sólo decía que... -mi hermana me hace un gesto para que no siga con la hueá.

Yo y mis ganas de seguir discutiendo hueón.

En lo que queda de once nadie habla, sólo se escucha las canciones de mi papá.

-¿Quieres que te vayamos a dejar? -pregunta mi papá.

-No gracias -responde el Danilo.

-Pero si es tarde, no le vaya a pasar algo mijito -le dice mi mamá.

-Voy a llamar a un uber -saca su celu.

-¡¿Un uber?! ¿con la rivalidad que tiene con los taxista? Pero cómo se le ocurre, imagínese le hacen algo al auto mientras está arriba. Nosotros lo vamos a ir a dejar -puta mi mamá.

-No quiero molestar...

-Si no hay problema con ir a dejar al pololo de mi hija -andantes mamá, ANDANTES.

Cabro Culiao. [EDITANDO] *faltan capítulos*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora