Cabro Culiao. [EDITANDO] *faltan capítulos*

Treinta y uno.

—¡Levantate! —grita el Mati mientras me agarra el pie para que me levante.

—Déjame ver Lucifer tranquila —con este hombre acepto el infierno con gusto.

—Te tení que arreglar para la noche.

—¿Que hay pa la noche?

—El carrete de tú cumple po.

—¿Lo vamos a hacer aquí? —asiente —, ¿y tú mamá que dijo?

—Tenemos casa sola así que no hubo necesidad de preguntar.

—No tengo ánimos de nada —le digo.

—Ya po hueona es tú cumple, levantate —me comienza a levantar.

Me da una toalla y obliga a meterme a la ducha.

Salgo y el Mati me indica que ponerme.

Lo unico que quiero es quedarme viendo series, pero este hueón no entiende.

Iba a estar unos diez minutos ahí compartiendo con la gente y después iba a subir a seguir viendo mi serie nomás.

Hoy quería ser una antisocial.

—Tú cara dice "puta vida" —dice el Mati —, pero tú ropa dice "quiero que me la chanten"

—Ay Matias —me quejo en broma por lo que me dice.

                                         ♡

Danilo.

—¿Que quieres que haga? —le pregunto a la jesu la cuál esta raja de curá.

Siempre era lo mismo con ella, tomaba sin darse cuenta y después quedaba en este estado, la verdad es que no me molesta, pero si me preocupa.

—Que me la chantí —se cagá de la risa.

—Ya po —le respondo en broma.

—¡Oye no! Me tení que decir que aún no porque yo soy virgen, ¿catchai? Y esto mí es una hueá asi muy importante —habla a penas.

—¿Eres virgen? —le pregunto —, tú migo me dijo que... —me pone un dedo en la boca.

—Ese hueón es re mentiroso. Inventa hueás  —dice tomándose lo poco y nada que le quedaba en su vaso.

Se acuesta en el pasto y la imito.

—Te voy a dar mi flor —dice riéndose —. Aquí ta.

Me entrega un flor culia que ni sé de donde la saco.

—¿Creíste que era otra flor? —dice aún riéndose.

Veo al Matías caminar hasta nosotros.

Se sienta.

—Amiga quería pedirte disculpa por si a veces soy muy penca, pero yo nose que haría sin tí —dice mientras se le pone la voz llorosa.

—Yo tampoco hueón, ven para acá —se acuestan los dos abrazados en el pasto.

—¿Que estaban haciendo aquí? —pregunta el Matias —, ¿interrumpí algo? ¿algo cochino que estaban haciendo?

—Matias —lo reta.

—Ay si era broma. Los dejo solos mejor.

—Me siento muy maaaaal —me dice —, creo que tomé mucho.

—Si que tomaste harto, ¿te quieres ir a acostar? —le pregunto.

—Si, por fa.