Marked. | fanfic. (libro ahora disponible en amazon)

Maratón 5.

41

― Dian… ―Elena se aproximó a mí queriendo tomar mi brazo.

― No me toques Elena. ―Ella se congeló en su lugar. ―Ustedes dos estaban diciendo algo que me ocultaron y quiero. Saber. Qué. Es. ―dije pausadamente.

Elena volteó hacia Niall. ―Díselo.

― No lo haré.

― Niall, ¿qué no ves que ya no hay remedio? ¡Dile de una vez la farsa en la que la has tenido!

El rubio me miraba con una expresión neutra. ― ¡DÍMELO YA MALDITA SEA, NIALL! ―Mi respiración comenzaba a sentirse pesada pero no me importaba una mierda. Quería saber qué era esa mentira.

El chico abrió la boca y después la cerró de inmediato.

― Niall y yo nos conocíamos desde antes de que llegaran. ―Soltó mi hermana.

― ¿Qué? ―Pregunté confundida. No había manera de que eso fuera verdad.

― Estuvimos juntos en el Fuerte y meses después, en la Aldea.

Mis cejas se juntaron en el centro tratando de procesar la información. Lo que me decía era imposible. Niall había llegado a la Tierra hace seis años y Elena hace tres.

― Niall no tiene seis años en el planeta.

― Pero… pero, ¿por qué? Eso no tiene sentido. En la Aldea me contaron sobre él.

― Todos inventaron ese estúpido rumor de que él llevaba seis años solo por ahí en la Tierra. Y que se había ido porque no le gustaba la vida en la Aldea.

― Basta. ―Masculló Niall.

― ¿No fue así entonces?

― Ya díselo. ―Le dijo mi hermana.

― ¿Me mentiste? ―Le pregunté al rubio. Él me miró impasible. ― ¿Por qué te fuiste de la Aldea, entonces? ―Él no habló. ― ¡Respóndeme, Niall!

―Yo era un traidor. ―Mi corazón se detuvo por un segundo. ―Estuve mucho tiempo ayudándole a Cameron a matar marcados. Pero… un día, cuando supe lo que los asquerosos Yakatis tenían en realidad planeado, quise salir. Cameron no se puso feliz y dijo que era imposible. De igual manera lo hice, y huí. Por eso no quería estar cerca de la Aldea, sabía que Cameron estaría ahí y querría matarme.

Mi respiración comenzó a hacerse superficial y ahora mis manos picaban.

― A Cameron no le convenía decir que huí porque no quería seguir trabajando para los Yakatis, así que se aseguró de decirle a todos que había huido porque simplemente no me gustó la vida ahí.

― Tu… tú eras… ―La decepción y la cólera comenzaron a inundarme por dentro, parte por parte.

― Dian, tranquilízate. ―Dijo él.

― ¿Ustedes… se conocían? ―Dije mirando ahora a Elena. Ella agachó la mirada un segundo y después la elevó a Niall.

― Algo así…

― ¿A qué te refieres? ―Le pregunté a Elena. Ella miró sus manos y soltó una lágrima. ―¡Dímelo ya!

― Dian… ―Miré a Niall, quien ahora me veía con tristeza. Entonces lo comprendí.

― ¿Estuvieron juntos? ―Sentía cada fragmento de mi corazón demasiado pesado.

― ¿Qué? ¡No! ―Dijo mi hermana. Giré hacia él.

― ¿Estuviste enamorado de ella? ―Niall me miraba con ojos de culpa.

― Yo…

― ¿LO ESTUVISTE? ―Grité. Él asintió despacio. ― ¿Y tú?

Elena negó. ―Yo no le correspondía.

Sentí pequeñas punzadas en la cabeza y todo comenzó a darme vueltas. Perdí un poco el equilibrio pero lo logré recuperar.

― Dian. ―Niall se aproximó a tomarme de los brazos pero yo me separé bruscamente.

― ¡No me toques! ¡No me toques, mentiroso! ―El se alejó de mí.

Mi respiración era densa y sentía que en cualquier minuto caería, pero no me importó. Miré al rubio llena de odio.

― Ahora lo entiendo todo… Tú… Tú no ibas a salvarme aquel día. ¿¡O sí!? ―Niall me miró confundido. ―Tú querías matarme. ¿Por qué? ¿Por qué trabajabas para Cameron y querías erradicarme? ¿O porque viste mi parecido con ella e inmediatamente supiste que yo era su hermana? ¿¡Era eso!? ¿¡Querías venganza!?

― Dian, ¿qué? No…

― ¡Cállate! ¿Es por eso que te acercaste a mí? ¿Querías enamorarme y después rechazarme justo como ella hizo contigo? ¡Felicidades! ―Dije alzando las manos al aire. ―Una venganza perfectamente bien planeada.

― Dian, ¡escúchame!

 ― ¡No! ―Mis extremidades comenzaron a temblar y yo me sentía cada vez peor. ― ¿Sabes algo? Qué bien te salió el numerito de “tengo miedo a lastimarte”. Qué irónico que yo me lo haya creído cuando ese fue tu principal objetivo. ―No me había dado cuenta de que las lágrimas salían de mis ojos. ―Pero mejor hubieras seguido con tu primer plan de asesinarme. ¡Eso hubiera sido mejor a que me hayas enamorado sólo para romper mi corazón!

Sentí una insoportable presión en el pecho y caí sobre mis rodillas y mis palmas.

― ¡Dian! ―Escuché lejanamente.

No hubo tiempo de hablar, sentí el cambió más rápido que en mi sueño. Mi cuerpo se expandía, mis órganos cambiaban.

Pronto, acabé transformada en la bestia de mi pesadilla.

Enfrente mí, pude presenciar la mirada horrorizada de mi hermana y la de Niall también. Estaba más que asustada, no entendía que sucedía y quería llorar. Quería gritar.

En el salón pronto entraron soldados con armas y se dirigieron hacia mí.

― ¡Dian! ¡Tranquilízate por favor! ―Escuché a Niall gritar. Pero yo no estaba en descontrol.

¿De qué hablas? ¡Ayúdame! ¡Me convertí en una bestia! Mi voz era inexistente y en lugar de esta, salían de mi boca rugidos. Estaba desesperada.

Un soldado se acercó a mí apuntándome con una pistola. Yo me alteré.

― ¿Está loco? ¡No le dispare! ―Gritó mi hermana horrorizada.

― ¡La va a dañar, presidenta! ―Dijo el hombre.

― Sédela. Pero no le haga daño.

¿Sedarme? ¿Quieres sedarme? Exclamé pero nada salió. Sentí un dolor agudo en alguna parte de mi cuerpo, y casi de inmediato todo comenzó a oscurecerse.

Hasta que quedé en negro.

FIN DEL MARATÓN. ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHO. NOS LEEMOS LA PRÓXIMA SEMANA. LAS AMO. NO OLVIDEN COMENTAR Y VOTAR. <3