Rota.

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Estaba tan exhausta. Mi cuerpo se sentía pesado. Apenas podía mover mis pies.

Comenzó a darme un dolor en mi cabeza demasiado intolerable, y como la gente comenzaba a darse cuenta de mi estado, me levanté de la mesa y caminé lo más rápido que pude a mi habitación.

Me tiré en mi cama rápidamente y me cubrí el rostro con las manos mientras las lágrimas salían. ¿Por qué siempre me sentía como si hubiese recorrido 3 kilómetros con un elefante en mi espalda? El estrés  era mental pero lo sentía tan físico.

― Dian. ―Susurró. Me incorporé y vi a Dohran en la esquina de mi cama. ― ¿Estás bien?

― ¿Luzco bien? ―Contesté algo irritada. Estaba harta de esa pregunta.

― No. ―Respondió algo intimidado. ― ¿En qué puedo ayudar?

Negué con la cabeza. ― En nada.

― Vamos, no hables así. Debe haber algo que podamos hacer para que mejores…

― ¡No hay nada que hacer! ¡Esto no es una enfermedad o un síntoma de algún padecimiento! Estoy hundida. Soy miserable. No hay nada que hacer.

Dohran se quedó callado por lo que parecieron minutos y yo me golpeé internamente por volver a repetir mis acciones hirientes con él.

― Me preocupas. ―Dijo tomando mi mano. ― Cada día te ves más frágil. Estás envejeciendo muchísimo por este dolor.

Las lágrimas vinieron a mí y sin decirle nada me lancé contra la almohada cubriendo mi rostro con ella.

Si Niall estuviera conmigo me abrazaría, me diría que todo estaría bien y me llenaría de mimos.

Lo extrañaba.

*

Claire se acercó a mí una noche después de la hora de la cena.

― Dian, te traje un panquesito. Tus favoritos. ―Abrí los ojos y la miré parada al pie de la cama.

― No tengo hambre, por algo no fui a la cafetería. ―Ella exhaló.

― No estás comiendo bien.

― ¿Y?

― Dian, estamos todos cansados de verte así.

― ¿Y qué puedo hacer yo? ―Pregunté algo molesta.

― ¿Sabes? Niall te dejó adentro para que no andaras por allá como un zombie, y aquí estás peor. Apenas si te mueves.

― ¿Que Niall qué? ―Pregunté incorporándome. Ella calló inmediatamente. ― ¿Qué dijiste, Claire?

― Nada.

Fruncí el ceño mientras intentaba darle sentido a sus palabras, pero nada venía a mi mente.

― ¿Qué dijiste que hizo Niall?

― Olvídalo, Dian. Eso ya no importa. ―Me levanté y comencé a ponerme las botas. ― ¿A dónde vas?

― A buscar a Niall. Si tú no me lo dices él me lo dirá.

― ¿Qué? Regresa aquí. ―Dijo cuando le di la espalda.

― Dime dónde está él. ―Ordené. ―Pensándolo bien, no lo he visto en días.

Claire tragó saliva y sus ojos mostraban preocupación. Conocía ese gesto perfectamente.

― Claire, ¿qué me estás ocultando?

― N-nada….

― Definitivamente me ocultas algo. ¿Dónde está Niall?

― P-por ahí…

Marked. | fanfic. (libro ahora disponible en amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora