El Camino Hacía La Paz (Naruto Fanfic) (PAUSADA)

Capítulo 01 "Propuesta"

Había un rubio que observaba el cielo con la mirada totalmente pérdida,  preguntándose, si existirá la paz y la armonía en aquel mundo lleno de dolor y agonía.

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16 años atrás.

Una pareja de 2 ninjas corrían desmesuradamente por un bosque hacía el norte, lugar el cuál se encontraba la aldea de la lluvia.

La mujer que traía consigo un bulto entre sus brazos, se apresuraba para llegar lo más rápido posible a su hogar.

El hombre intentaba seguirle el paso a la chica, pero le era demasiado difícil.

Después de unos minutos, lograron entrar a la aldea, pareciera como si la lluvia les hubiera dado una bienvenida a los entrantes.

Estaba bastante nublado, se podían apreciar los trajes dañados de aquellos 2 ninjas, los cuáles apresuraban aún más su paso.

Tras unos instantes de correr, lograron llegar a su humilde casa. Al parecer eran una pareja bastante cariñosa consigo misma, se podían observar cuadros colgados de ellos 2 cuando eran más jóvenes, cuadros de la graduación de ambos como ninjas; al parecer su paso también como anbus lo mostraban los cuadros encima de una repisa.

Los 2 rápidamente entran a la casa, de seguido el joven hombre cerró la puerta. La bella mujer sin pensarlo 2 veces se sentó sobre un sofá y con mucho cuidado comenzó a destapar el bulto que traía consigo.

Tras su destape, se podía ver a un hermoso bebé de unos 10 o 12 meses de edad. Estaba completamente dormido, la mujer se evaporo de ternura por aquel niño, al cual seguía cargando.

El hombre no dudo en acercarse y mostrar una cálida sonrisa hacia el niño.

"Voy a buscar una toalla" fueron las palabras del joven de cabello anaranjado para dejar ahí a la mujer con el niño.

"No te tardes mucho" respondió ella cariñosamente.

Al rato después, llega el joven con una toalla azul.

—Konan, sólo encontré está. ¿Está bien si la utilizo? —Preguntó, mostrando la toalla.

—Sí, está limpia, puedes usarla. —Le respondió observándola de reojo.

Este no dudó en echársela a la cabeza y removerla por todo su cabello, el cuál quedo todo erizado.

—Es muy bello, ¿No lo crees?

—Sí. Es muy lindo. —Konan no quería despegar su vista del bebé, hasta que éste comenzó a abrir lentamente sus ojitos azules, y se quedó viéndola fijamente.

—Yahiko. Mira, mira. Acaba de abrir sus ojitos. —Decía la joven totalmente emocionada por lo ocurrido.

El nombrado no dudó en soltar la toalla, y con gran cautela se acercó de rodillas hacia el bebé.

El niño los miraba con impresión, pero al rato de unos segundos se reía con gran entusiasmo, sus manitos se estiraban hacia el rostro de la peli azul, al parecer quería tocarla. La mujer besaba cada manito del bebé, el cuál soltaba una carcajada más fuerte que la anterior.

Yahiko no quiso interferir en ese juego tan tierno, sin embargo su mirada se posó sobre la muñeca derecha del niño. Llevaba puesto un brazalete, que al parecer decía algo.

—¿Qué es eso? —Preguntó el joven tomando con suavidad la muñeca del bebé.

Konan quedó mirando el brazalete con intriga, mientras con delicadeza el hombre le fue quitando el objeto al niño.