La caminata había comenzado hace ya unas cuántas horas, se hallaban bastante cerca de salir del país del fuego. Aunque tengan pensado pasar por el país de los ríos, no tienen un rumbo fijo actualmente.
Todos se hallaban en silencio, hasta que ambas jóvenes apuntaron con el dedo índice dentro de un bosque.
—Es la entrada hacía el país de los ríos. —Habló Karin quien acomodó sus lentes con suavidad.
— ¿Enserio? —Volteó el joven para observarla. —Si es así, entonces entremos.
—Aguarda un momento. —Dijo el robusto ninja. —Debemos tener cuidado, este bosque está lleno de criaturas y animales rastreros.
Esas palabras le hicieron dar un escalofrío a Karin en toda la espalda.
—No me digas que tienes miedo. —Soltó con arrogancia la pelinegra.
Karin negó con su cabeza repetidamente, aunque sus manos estaban tambaleándose acompañado de una risa nerviosa.
En ese entonces una mano cálida sujetó con fuerza la suya. —Vamos Karin, no te preocupes. Yo te cuidaré en todo el trayecto. —Aquellas palabras le hicieron dar un ritmo de confianza, ella asintió aferrándose con fuerza en su mano.
—Dos situaciones más de bosque, y ustedes terminarán como novios. —Esas palabras de Pakura, acompañado de la risa de Kisame, hicieron que Karin soltara la mano del rubio y que está se colocara bastante colorada en su zona de mejillas.
Sin más preámbulos los ninjas entraron en aquel bosque, era un lugar bastante tétrico, el olor a putrefacción salió a estremecerse cuando vieron varios animales muertos por la zona, al parecer se habían convertido en la cena de algún reptil que merodeaba aquel lugar.
Karin tapaba con fuerza su nariz, apresuró sus pasos hasta apegarse a Pakura, le tenía bastante confianza. Haku por otro lado, caminaba normalmente, no le preocupaba para nada esa situación.
Kisame estaba alerta, sus agudos sentidos le ayudarían a percibir el peligro si es que algo se acercase. Y por último el Uzumaki, que yacía caminando de frente cómo un líder que guía a sus compañeros.
—Este bosque no debería de ser tan largo de atravesar. —Fueron las palabras de Pakura.
—En efecto, no es difícil de atravesar, sin embargo tiene pinta de parecer fácil perderse por estos lados. —Dijo Kisame con total alerta.
Continuaron la caminata a paso firme, sería una buena idea salir de ahí lo más rápido posible.
Al final del camino se podía ver una luz, era sin dudar la salida, algo que puso contento a los presentes. Sin embargo Karin volvió a estremecerse de un lado para otro al observar como una especie de ciempiés caminaba sobre un gran árbol de manera glucosa. Pakura detuvo sus pasos, ella también sintió un poco de "repugnancia" hacia el insecto que era gigante.
Tenían que pasar por el lado de él, por lo cual tenían pensado mejor en deshacerse de aquella cosa por seguridad.
—Yo me encargo. —Dio unos cuantos pasos hasta el frente. La cara de satisfacción de Karin y Pakura se dio a conocer al ver que ellas no tendrían que involucrarse con el insecto gigante.
Haku sacó tres senbon para cada mano, las lanzó con sumo rapidez dando en el blanco por todo el cuerpo del ciempiés, pero parecía que eso no bastaba para matarlo. El rápido bicho se movió con rapidez entre los árboles y en apenas unos momentos estaba frente a los ninjas viajeros.
Su cuerpo estaba soltando una grumosa manta de líquidos verdes, ellos sabían perfectamente que eso era veneno. No obstante el bicho salió volando por los aires al ser golpeado por una gran bola de agua.
Kisame en unos cuantos segundos se deshizo del ciempiés y continuaron con el viaje.
Naruto se hallaba impresionado, ni él era capaz de hacer un jutsu de agua con tanta potencia como la de su compañero. Al final después de unos minutos, el sol deslumbraba con fuerza la cara de los jóvenes viajeros. Karin esbozó una gran sonrisa al notar un pequeño pueblo no muy lejos de ahí. Esa sería su siguiente parada.
De manera rápida y sin perder el tiempo llegaron a lo que vendría siendo el pueblo de Kawa. Nombrado así por que se encuentra en el país de los ríos. Era un pequeño pueblo, no había tanta gente por las calles.
—Iremos a buscar algún lugar para descansar. —Era el anhelo de la ex ninja de Suna.
—Esta bien, yo iré a investigar un poco el lugar. —Habló el rubio que se fue a paso lento pero seguro.
Kisame se iba a ofrecer a acompañar al rubio, pero sintió que no era necesario, así que se fue detrás de las féminas que miraban con ansiedad el lugar para buscar una residencia que se acomode a sus bienes.
Naruto tenía un presentimiento algo extraño, sus agudos sentidos le vitoreaban que algo "raro" y "confuso" iba a suceder en ese pequeño pueblo.
Caminó sin dirección alguna, el viento resoplaba una brisa agradable acompañado de un baile de hojas por el lugar, sus pasos se adentraron hasta un lugar poco usual en el pequeño pueblo. Parecía una avenida con bastantes casas, pero estaba todo deshabitado... una mueca de desagrado invadió el rostro del joven amarillo que con nervios decidió continuar explorando.
A pesar de no haber nadie cerca, se aproximó hasta la última casa, una casa que parecía estar en estado decente, tenía unas condiciones cuidadas, algo bastante extraño por el sector.
Naruto tocó la puerta y la corrió hacia un extremo de la corredera, su asombro se dejo mostrar al observar que la casa parecía habitada por una persona. Su curiosidad quería más información, y necesitaba bajar por esas escaleras que había visto apenas entrar en aquel recinto.
Al bajar, gotas sudorosas bajaron por su sien y mejillas, ese lugar parecía un laboratorio. Al acercarse a un conducto de vidrio repleto de agua, pudo divisar un cuerpo hecho pedazos era completamente blanco y tenía la cara deformada.
— (¡¿Qué rayos es esto?!) —Su pensamiento fue respondido por unas pisadas que se escucharon atrás de él.
— ¿Qué haces aquí? —La calmada he impetuosa voz llamó la atención del Uzumaki.
Éste al voltearse quedó totalmente perplejo ante lo que vieron sus ojos.
—Responde... ¿Qué haces aquí? —Volvió a preguntar mientras salía de las sombras y acomodaba sus anteojos circulares.
—Yo... Te conozco... Tu eres...
Flashback.
—Querida, el es de quien te hablé. —Dijo feliz el hombre que poseía el cabello naranja. —Su nombre es Kabuto Yakushi.
Fin Flashback.
—Eras un amigo de mi padre. —Susurraba el joven con terror.
El hombre levantó su vista sin entender mucho a lo que se refería.
—Kabuto... Yakushi...
Esas palabras dejaron impactado al tipo peli plata, debía deshacerse de él... tal vez se trate de un enemigo, sin embargo al fijarse con sumo cuidado notó que esa cabellera rubia y esas expresiones ya las había visto en otro lugar.
Su mente vago en recuerdos al notar una pequeña silueta de un niño que se aferraba a Konan. Sus latidos se aceleraron a más no poder. Efectivamente era él. El hijo de Yahiko y Konan, Naruto Uzumaki.
Continuará.
ESTÁS LEYENDO
El Camino Hacía La Paz (Naruto Fanfic) (PAUSADA)
FanficTras el ataque del kyubi a konoha, un bebé rubio es separado de sus padres, el cual es encontrado por una pareja de extranjeros de la aldea de la lluvia. Con el pasar de los años el joven chico experimentara lo que es el dolor y sufrimiento, así que...