El Camino Hacía La Paz (Naruto Fanfic) (PAUSADA)

Capítulo 07 "¡¿Cuál es tu apellido...?!"

Decidieron descansar un poco, la caminata desde el bosque los dejó un poco exhaustos. Ambos querían una ducha y una deliciosa comida.

Para su fortuna, se encontraron con una posada que se hallaba unos metros más alejados del bosque, Naruto no dudó en acercarse junto a su pelirroja compañera cargándola sobre su espalda.

Aunque ella tenía una inquietud, no quería aprovecharse de la gentileza del rubio, así que le dijo; "No te preocupes por mí, yo te esperó afuera" palabras que desconcertaron al joven. Claro estaba que si él iba a comer, también la llevaría a ella.

Y eso fue lo que hizo, ambos comieron en aquella posada, aunque cuando vieron a los 2 jóvenes juntos, específicamente el joven cargando a la chica, pensaron que se trataba de una pareja de enamorados.

Después de comer, cada uno se fue a darse una pequeña ducha, lo necesitaban y mucho. Luego de que acabarán de bañarse, se encontraron en la habitación que Naruto había alquilado, fue entonces cuando al rubio se le ocurrió una buena idea.

Cerca de aquella posada, se podía apreciar un pequeño pueblo, que al parecer estaban armando una feria, no era la gran cosa, pero al menos podría tal vez, encontrar ropa para la muchacha. Él no permitiría que ella anduviera en esas pintas tan deplorables.

Así que sin dudar, la llevó en contra de su voluntad hacia la feria, y la dejo en un puesto de ropa, solo para féminas, él decidió esperar afuera.

Ella no quería causarle tantos gastos financieros, por lo que se opuso con gran determinación hacia el rubio, aunque al final él terminó llevándola de igual manera.

No pasaron más de 10 minutos, hasta que ella saliera con sus nuevas prendas a relucir su delicada, pero fina belleza. Llevaba puesto un short corto de color negro, las típicas sandalias de ninjas de color negro también, y por último una chaqueta de manga larga color crema, que dejaba ver su pequeño ombligo.

Salió con su rostro sonrojado, pues la ropa le gustó bastante, pero era un poquito costosa. Aun así, eso no fue impedimento para el rubio pagar por las prendas que la joven había escogido.

—Gracias Naruto. —Dijo apenada la joven.

—No hay problema. —Respondió este. —Después de todo, te vez bastante bien.

Esas palabras hicieron un eco en ella, el color carmesí volvió a sus mejillas, definitivamente nunca nadie la había tratado tan bien, como él lo hacía. Incluso hasta la ropa le había comprado, por primera vez en su vida, se sintió "querida y acogida" por alguien que ella había conocido.

No dudo ni un segundo más, y se acercó con lentitud hacia Naruto, para luego por acto seguido, besar la mejilla de este por unos 30 segundos.

Cosa que lo sorprendió un poco, no por el beso, sino por la duración de este, pareciera como si los segundos durarán minutos. Al término de aquel beso, se podía observar al rubio un poco sonrojado por la acción de Karin hacia él.

Así que decidieron pasear unos minutos por la feria, para luego volver a aquella posada. Era hora de la cena, por lo que bajaron hacia la entrada principal de la morada, escogieron una mesa que estaba vacía y se acomodaron en las sillas con todo gusto.

Se preparaban para ordenar la comida, pero una pregunta salió a luz, una pregunta que incómodo un poco al rubio.

—Mmm... Oye, solo por curiosidad... ¿Cuál es tu apellido? —Pregunto con timidez.

Naruto la observó de reojo por un momento, pero aún asi, continuó leyendo la carta para ver que ordenaba.

—A qué se debe tu "Curiosidad" —Insinuó con la ceja arqueada.

—Bueno... Sólo era por "curiosidad" —repitió con nervios.

—Mmm... sabes... es mejor que no lo sepas.

—Y... ¿Porque no?

—Porque es mejor así... —Dijo con el tonó un poco elevado, llamando la atención de la pelirroja aún más.

Ella infló un poco los cachetes y volteó su rostro como si no le interesará en nada lo que el habia dicho. Segundos después ambos pidieron la comida, y se sirvieron gustosamente.

Una vez pagada la cuenta, ambos se disponían a subir a la habitación, hasta que nuevamente la pregunta se hizo presente.

—Vamos. ¡Dime tu apellido sí! —Rogó la joven de manera tierna.

Éste solo la observó con la ceja arqueada. Ya estaba empezando a aburrirse.

—Te dije que no.

—¡¿Porque no quieres decirlo?! —Al parecer ella también se estaba aburriendo de todo esto.

—Y tú, ¡¿porque insistes en querer saberlo?!

—Vamos, dímelo.

—No.

—Porfa...

—¡No!

Al final después de unas cuantas preguntas sin sentido entre ellos 2, ambos se fueron a dormir. Ya que mañana sería un día muy agotador, o al menos eso era lo que creía el rubio.

Su intención era cruzar la aldea de la piedra, y continuar su camino por el país del viento, donde se encontraba una de las 5 grandes naciones ninjas, la aldea de la arena...

Ya había amanecido, y ambos estaban listos para continuar con el viaje, mientras un tranquilo rubio caminaba de manera recta, lo seguía una pelirroja con el ceño un poco fruncido.

—¡Ahora si me dirás, tu apellido!.

—¡No empieces de nuevo!.

—¡Todo se resolvería, si me lo dijeras, así sin más!.

—¡Ya te lo he dicho miles de veces! ¡No-te-lo-di-re!

Eso la hizo enfadar aún más, por lo que todo el camino se fueron discutiendo por saber el apellido de nuestro protagonista. Sin duda, este sería un viaje largo, muy pero muy largo. Fue el pensamiento del muchacho quién suspiraba con cansancio.

Continuará.