El Camino Hacía La Paz (Naruto Fanfic) (PAUSADA)

Capítulo 08 "Un Pequeño Presente"

Ya habían pasado unas 3 horas de caminata más o menos, no faltaba tanto para llegar a la aldea de la piedra, pero, el cansancio se notaba en ambos jóvenes, un grito de euforia sacó al rubio de sus pensamientos, no se trataba de nada menos que de su compañera Karin, quién seguía quejándose por caminar tanto.

Eso lo alteraba un poco, nunca creyó que el viajar acompañado pudiera ser tan "difícil" él tenía mucha paciencia, tal vez demasiada. Pero eso no fue impedimento para que su rostro mostrará una pequeña sonrisa, podía distinguir la aldea de la piedra, ya no faltaba casi nada.

Él le indicó a la pelirroja que ya se divisaba la aldea, está rápidamente cambio su semblante de cansancio por uno de felicidad, no espero más y con gran entusiasmo tomó del brazo al rubio y se lo llevó hacia la aldea con gran velocidad.

No tardaron ni 2 minutos, era sorprendente Karin cuándo se lo proponía, Naruto se intentó reincorporar después de sentir esa velocidad tan impresionante, pero de nuevo esta lo tomó del brazo y se sumergieron por la aldea, perdiéndose entre la gente.

Ambos veían por sus alrededores, era una aldea bastante pacífica y animada al parecer, los vendedores de ambulantes que se hallaban por la zona, los saludaban con gran cariño.

Hubo una tienda que llamó la atención de Karin, por lo que no dudo en soltar el brazo del rubio y dirigirse hacia la redundante tienda comercial, que por lo que se podía apreciar, vendían todo tipo de joyas.

Naruto notó el gran interés de su compañera en aquella tienda, así que la siguió a paso lento, pero seguro. Al llegar la observó sosteniendo un collar con una pequeña joya hecha de un cristal azulado. Sus ojos reflejaban estrellas y sus mejillas se tornaban coloradas, él no entendía porque a las mujeres les gustaban todas las cosas que brillaban, pero tampoco tenía intención de averiguarlo.

Así que solo se limitó a preguntarle al anciano de ahí cuanto costaba el collar. Eso la sorprendió bastante, a ella le encantaban las joyas, pero no tenía ninguna intención de hacer que Naruto le comprara esa reliquia.

Rápidamente dejo el collar en el Mesón y comenzó a jalar al rubio del brazo. Éste solo se soltó del agarre y pagó por el collar, no era tan caro, pero tampoco era barato. Tomó el collar con cuidado y se lo ofreció a su pelirroja compañera. Ella no pudo más y noto que una lágrima recorrió su mejilla, estaba feliz por ese regalo.

Aceptó con una gran sonrisa el collar y lo guardo en un pequeño bolsillo de su short.

Seguirían el camino hacia el país del viento, pero lo primero era salir de ese "montón" de personas que iban y venían con gran rapidez, a penas y podían dar unos cuántos pasos y se volvía a llenar de gente. Entre esa multitud un hombre alto, de tal vez unos 40 años, chocó con gran fuerza a Karin sin querer hacerlo, pero gracias a la montonera de gente la pobre no salió volando.

Al fin habían salido de esa tormenta de personas, faltaba poco para salir de la aldea de la piedra, pero fue entonces cuando Karin notó que el collar no estaba en su bolsillo.

Una mirada de preocupación se formó en su rostro, no quería perder algo que Naruto le había regalado pero...

— ¿Sucede algo? —Pregunto el rubio, al ver que Karin no paraba de mirar al piso en busca de algo...

—Bueno... es que... al parecer... Perdí el collar... —Respondió cabiz baja.

Naruto no lo negó, se molestó un poco al escuchar esas palabras, ¿Cómo que había perdido el collar? Un gran suspiró dejo salir, mientras llevaba una de sus manos a su frente.

—Y ¿En qué momento te diste cuenta?

—Recién...

Esta vez un bufido se escuchó por parte del Uzumaki, no sabía que hacer miraba por todos lados, ni loco le compraría otro collar.

Ella entró en modo pensativa, su mano en la barbilla la delataba, comenzó a pensar en qué lugar se le podría haber caído, no lo entendía, hasta que recordó, ese momento en el que chocó con el tipo alto. Ahora todo calzaba, todo tiene sentido para ella esta vez, no esperó más y salió corriendo en dirección por donde habían salido, dejando a un Naruto totalmente anonadado.

—Bien. Lo primero es encontrar al tipo ese.

Su capacidad para rastrear el chakra, esta vez le sería inútil, ya que aquel tipo no parecía en nada un ninja. Pero la pregunta del millón, ¿Dónde puede estar?

Notó que en el pasaje, había un pequeño Callejón, bueno, revisar ahí puede llevar a tal vez una pista.

Aunque, no lo negaría, ese Callejón daba mala pinta. Se internó por aquel obscuro pasillo y si ahí estaba, ese tipo tan alto, que no paraba de mirar una pequeña joya que tenía en su mano derecha.

— ¡Oye tú! Creo que ese collar lo reconozco perfectamente. —Demando la pelirroja enfadada. — ¡Sera mejor que me lo devuelvas! —Ordeno esta vez, con el dedo índice apuntando al gran tipo.

Éste solo sonrió de lado y se acercó a la joven, que no dudo en mirarla de pies a cabeza.

—Sabes no estás tan mal, mocosa.

— ¡¿Disculpa?!

—Digo, puedo devolverte el collar, pero con una condición.

Eso la asustó un poco, que intenciones tenía este tipo con ella.

—No, no. ¡Tú me devuelves ese collar porque si! —Volvió a apuntar al tipo con el dedo índice.

Este no aguanto más, la agarro con fuerza de la muñeca y la acercó hacía él con suma violencia. Este reía, después de todo una belleza como esa de aperitivo no estaba tan mal.

Aunque sólo había un pequeño detalle, ella podía defenderse de tipos como ese, por lo que una buena patada en la entre pierna y un puñetazo al rostro fue todo lo que necesitó para deshacerse de él. Tomó el collar con mucho cuidado y se dispuso a regresar al lugar donde se encontraba Naruto.

Llegó en menos de 3 minutos. Este solo la observaba con gran confusión, ella se le pego al brazo derecho y con una sonrisa le dijo; "Sigamos con nuestro camino"

— ¿Y el collar? —Preguntó el rubio, mientras comenzaba a caminar.

Ella soltó una leve risita, y se volvió a apegar al brazo del rubio.

—Aquí esta. —Respondió con un tonó agradable.

El rubio solo suspiro nuevamente, y soltó una pequeña risa.

—Naruto ¿me harías el favor?

El entendió perfectamente a lo que se refería ella, agarro el collar con cuidado y mientras ella corría su cabello hacia un lado, Éste con un poco de nerviosismo le puso el collar en el cuello.

Ambos sonrieron y continuaron su camino, esta vez la próxima parada seria el país del viento.

Continuará.