Capítulo 10 "Pakura, De La Arena. Parte 02"

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La mujer ya se encontraba corriendo hacía el rubio. Su rostro mostraba frustración, de alguna extraña manera éste chico tenía razón... eso era lo que más le inquietaba a ella.

Con gran agilidad dio un salto bastante alto, para luego de forma casi sorpresiva lanzar unos cuántos kunais que dieron de lleno en el cuerpo del rubio.

Cayó con delicadeza entre la arena, mientras Karin veía con terror la escena frente a sus ojos.

No quería creer lo que estaba viendo, ¿Cómo podría un ninja ser derrotado tan fácilmente de esa manera? El cuerpo del joven comenzó a caer en la fertilizante arena, la mujer realmente no quería hacerlo, pero él ya se lo estaba buscando.

Un pequeño quejido dejo salir la pelirroja, mientras caía de espaldas por la impresión de ver a Naruto así.

Sin embargo, el cuerpo del joven se convirtió en agua, hecho que dejo anonadadas a las presentes.

— ¡¿Un Clon de agua?! —No podía creerlo, en que momento fue capaz de hacer ese clon, era la intriga de la mujer.

—Un ataque bastante perceptible. —Llamó la atención de ambas chicas.

— ¡¿Tu?! —Apuntó la mayor con el dedo índice.

—No quiero luchar contra ti. Solo quiero que vengas conmigo.

El joven se hallaba nuevamente frente a está, y aunque el ambiente seguía tenso por la presencia de éstos, sus miradas no se apartaban ni un milímetro.

La mujer separó un poco la pierna derecha de la izquierda, sus manos comenzaron a moverse con gran rapidez, al parecer se preparaba para escupir algo, sí, ese jutsu lo conocían perfectamente Naruto y Karin y sabían que no era nada bueno.

—Oh no. ¡Cuidado Naruto! —Lo alertó su compañera.

—Muy tarde. ¡Katon: Gōkakyū No Jutsu! —Se creó una esfera bastante grande de fuego que se dirigía hacia Naruto.

Era muy difícil esquivar eso, hasta el mismo rubio lo sabía, así que no dudo más, en contrarrestar su técnica con la de él.

— ¡Suiton: Suidan No Jutsu! —Dijo con gran potencia.

Esta vez la esfera de agua que había creado Naruto, hizo colisión con el jutsu de la mujer. Ambas técnicas rugían con gran fuerza, no parecía ceder ninguna, pero de alguna extraña manera el Katon estaba tomando ventaja sobre el Suiton de Naruto.

La bola de agua se comenzaba a evaporar rápidamente, eso no era bueno para el rubio. Pero antes de hacer desaparecer por completo la técnica de Naruto, una explosión se llevó acabo provocando la desintegración de ambos jutsus, además de la gran ola de polvo y arena que se levantó tras la colisión.

Los presentes no pudieron hacer nada más que cubrirse con sus propios brazos.

Karin estaba preocupada por Naruto, esto no debería ser así. Se supone que su viaje seria tranquilo, o al menos eso era lo que ella pensaba. Levantó con dificultad la mirada, aunque la manta de polvo continuaba rondando por el lugar, su atención se prestó hacia el frente, en donde se podían escuchar claramente unos quejidos.

—Tzk, ¡¿Cómo es que tú...?!

—Bajaste la guardia. No deberías de ser tan descuidada. —Respondió el joven quien se hallaba detrás de ella, con un kunai sobre su cuello.

Pakura sabía que si hacia algún movimiento en vano, podía llegar a pagar las consecuencias, pero esta había notado que el rubio no tenía intenciones de hacerle daño, grave error para él...

La formidable ninja de la arena de nombre Pakura, no pretendía subestimar a Naruto, sin embargo, su siguiente movimiento ya lo tenía calculado, por lo que no dudo en sonreír con bastante arrogancia.

Levanto su vista con suavidad, y miro de reojo al portador del kunai, no pasaron ni 10 segundos para que la mirada de aquella mujer pasara hacer de total terror. Su cuerpo se comenzó a tambalear, las extremidades de sus brazos y piernas no le respondían como ella quisiera, ¿Sera por esa mirada con gran determinación, que le propinaba el rubio ninja?

Naruto fue acercando cada vez más el kunai en el cuello de la mujer, podía sentir su miedo, ese miedo que la haría caer rendida a sus pies. Pakura no lo soportaba, ya no lo quería mirar a los ojos, pero por alguna extraña razón, no podía evadir aquella vista tan irrelevante.

Esos ojos de un color morado desteñidos, con cada ondulación en su centro... ¿Qué era esto? ¿Miedo? Como podía ella sentir tal semejante emoción, ante una simple mirada como esa...

La Uzumaki noto algo extraño, en aquella escena. ¿Pero que es lo que era? ¿Un Chakra? Si, definitivamente era eso... la distorsión del tranquilo y pasivo chakra del rubio se había ido por completo. Ahora lo que se hallaba en él, era otra cosa, era algo más perturbante para ella, algo que la llevo a poner sus manos sobre su pecho, para luego dejar caer unas cuantas lagrimas sin sentido.

Una simultánea sonrisa del rubio llevo a Pakura a caer sobre sus rodillas con gran facilidad. Esta era la oportunidad que tenía para convencerla o al menos intentarlo. El joven de manera tranquila se coloca frente a la chica, y con una gran confianza toca su hombro derecho. Esta le responde observando hacia arriba con gran rapidez, pero para su sorpresa, se encontró con esos bellos ojos azules, que solo demostraban paz...

Su impresión se hizo notar de inmediato, ¿Qué estaba pasando aquí? Era todo muy extraño. El chico esta vez, le toco la mano con gran suavidad.

— (Que es- esta... sensación.) —Fue el pensamiento de aquella muchacha con una mirada incrédula.

—Desertaste de la arena, ¿Verdad? —Preguntó.

Ella como respuesta solo asintió con lentitud.

—No deberías preocuparte por esas cosas, tú sabes a que me refiero. —Le dijo el rubio con una mirada cálida.

Ella no entendía, ¿Quién rayos era este mocoso? ¿Qué quería de ella?

—Necesito tu ayuda... por favor.

Pakura observo con frustración sus manos, aún seguían tambaleándose, no lo entendía... Como pudo pasar todo esto, se negaría a escucharlo, si, eso es lo que haría.

—Tu fuerza puede cambiar este mundo lleno de dolor. Dime, ¿Acaso, no te gustaría presenciar un mundo así? —Esas palabras sonaban una ridiculez, el mundo shinobi tenía que ser violento. Qué caso tiene ser ninja, aprender miles de técnicas, ser entrenado por años, para que llegue a existir la paz en este mundo... Las grandes naciones, ¿Permitirían algo así? Claro que no, de seguro que aunque se llegara a un acuerdo, solo sería temporal, ya que tarde o temprano alguna de ellas traicionara a la otra y la sumergiría a una destrucción inevitable, es la supervivencia del más apto.

Aunque por alguna extraña razón, sus palabras suenan confiables, así pensaba la mujer que con cada segundo que pasaba, más comenzaba a doblegar su razonamiento sobre una posible "Paz" al mundo ninja.

El joven esta vez se levantó con su rostro completamente serio, no paso ni medio segundo y otra vez se pudo distinguir aquella mano estirada, Pakura aunque seguía sin entender las intenciones del rubio, acepto su mano con gran determinación. Ambos se miraban seriamente, mientras se hallaban de pie, el viento hacía de las suyas removiendo con gran facilidad la cabellera de aquellos jóvenes shinobis.

—Esto no quiere decir que yo confié en ti, ni nada por el estilo.

—No te preocupes y lo entiendo. —Ambos esbozaron una sonrisa engreída.

—Pakura, así es como me llamo. —El rubio se sorprendió un poco al escuchar las palabras de ella, quien pensaría que sería capaz de tomar la iniciativa.

­—Soy Naruto. Es un placer. —Respondió este.

El rubio llevo a Pakura hasta donde su compañera que yacía en el suelo, debía de presentarlas para que se conocieran... pero aun así quien lo diría. El camino de Naruto estaba recién comenzando, su destino todavía se hallaba lejos, pero tarde o temprano llegaría hacia él.

Continuara.

El Camino Hacía La Paz (Naruto Fanfic) (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora