Adara fue despertándo de a poco, encontrándose cada vez mas incomoda en el sitio donde se encontraba. Observó con confusión el lugar, y no puedo evitar sorprenderse al ver el lugar en el que se encontraba.
—Ésta... no es mi casa...
—dijo Adara, tratando de reponer su vista nublada.Quería tallarse los ojos con sus manos, pero no podía. Llevó su mirada a sus muñecas, las cuales se encontraban atadas a una gruesa cadena a sus costados, con sus manos en forma horizontal.
—¿Qué?—fue lo que logró decir, cuando sintió un fuerte dolor en su garganta.
—Veo que has despertado.—dijo un albino al otro lado de las gruesas rejas.
Adara abrió ampliamente sus ojos, e intento safarse de las cadenas.
—¿Q-qué estoy haciendo aquí? ¿Qué me hicieron?—susurró casi inaudible, gracias al dolor de su garganta.
El albino la miró con serenidad, una pequeña sonrisa siniestra apareció en sus labios.
—Eres una criatura muy interesante. Eres una arma mortal, ¿lo sabías? Fue algo difícil hacerte las pruebas.
—dijo él, con malicia en sus palabras. Adara miró aterrorizada al sujeto, y luego forcejeó con fuerza, tratando de safarse del agarre de las cadenas. Hasta que se dio cuenta que sus pies también estaban encadenados, quedando ella en el aire.—¡Dejenme salir!—exclamó, forcejeando para liberarse.
—Si sigues así te lastimaras más. Aunque eso no importa, tu piel se regenera a una velocidad increiblemente rapida.—dijo el sujeto, mirando con una sonrisa a la pequeña.
—¿D... De qué hablas?—susurró la pequeña, mirando con atención al sujeto.
—Lo que tienes implantado dentro de ti, es algo muy poderoso y destructivo. Prácticamente eres una arma mortal que podría acabar con ciudades enteras.—dijo él, con seriedad.
—No entiendo.—susurró la albina, bajando su mirada.
El sujeto ignoró por completo a la niña y siguió hablando.
—KarlHeinz hizo un trabajo magnifico. Pero no dejaré que él tenga ese poder. En esas manos ella es muy peligrosa.—dijo, caminando hacia una pequeña mesita que se encontraba a su lado.
—¿No te has preguntado el porque tienes el cabello blanco y tus facciones más pálido de lo normal?—Adara negó con la cabeza, mirando con atención al sujeto.—Según estos análisis, lo que sea que tengas implantado necesita de un ambiente cálido. Esa es la razón por la que te desmayaste en la nieve.—dijo el sujeto, observando unos papeles que sostenia en su manos, sosteniendo con la otra su barbilla.Adara fruncido el ceño, ella no tenía nada implantado, eso creía.
—Eso... Eso no es cierto. Mi padre no haría eso, ¿cierto? Él nunca me haría daño.—balbuceó, con la mirada pérdida.
—Carla... —dijo un segundo sujeto, llamando al quien parece ser, se llama Carla.
—Es sólo una niña, esto no es divertido.—dijo, haciendo un pequeño puchero.—Shin, no estamos haciendo esto por diversión, recuerda que KarlHeinz exterminó a casi toda nuestra raza, intentando crear una nueva. Y por lo que veo, a logrado conseguir crearla. —dijo Carla, mirando a Shin y dándole la espalda a Adara.
—Ya sé, ¿Y si la conservamos y la uso de mascota?—dijo Shin, haciendo ojos de perrito mojado a Carla, el cual lo miró con seriedad.
—Si la sacamos se escapará y será tú culpa.—dijo Carla, cruzándose de brazos.
—Oh, vamos, onï-san. Yo me encargare de que no salga, cuenta conmigo. Además... podemos usarla como sirvienta.
—dijo el castaño, poniendo ambas manos juntas, rogándole a su hermano. Carla soltó un suspiro de frustración y puso una mano en el puente de la nariz, y su otra mano en su cintura.—Si se llega a escapar, yo mismo me encargare de matarte, ¿entendido?—dijo, Shin pareció pensarlo, riendo con nerviosismo hasta que asintió.
—Sí, sí. Yo me encargare de que no se vaya.—dijo, abriendo la reja y acercándose hacia Adara, sonriendole con maldad.
Adara lo miró con terror y forcejeó para salir, cosa que fue en vano ya que Shin la desencadenó y ésta cayó al suelo. La pequeña soltó un quejido de dolor y levantó la mirada, observando como Shin se acercaba y la cargaba como saco de papas.
—¡S... Sueltame!—gritó la pequeña, pero el dolor de su garganta aumentó y se quedó callada.
—Será divertido, perrita.—dijo Shin, con una sonrisa. Adara bajó su mirada, rendida. Una cola sobresalía de la parte trasera de Shin. Haciendo confundir a la menor.
—...Esto es irónico.—susurró la menor, dejando de observar la esponjosa cola de Shin.
Adara miró hacia al frente y Shin abrió una puerta, lanzando a Adara sobre la cama mientras él cerraba la puerta.
—¿Qué crees que haces?—dijo Adara con enojo, reincorporándose en la cama.
Shin se acercó hacia la cama y se acostó a lado de Adara, mirando al techo con sus brazos flexionados hacia atrás.
—Las sirvientas no deben protestar.—dijo Shin, sin quitar su mirada del techo.
Adara fruncio su ceño.
—Yo no soy una sirvienta.—dijo ella, cruzándose de brazos.
Shin apartó la mirada del techo y miró con seriedad a Adara.
—Ahora lo eres. Y si te resistes, te mandare de vuelta al lugar donde estabas.—dijo Shin, con neutralidad en su rostro.
Adara pasó saliva con fuerza y desvío su mirada.
—¿P... Porqué tienes un parche en el ojo?
—dijo ella, tratando de alejar el ambiente tenso.—Eso no es de tu incumbencia.
—dijo él, con brusquedad.—Isi ni is di ti incimbincii.
—murmuró Adara por lo bajo.Shin apartó la mirada del techo de nuevo, y la dirigió hacia la pequeña.
—¿Qué has dicho?—dijo él, acomodándose y mirando a Adara de frente.
—Que... ahm... ¿nada?—dijo ella, nerviosa. Para disimular, sonrió tiernamente. Shin la miró con la misma seriedad y ella miró hacia todos lados, intentando buscar algo.—Voy... Voy a dormir—dijo ella, más como una pregunta, cogiendo la sabana y cubriéndose hasta la cabeza con ésta.
Shin rió levemente, y luego se quedó pensando por varias horas, él no podía creer que una niña pequeña tuviera el suficiente poder como para destruir un país entero. Sonrió ante tal cosa y luego observó a Adara, quien ya se había dormido y se había dado la vuelta, quedando frente a Shin, el mayor observó cada detalle de la pequeña, su blanquecino cabello alborotado, sus mejillas rosadas, y sus labios entre abiertos.
Él sonrió al ver la belleza de la pequeña, soltó un suspiro de cansancio y decidió dormir.••••••••••
ay dio.... Me duele la cabeza :'v
Esperen, esperen....
Acabo de ver una imagem que me hizo reír.... Lo dejo por aquí...
Me wua dormir v:
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Hermana menor: Experimento [D.L] (EDITANDO)
FanficKarlHeinz tuvo una nueva hija. Y Adara era la pequeña hija del Rey Vampiro. KarlHeinz decide implantarle uno de sus mejores experimentos, con él fin de crear una nueva raza mas poderosa. Y la nueva raza era Adara, una pequeña niña. Una niña inocente...