—Adara, tienes que entrar, está empezando a hacer frío.
—ordenó Carla desde la cocina.
Los ojos de Adara tomaron un color carmesí, haciéndola regresar a la realidad.—Umh... Ya voy, nii-san.
—dijo Adara, entrando por la ventana de su habitación, la cual también era la de Shin. Adara camino con prisa hasta la cocina y observó a Carla. Él no se había movido de la cocina en ningún instante, tan solo se había quedado esperando a que su pequeña hermana entrara.—Adara—dijo un tanto serio—, tendrás que ir al instituto.—avisó el mayor, mirando a su hermana menor quien pareció un tanto incómoda por la noticia.—No te preocupes, te acompañaré el primer día.
—No soy tan inutil, nii-san... ¿Y Shin, dónde está?—preguntó ella, mirando hacia todos lados, sin prestar mucha atención a lo que le había dicho su hermano. Relacionarse con otras personas no era su fuerte, pero el mayor no iba a permitir que ella se negara.
—Está en el jardín con sus lobos,
—dijo él, tomando un vaso de agua, y apoyando su cadera en la mesa. Adara asintió y se acercó a él, rodeando su cuello con sus brazos, y depositando un cálido beso en su mejilla; un gesto que no molestó al chico ya que estaba acostumbrado a ese tipo de afecto por parte de la menor.—Iré a buscarlo, te veo luego.
—dicho esto, la Tsukinami corrió hacia el jardín, escaneando rápidamente el lugar para dar con Shin. Al observar a su hermano con un grupo de lobos, la albina se acercó sigilosamente y abrazó por detrás a su hermano, ocacionándo que éste se sobresalte.—¡Adara! —exclamó él, poniéndo su mano en el pecho y respirando con dificultad.
Adara rió levemente y posó su mirada en el grupo de 5 lobos. Su expresión fue una de sorpresa al no poder reconocer a ninguno, pero se impresionó aún más al ver a un pequeño entre ellos.
—¿Son nuevos? Nunca los he visto por aquí.—dijo Adara, sentándose y acariciando el pelaje del pequeñin.
—Lo son, vienen desde muy lejos.
—dijo Shin, sentándose a lado de Adara mientras acomodaba sus lentes. Se impresionó al ver lo pasivos que eran con Adara.—Oh~ ¿Vienen por ti?~—canturreó la albina, dirigiéndole una sonrisa traviesa a su hermano. Su mirada denotaba diversión, y sus cejas se movían como olas cuando lo decía.
Shin se sonrojo levemente y luego sonrió, encogiéndose de hombros. Su hermana siempre lograba avergonzarlo, pero eso no le incomodaba en nada. Era divertido mientras no se exceda.
—No tienes porqué avergonzarte, son tus amigos.—dijo ella, sonriendole cálidamente a su hermano. Los majestuosos animales apreciaron el escenario, y aunque la recién llegada parecía ser muy cariñosa, su cuerpo lucía muy tenso.
De pronto, pequeños copos de nieve comenzaron a adornar el paisaje de espesa blancura, haciendo que el ambiente se tornara nublado. Shin miró levemente sorprendido a su sonriente hermana, seguramente la felicidad de la menor estaba creando ese hermoso espectáculo, y unos pocos rayos del sol empezaban a aparecer, anunciando un frío amanecer. Shin rió levemente, captando la atención de su hermana, quien también rió levemente. Adara abrazo cálidamente a su hermano y este le correspondió, hundiendo su rostro en el largo cabello de la chica. Shin podía sentir el tranquilo palpitar de su corazón, y la debilidad con la que la menor comenzaba a apretar. Cuando se dio cuenta, Adara había caído rendida, fruto del extremo frío que hacía a su alrededor. Sus delgados brazos cayeron a un lado de su cuerpo, y su sedoso cabello escondió su pálido rostro. La nieve comenzó a cesar, mientras la pequeña mañana de lobos rodeaban al par de hermanos que se habían mantenido sentados en el suelo.

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Hermana menor: Experimento [D.L] (EDITANDO)
FanfictionKarlHeinz tuvo una nueva hija. Y Adara era la pequeña hija del Rey Vampiro. KarlHeinz decide implantarle uno de sus mejores experimentos, con él fin de crear una nueva raza mas poderosa. Y la nueva raza era Adara, una pequeña niña. Una niña inocente...