3
COINCIDENCIAS
Ethan despertó enseguida y no gracias al sol que entraba por todas las ventanas, ya que no tenía cortinas aún. Sino porque Sally le besaba el cuello y los labios lentamente.
—Buenos días—le saludó la chica con una sonrisa. Era hermosa, muy hermosa. Aún con el maquillaje regado y ojeras prominentes, se miraba perfecta.
Ethan la tomó de las mejillas y la besó lentamente. Cerrando los ojos, el beso fue largo e intenso.
—Me duele la espalda—dijo Ethan ya por último. — Dormir en el suelo no era mi plan. ¿Tú dormiste bien?
—Claro, tu torso es muy cómodo y no te mueves, duermes como una momia.
—Bien, es lo más bonito que me han dicho en años, gracias.
—De nada, por las mañanas suelo ser muy halagadora y muy agradecida cuando la he pasado bien por la madrugada.
—¿Agradecida? ¿A qué te refieres?
Ella con una sonrisa pícara y un aliento podrido por el alcohol, con sus manos delicadas tocó la erección casual mañanera de Ethan, con dedos ágiles empezó a jugar con aquella verga gruesa y dura, ella la miraba con deseo y hambre, le encantaba aquella polla.
—¿Puedo...?
—Amaneces tímida por lo que veo Sally, vamos, no tienes que preguntar. —Sin dudarlo y con un dolor de cabeza terrible, Sally se había metido en la boca aquel mástil grueso sin piedad, primero mordió la cabeza hinchada para luego ir dando lamidas feroces y mordidas leves alrededor de los cojones. Ella estaba dando lo mejor de ella misma, ansiaba poder sentir aquella leche caliente de nuevo que sabía, milagrosamente, tan deliciosa. Cuando Ethan estalló rápidamente ella se se levantó saciada.
—No puedo seguir fingiendo que no tengo resaca—dijo la chica gimiendo por los dolores de cabeza y el estomago revuelto.
—Me gusta esta vista mañanera, es mejor que una puesta de sol en una playa—dijo Ethan observándola completamente desnuda. Ella sin pena le sonrió y tomó del suelo la camiseta de botones de él y se la puso. Luego se sentó en el sofá, apesarada.
—Necesito aspirinas—le respondió ella. Sintiendo el pulsante dolor en la cabeza. —Me está matando el dolor.
—Bebiste mucho anoche.
—¿Por qué me reclamas? Si no hubiese estado borracha no hubiera amanecido aquí.— Respondió ella sabiendo que era mentira, de cualquier modo ella hubiera llegado a ese departamento, sobria o ebria, Ethan estaba ardiente y ella no pudo rechazar semejante hombre.
—No lo sé, pero siento que me engañas.
—Tenía una cita ayer, pero el tipo se durmió. No estaba sola Ethan, tu te aprovechaste de mi estado.
—¡Alto, espera! Ayer te mirabas muy bien y consciente, y no digas que me aproveché de ti, me dijiste que eras mayor de edad.— Ethan se levantó rápidamente preocupado. Buscó su bóxer y se lo puso. — ¡Maldición! Mentiste.
Sally carcajeó.
—Ethan estoy bromeando. — volvió a reír— Oh, tienes que ver tu cara.
Ella se acercó a él.
—Jamás le haría algo así a alguien, sabía lo que hacía y quería al subirme a tu auto. Lo siento, no quería acusarte de nada.
Él asintió y pegó un suspiro de alivio.
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Nosotros Es Igual A Nada
RomanceSally tiene un plan, casarse para evitar que su padre manipulador la deje a cargo de las empresas familiares. Conoce a Ethan, un millonario inteligente, pícaro y encantador que está dispuesto a hacer lo que sea por ella a cambio de sexo. Sally hace...