8. ALEC

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CAPITULO EDITADO.

Maratón 2/5

8

ALEC

Rápidamente Sally se vistió cuando su hermano salió de la habitación, ella salió de ella ya vestida en pijamas y sin darse una ducha. Estaba sudada y despeinada ¿Quién dijo que una mujer luce sexy después del sexo? Nadie en el mundo lo ha confirmado.

—Alec... ¿Qué haces aquí?—preguntó muy incómoda. Su hermano estaba sentado en uno de los sofás con dos maletas de viaje a su costado.

—Já ¡Pensé que estarías feliz día verme! He venido a visitarte hermanita.

—No juegues ¿Y esas maletas? ¿Papá sabe que estás aquí? Creí que estabas en un internado.

—De eso quería hablarte...—susurró Alec—Te resultaré gracioso, verás estoy aquí por tu culpa, me lo debes. Necesitaba, en serio respirar.

Su hermana irritada, se sentó en el otro sofá teniéndolo cara a cara. Eran tan idénticos, los mismos ojos café amielados, labios rosados y sonrisa de conquistadores. Se miraba cansado y con sueño.

—Estoy segura que te pagué los cincuenta de la vez pasada. —Aseguró.

El chico rodó los ojos encolerizado y habló.

—Me lo debes, le dijiste a nuestro padre que soy gay, me mandó a un internado por tu culpa ¡Por tu culpa! Así que lo menos que puedes hacer es ayudarme por unas semanas.

Sally estaba desconcertada.

—No me culpes de nada, yo te hice un favor, ibas a estar en el clóset encerrado toda una vida por miedo a papá, ahora él lo sabe, yo lo sé. ¡Todos tus amigos lo saben! ¿No te sientes fuera de presión?

—¡No tenías derecho! Era mi decisión, era mi vida...no tengo vida desde que papá se enteró. A ti te agradeció y a mí me dio la espalda. Me lo debes Sally.

—No es verdad, él siempre se ha preocupado por ti y por mí.

—Me envío a una academia militar.

—¿De qué te quejas? ¡Había chicos por doquier! —mencionó sentándose.

—¿Por qué eres tan insensible conmigo? No sabes lo que sufrí estando ahí. Tú, así de débil que eres no hubieras aguantado ni dos días. Estar rodeado de algo que no puedes tocar, es horrible, solo aprendes a vivir con ello pero no encuentras una solución para resolverlo, al final te termina consumiendo.

—¿Qué haces aquí Alec?—preguntó Sally ya frustrada.

—Renuncié, y si le dices a papá le tendré que mostrar tu vídeo porno con tus amantes.

Sally muy molesta por el trato que estaba a punto de firmar, le lanzó una de sus sandalias a la cara. Él como ninja la atrapó y se la devolvió.

—¿Y crees que me va a desheredar por eso hermanito?

—Creo que se te olvida que tengo tres vídeos más tuyos hermanita.

—Estoy empezando a odiarte. Pero ya entendí. Puedes quedarte sólo un tiempo. Tú no tienes dinero así que espero que se te quite la manía de grabarme mientras estoy con chicos. Debes conocer la privacidad de las personas. Dormirás en este sofá mientras compro un colchón inflable.

—No es necesario, traigo mi colchón hermanita—dijo con una sonrisa encantadora. —Seremos compañeros de cuarto, como en los viejos tiempos.

La puerta del cuarto de Sally se abrió y Pat salió como al principio, bien arreglado y peinado y como si nada hubiera pasado. Se despidió de ambos y salió.

Nosotros Es Igual A NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora