Nosotros Es Igual A Nada

13. TRAVIESA

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TRAVIESA

Sally entró por la puerta de su departamento con la cara y el espíritu desencajado, sólo cinco minutos al teléfono desbordaron sus planes a futuro. Se sentía ansiosa y muy furiosa. Quería acabar con el mundo, quería asesinar a su padre, a su hermano, destrozar sus muebles y tomarse una botella entera de whisky.

Miró mal a su hermano Alec que estaba ido jugando en la web. Así que Sally tiró la puerta con todas sus fuerzas y dio un grito liberador. Primero lo de Ethan y luego lo de su padre y su manía de controlar siempre su vida. Con la manía de arruinar sus planes, sus sueños.

—Iba a preguntar pero mejor no quiero saber—dijo Alec.

—Púdrete idiota.

—Bien, comencé esa etapa hace días. Tendrás que pedirme otra cosa.

Sally suspiró y caminó hacia su mini bar y tomó la botella y tragó a lo grande, luego aún con botella en mano se enfrentó a su hermano.

—Ethan es un imbécil, hay que buscar a otro idiota que no sea tan imbécil y que no me den ganas de ahorcarlo. ¿Entiendes?

—¡Ay no! ¿Qué sucedió?

—Tiene novia, se acostaba con ella mientras lo hacía conmigo. ¡Agh! imagínate que asco, la tipa era horrible, con una horrible operación...parece una vaca con senos terribles. Imagínate.

—No me esperaba que Ethan fuese tan listo la verdad. Pero es mi culpa, yo te eché como si nada a ese tipo. ¿Quieres seguir con el plan o te olvidarás de él?

Sally se sentó junto a él en el sofá.

—No puedo olvidarme de él.

—¿Oh Sally no fuiste tan estúpida y te enamoraste de él?

—No idiota. Ahora más que nunca lo necesito a mi lado. Papá llamó y no sé cómo diablos se enteró que tengo vacaciones esta semana que viene... Quiere que vaya a visitarlo y dice que está muy enfermo.

—¿Te dijo qué tenía?— preguntó interesado Alec. — ¿Le dijiste algo sobre mí?

—No me dijo nada y yo no abrí mi boca.

—Pues está mintiendo, no tiene nada y solo quiere molestarte.

—No hables así, tal vez sea verdad.

Alec rodó los ojos y gruñó.

—¿Y Ethan dónde entra aquí? ¿Terminaron no es así?

—Así es, terminamos pero eso no significa que haya una pizca repentina de arrepentimiento en mí—aseguró Sally con malicia—Ethan irá conmigo, él es muy agradable y la pasamos bien, a papá le agradará su compañía, el tipo no es un animal por completo, mis cálculos dicen que terminará pidiendo mi mano a final del verano.

—Me encanta cuando piensas así hermana. ¿Pero cómo harás que Ethan se tome dos largos meses para irse de viaje contigo? Apenas se vienen conociendo, no tienes tanto poder.

—Nunca en tu vida dudes de mí Alec. Yo sé lo que tengo que hacer y cómo.

En realidad Sally no tenía ni idea de cómo convencer a Ethan para tal cosa, ni siquiera tenía agallas para llamarlo y decirle que lo perdonaba por ser un imbécil. Peor, un sinvergüenza, descarado y mentiroso, si no fuera por su grave necesidad de librarse de negocios familiares no se estuviera rebajando a tan bajo nivel de integridad. Necesitaba pensar y agendar cada paso de su plan. Todo tenía que ir en orden, no se podía dar el lujo de que todo fluyera espontáneamente.