CAPITULO EDITADO
22
INTRIGAS
Ethan iba a quedarse con las ganas y en una muy mala posición, pésima. Su erección estaba a flor de piel y sin siquiera voltear hacia atrás escuchó que a lo lejos, pero no tanto, se escuchaba el relincho de los caballos y las pizotadas de cada alada. Sin dudarlo tomó ferozmente a Sally de las caderas lastimando la parte media de su espalda y la posicionó detrás de él. Ella sólo se quejó.
— ¡Qué haces! —- lo cuestionó enojada.
— Shh ¿no escuchas? Ya viene alguien, no nos pueden ver así.
— ¡No escucho nada Ethan! - ¡Estás demente!
Diciendo eso, media docena de caballos montados por hombres más feroces aparecieron tras ellos llamándoles, los comandaba James y se había traído a su novia Susan que iba tras él. La escena que presenciaban era de admirar, observaban bien la espalda ancha y musculosa de Ethan y unos brazos delgados y delicados que le rodeaban el cuello.
— ¿Qué están haciendo? —Les gritó James más cerca de ellos.
— ¡Pues que no ves que nos estamos bañando! ¿Estas ciego? — respondió Sally aún molesta con él por lo de Susan.
Ella se aferró más al cuerpo de Ethan, pues una cosa era que Ethan la viera desnuda de cabo a rabo pero no iba a permitir que James la viera otra vez desnuda. Eso le traía vagos recuerdos del pasado que habían gozado juntos. Y que no quería revivir.
— Los hemos estado buscando por horas, y parecen que no lo necesitaban.—afirmó Susan de brazos cruzados.
Los otros hombres sólo esperaban atrás y miraban la escena con gracia.
— ¡Cállate abuelita! — Le aconsejó Sally a Susan.— Al principio si nos perdimos pero no te tengo que dar explicaciones a ti ni a James, que por cierto es el culpable de esto y él lo sabe.
¡Qué demonios dices Sally! ¿Dos días en el campo y se te afectaron las neuronas?
Sally les envío a ambos una mirada acosadora y se atrevió a darle un gasto beso a Ethan que estaba en silencio.
— Sabes bien de lo que hablo James.—Afirmó ella.
— Es mejor que salgan para que nos podamos poner la ropa — dijo Ethan— A menos que quieran verme como lo hago.
Susan sonrió descaradamente como una zorra a Ethan pero James ni se dio cuenta porque se comía con rabia a Sally que estaba en los brazos de otro hombre.
— Les damos diez minutos, no más. El señor Colton está preocupado—prometió James con voz temblorosa.
Todos salieron del lugar y dieron tiempo a Sally y a Ethan para salir del río y cambiarse con su incómoda ropa.
— Perdí mis calzones— aseguró Ethan.
— No te hacen falta— se rió Sally — ¿Qué vamos a hacer con eso? — le señaló la terrible e hinchada erección.
— No te burles, tendré que aguantar hasta llegar a la casa y ponerme sólo los pantalones. Hace mucho no daba unas escenas de éstas.
— ¿A dónde y con quién? — Preguntó Sally celosa.
— Cuando tenía veintiún años, amor. — Dijo poniéndose los pantalones —Un chico llamado Louis y yo teníamos una riña por una chica. Una noche estábamos cerca de una pequeña laguna y discutimos, luego empezamos a pelear, la ropa era incómoda y nos la quitamos. Quedé en calzoncillos y él en pantalones, cuando nos dimos cuenta media escuela nos estaba mirando y decían que éramos novios.
ESTÁS LEYENDO
Nosotros Es Igual A Nada
RomanceSally tiene un plan, casarse para evitar que su padre manipulador la deje a cargo de las empresas familiares. Conoce a Ethan, un millonario inteligente, pícaro y encantador que está dispuesto a hacer lo que sea por ella a cambio de sexo. Sally hace...