¿Diferente? Puede

Por tus ojos caí

Habla Caleb:

No pude dormir mucho esa noche. Me pilló por sorpresa ese beso, no podía sacarlo de mi cabeza. Yo pensé que no había salido bien lo de aquella tarde y tenía pensado irme a casa y guardar el dibujo de Amy debajo de mi almohada para verla todas las noches. Ese beso me dejó totalmente descolocado.

Solo con sentirla quería besarla sin parar, no quería separarme de esos labios dulces y cálidos que me hacían querer más.

Seguí dando vueltas en la cama hasta que decidí que no iba a dormir y me puse a dibujar garabatos sin pensar mucho, pero lo único que me salía era ella sonriendo, mordiendise el labio, suspirando, besandome.

No salía de mi cabeza, entonces me dije para que luchar contra ella. Cerré los ojos y recordé todos y cada uno de los momentos que estuve con ella desde que la vi hasta que se fue. Recordando todo y poco a poco conseguí descansar.

Habla Amy:

Me costó conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en ese beso. No sabía si sentirme estúpida por haberlo echo o afortunada porque me lo hubiera correspondido y no podía olvidarme de cómo me abrazó por espalda y cómo me acarició la cara para acercarme a él. Me sentía totalmente ena... no, no puedo sentir eso tan pronto, es imposible. ¿Y si me utiliza? ¿Y si no le ha gustado como me dijo? ¿Y si no siente lo mismo?

Se me cayó en ima una bruma de tristeza que me hizo desaparecer con Morfeo. Esa noche solo soñé con un gato negro de ojos verdes grisaceos que me consolaba acariciandome con su cabeza.