Su hermana ya estaba sentada en la mesa y me pidió que me sentara con ella. La madre de Caleb se sentó al lado de él.
-Bueno creo que no me he presentado, yo soy Coraline.
-Encantada- dije tímida.
-Mamá tengo sueño y ya he comida la verdura ¿me puedo ir?.
-No es de buenas señoritas hacer eso...
-No importa además la prometí un cuento así que puedo acostarla yo.-dije cogiendo de la mano a Flox- yo ayudo a recoger no se preocupe.
-Bueno, vale.- cedió su madre con un ápice de interés en la mirada.
Flox se levantó corriendo y tiró de mi mano. Me llevó a su habitación y se quitó el difraz y me dejó quitarmelo a mi.
-Venga a lavarse los dientes- la dije corriendo antes de que se metiera en la cama
-¡Aaa es verdad! Se me olvidaba.-salió corriendo al baño y me dejó en la habitación.
Busqué un libro de princesas en su estantería. Caleb apareció por la puerta, me besó el cuello, me agarro de la cintura y cogió un libro de la estantería.
-Este es su favorito- me besó en el hombro y se fue por la puerta.
Flox llegó, se tiró en plancha en la cama, se metió dentro y me abrió el libro.
-Empieza, empieza.
Empecé a leerselo y a la quinta página se durmió.
Volví al salón y la ronda de preguntas comenzó.
Habla Caleb:Mi madre y yo esperamos hasta que terminaron las dos y Amy volvió al comedor.
-¿Está dormida?- pregunto mi madre con interés.
-Si, como un cachorro.- dijo Amy sonriendo mientras se sentaba.
-Y bueno... ¿cuantos años tienes, Amy?
-Pues lo dieciseis.
-Mamá, por favor.
-Lo siento pero hay que hacerlo.
Amy estuvo algo tensa toda la cena y mi madre estaba muy interesada en ella. Acabó con las preguntas y la cena acabó casi a la par; me dió su veredicto en la cocina mientras yo fregaba los platos y ella recogía con Amy.
-Me gusta esta chica. Me voy a la cama, no quiero que hagais nada de lo que pudiera regañarte y acompáñala a casa, es tarde.
Y desaparecío por la puerta. Unos minutos después apereció Amy con vasos en la mano. Los dejó en la pila y me abrazó por la espalda y me dió un pequeño mordisquito y después un beso.
-Hola preciosa.-dije sonriendo mientras seguía fregando.
-Hola guapo, ¿qué tal tu día?- djio ella apoyando su cara en mi espalda y apretandome a ella un poco.
-Pues diría que bien ¿no?; he pasado una tarde con mi chica, me ha dicho que me quiere aunque se que quiere más a mi hermana, ha soportado una ronda de interrogatorios de mi madre y probablemente se le ha olvidado que me está llenando la camiseta de purpurina- ella quitó su cara se mi camiseta y me soltó para coger una servilleta para limpiarse la cara, yo me puse a reir mientras fregaba el último plato y me secaba las manos.
-Ay, lo siento -dijo ella pasandose la servilleta por las mejillas.
-No seas tonta, me da igual-dije acercandome a ella sonriendo.
Ella terminó de quitarse la pintura de mi hermana de la cara y yo me moría por besarla. Ella debió de notarlo, porque al instante siguiente ya la tenía cogida en brazos y ella estaba con sus dos manos en mi pelo, besandome como solo ella sabe. Andé hasta mi habitación y apoyé su espalda en una pared.
-Es tarde- dije entre beso y beso- creo que- me estaba costando muchísimo poder hablar, la mente no me iba precisamente bien en ese momento; el ambiente se estaba caldeando mucho y no era el momento- debes irte- Amy paró y me dejó terminar; se la veía algo sofocada- no quiero que tus padres te castiguen y me maten a mi indiréctamente a causa del castigo.- dije volviendola a besar.
En cuestión de segundos volvimos al mismo ritmo y mi mente dejó de funcionar; la dejé en la cama y me puse encima de ella.
-Si -dijo ella poniendo sus manos en mi cintura y yo baje mis labios hasta su cuello, ella se empezó a retorcer- creo que debería irme- me separé de su cuello.
-Te acompaño.
Los dos estabamos acalorados y la repiración nos era difícil; me quité de encima de ella y me senté en la silla del escritorio y ella se quedó tumbada en la cama.
-No se si es bueno o malo esto- dijo ella recuperando la normalidad.
-Supongo que yo tampoco lo se.
Se levantó y yo con ella. Cogió la carta y salimos por la puerta. El resto del camino procuramos no besarnos mucho, no fuera a ser que nos pasase lo de antes; llegamos a su casa 5 min antes de lo previsto, que consumimos hablando sobre el tema. Llegadas las 12, ella se me acercó me cogió de las manos y con ellas se impulsó para besarme. La sangre nos volvió a arder por eso decidí cortar el beso y despedirla.
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¿Diferente? Puede
Teen Fiction¿Qué pasa si una chica se enamora de alguien que no existe? Pues esa es la historia de Amy y alguien a quien conoció poco después. ¿Quieres conocerle? El copyright esta recogido por la política a nombre de Esther de Nicolás, toda copia encontrada se...