¿Diferente? Puede

Lo que más me gusta es tu corazón

Estaba muy nerviosa; acababa de volver de viaje hacía media hora y dentro de otra media iba a ver a Caleb por fin. Me arreglé lo máximo que pude; me duche pero no me sequé el pelo y me puse unos vaqueros cortos y mi camiseta del gato murciélago; tan nerviosa estaba que casi me pongo dos converse de colores distintos. Faltaban solo 5 minutos que no corrían estaban estáticos hasta que Caleb me llamó y me dijo que ya estaba abajo. Salí corriendo de casa y llamé al ascensor pero no llegaba así que bajé corriendo por las escaleras saltándolas de tres en tres casi.Salí por la puerta y le salté encima;me enganché a su cintura con las piernas, él me cogió del trasero y le besé con tanta pasión que podría haberlo matado si fuera un dementor.

-Me has echado de menos eee- dijo jadeando cuando se me escapó de entre los labios.

-Calla y besame- dije con una sonrisa y trayéndole a mi otra vez.

Estuvimos así bastante tiempo según el reloj y poco según mi opinión.

Me soltó y me bajé y le di un besito en los labios más tranquilo.

-Perdón.- dije roja.

Era para verle. Le había dejado todo despeinado y sin aliento alguno en el cuerpo. Pero sonreía como el que más.

-¿Perdón? ¿por qué? Si no lo hacias tu lo iba ha hacer yo- dijo mientras me atrapaba por la cintura y me traia a él mientras le daba la espalda; empezó a besarme el cuello y el hombro, se me escapó una risa tonta, me hacía cosquillas cuando me mordía el hombro y las orejas. Intente zafarme de el pero me apretó aun más fuerte.

-No te escaparás Amy- dijo riendo.

Al final me soltó un poco y los besos fueron tornandose más tranquilos y sentidos. Me dí la vuelta le miré a los ojos y tenían escritos millones de sentimientos y palabras que querría decirme pero no se atrevía. Le abracé por el cuello y él me abrazó por la media espalda. Pudimos habernos fundido en ese instante en gas y haber volado porque no volveriamos a bajar. Le besé el hombro por encima de la camiseta.

-De veras que eschaba de menos esto- dijimos casi a la vez. Y no se nos ocurrió más que decir.

-¡Chispa, candado, llave, palabra prohibida! - y no paramos de reir.

Esa tarde fuimos a una heladería para celebrar mi vuelta y nuestros 3 meses y medio juntos.

Habla Caleb:

Como siempre Amy no se dejó invitar pero ya me había resignado sobre el tema. Ella se pidió un helado de vainilla y toffe y yo me cogí uno de color azul muy extraño que sabía a dalsi.

Estuvimos jugando con la comida la mayor parte del tiempo. En una de esas me la senté encima de las piernas y ella indignada me trató como un bebé mientras me daba mi helado me dio igual seguía besandome aun así, así que fue el mejor incesto que he podido cometer.

Nos habíamos vuelto más explosivos de lo normal lo achaqué a la lejanía del verano, pero mucho después me di cuenta de que no era así.

Nuestras bromas se tornaron más ardientes y pícaras. Pero la verdad me gustaban. Nos fuimos a mi casa después dado a que tenía un detalle para ella por los tres meses. La senté en el sofá y la traje un pañuelo para vendarla los ojos, sabia que lo odiaba pero me gustaba ponerla nerviosa. Le había comprado un guardapelo con nuestra foto dentro y había escrito otra carta sobre todo lo bonito que me parecía estar con ella y las citas que más me gustaron, no soy muy bueno escribiendo pero lo intento ¿no?

La puse el colgante besandola en el cuello, ella emitio un suspiro entre alivio y algo más que no supe descifrar y la puse la carta en las manos y me senté detrás suya abierto de piernas.

-Quitate la venda -le ordené.

Se la quitó y miró el guardapelo. Era pequeño y en forma de circulo tallado como si fuera un reloj antiguo pero con mariposas.

Luego me besó al ver la fotos de dentro y cogió la carta.

-Leemela en alto princesa -la dije agarrandola por la cintura y apoyando mi barbilla en su hombro.

Empezó a leer y yo por momentos me sentí más arrepentido de haberla pedido eso. Ella se reía en algunas partes y se entrecortaba la respiración en otras. Al acabar, dejó la carta en la mesa de café y se reincorporó y se puso a horcajadas encima de mi y se sentó en mis piernas me cogió de las manos y me dió un ligero beso en la nariz.

-Sabes lo que más me gusta de ti- me dijo mirandome a los ojos.-Me gusta tu frente.- y me dió un beso en ella.-tus mejillas- me las besó lentamente las dos- tu nariz- y me besó el puente- se soltó de mis manos y las puso a ambos lados de mi cara y me beso con intención de ser corto pero la abracé por la cintura y subí una de mis manos a su barbilla y la besé todo lo que pude hasta que se deshizo hábilmente de mi.

- Dejame terminar ansioso -dijo empujándome hacia el respaldo con una sonrisa en la cara mientras yo la hacía burla.- me gusta tu pelo -y me lo acarició- me gusta tu barbilla- y me la besó- tus orejas- y me las mordisqueó haciendome reir.

-No me hagas sufrir más Amy- la dije mordiéndome el labio. Quería besarla pero no se dejaba y me estaba volviendo loco por momentos.

-Shhh, calla que todavía me queda- dijo poniendome un dedo en la boca.

- Me gusta tu cuello- se acercó lentamente y me besó. La sangre que me corría por el cuerpo me ardía.

- Pero sobre todo me gusta tu corazón -dijo poniendome la mano en el pecho.- Me gusta como me miras con tus ojos, como me escuchas con tus orejas, como respiras en mi cuello cuando me abrazas, como apollas tu barbilla en mi hombro cuando te sientras detras mio, como me besas con dulzura y tus manos porque no intentan propasarse nunca y tu corazón porque contiene y cuida todo lo que sientes por mi que yo apenas se y conozco y porque todo lo que haces, lo haces con él.

Me puse blanco en un momento la sangre huyo de mi cara y mi corazón se fue de vacaciones al pais del motor porque iba a mil por hora. Abracé a Amy y la pegue lo máximo que pude a mi y la besé; la besé con ternura, adoración y con amor mucho amor. Oí a mi hermana fuera de casa y aun sin querer bajé a Amy de encima mia y paré nuestro beso ella lo entendió y cogió la play y la encendió para hacer parecer que estabamos jugando.