Por si un hombre lobo aparece...

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Llegé pronto Caleb todavía no había llegado así que, saqué el móvil y me miré en la pantalla para ver si por lo menos estaba aceptable y la verdad no podía quejarme. Mientras me estaba observando, noté que alguien me había puesto la mano encima del hombro me di la vuelta y era él. Me quede patidifusa estaba demasiado guapo en comparación conmigo. Me cogió la trenza y me dijo:

- Me gusta como te queda- y sonrió.

Yo volví a respirar porque me di cuenta de que me estaba ahogando. Después de eso le di un abrazo que devolvió. No quería separarme de él, se sentía una tan bien abrazada por él... Me susurró al oido:

-¿Dónde vamos?

Se me erizó la piel como si me hubieran echo cosquillas.

- Pues tenía pensado ir a una librería que conozco- le decía mientras me separaba de él.

-Mmm bien, me gusta la idea.

Caminamos hablando sobre el día pero gran parte de las cosas las omitía puesto que tenían que ver sobre él. No tardamos mucho en llegar y me separé de el para buscar un libro sobre asesinas para Annie que me había pedido, él se perdió por entre las estanterías buscando un libro de poemas de autores del romanticismo. Yo encontré el libro de Annie y fuí a buscar a Caleb para ver si había encontrado lo que quería.

Cuando lo encontré estaba indeciso entre dos libros.

-Amy, ¿cuál me cojo?

-No se, el que más rabia te de ¿no?, o leete un poema de cada uno de los dos y el que tenga el más bonito te lo quedas.

-Vale.

Me di la vuelta para ojear libros, cuando de repente, le oigo recitar en voz alta un poema de amor de Bécquer. Me atrajo de tal forma su voz que me obligó a sentarme al lado suyo y escucharle de cerca.

Habla Caleb:

En realidad no buscaba nada en si pero pensé ,¿por qué no un poema?

Es verdad lo hice aposta, no se me gustaba demasiado esta chica y la verdad me apetecía decirselo subliminalmente.

-"Podrá nublarse el sol eternamente;

Podrá secarse en un instante el mar;

Podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.

¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón;

Pero jamás en mi podrá apagarse la llama de tu amor."

Me di cuenta de que Amy estaba sentada a mi lado mirando la lectura y por una vez no me puse nervioso, la cogí del mentón haciendo que me mirase y la besé dulcemente en los labios. Cuando se deshizo de mi beso me miró y acarició su nariz con la mia sonriendo. No pude evitar sonreir y dijo:

- Bueno te llevas ese ¿no?

Nos reimos, y fuimos a pagar.

Al salir, me prometí que nunca olvidaría ese momento. Me cogió de la mano y me llevó a un parque me sentó en un banco y me pidió que le contara todo sobre mi, quería conocer a el chico de pelo negro al que le había dejado robarle un beso.

Reimos toda la tarde, de vez en cuando hacía una tontería y me sacaba la lengua o hacía que se enfadaba pero de mentira y a mi no se me ocurria otra cosa que reirme o ponerme a vizquear o ponerme el pelo en la cara y jugar con el. Y ella se reía como una niña y su nariz se arrugaba en miles de arrugitas haciendo más visibles sus pecas.

Habla Amy:

Era todo tan divertido; él, sus caras, sus cosquillas y los hoyuelos en las mejillas cuando sonreía. Sin venir a cuento apoyé mi cabeza en su hombro y le abracé por la cintura, él me abrazó pasando sus brazos a mi espalda. Me sentía especial tanto que me puse a cantar una canción tan estúpida como yo cantando. Se que canto bien pero queda raro ¿no?

-"I'm here without you baby, but you're still on my lonely mind. I think about you baby, and I dream about you all the time. I'm here witout you baby, but you're still with me in my dreams, and tonight it's only you and me, yeah"

Le tapé la boca para que no dijera nada y le sonreí mientras me reincorporaba. Se hacía tarde y era ya de noche y tenía que volver a casa aunque no me apetecía.

-Tengo que irme- dije algo apenada.

-¿Tan tarde es? Yo pensaba que las chicas oscuras como tu jugaban por la noche a ser brujas y a perseguir gatos- se rio y yo me rei con el mientras le daba con el puño en el hombro.

-Vale,vale, entendido- dijo todavía riendose- Te acompaño a casa no vaya a ser que un hombre lobo te rapte.

Se levantó cogiendo mi mano y levantandome a mi.

Me acompaño hasta casa y al despedirse de mi me cogío de la cintura, me acercó a el, puso su mano debajo de mi barbilla y me dio un beso dulce a la vez de apasionado y al terminar me dijo:

-Para que los hombres lobo sepan que no les conviene raptarte.

¿Diferente? PuedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora