¿Diferente? Puede

Por ser tú, Peter

Pasaron unos días y Amy se fue un mes con sus padres a la casa de la playa. La echaba muchísimo de menos. Nos mandabamos mensajes todo el día y algunos venían con una foto de ella en la playa o de algo escrito en la arena; un día me mandó una de un muro de la playa grafiteado con un texto que ponía " las estrellas nunca podran besar a el mar, pero porque no las demostramos que ante la adversidad también se puede". "Supongo que va con segundas "dije en alto cuando lo leí mientras sonreía. Además me enviaba mensajes con poemas oscuros pero que en el trasfondo de ellos emanaba un amor y un erotismo... supongo que esa es su forma de expresar lo que me quiere como yo cuando la dibujo.

Me costaba salir de casa y ya ni mi hermana me animaba; la quería tanto que su falta me hacía sentir como si me hubiera dejado.

Yo no me fui de vacaciones salvo dos semanas a la casa de vacaciones de la sierra de Peter.

Peter estaba raro y distante, muy distante así que decidí preguntarle:

-¿Peter te pasa algo?

-Eee no, no nada.

-Si claro y yo soy rubio venga dime.

-No es nada solo un contratiempo.

-Peter...

- Vale, vale- y comenzo a hablar en susurros.- creo que me gusta Annie.

-¿Annie? Si la conoces de un día.

-Bueno técnica y práticamente no.Le pedí su número para seguir hablando y un día me salto con quedar, yo dije que si, claro y fue una tarde muy especial fue muy...

-Empalagosa pero divertida a la vez.

-Si y ya no puedo sacarmela de la cabeza es tan mona y tan dulce a la vez que graciosa que se me deshace el alma al verla.

-Interesante.

-¿Solo dices eso después de abrirte mi corazón?

-Si, porque así me doy cuenta de que no te gustan solo las tontitas que van a pillar.

Me hizo una llave con el brazo para ahogarme mientras se reía yo me deshice de él y nos reimos juntos. Me alegré de que por fin sintiera y entendiera mi situación.

Habla Amy:

Me sentía destrozada, le echaba tanto de menos que se me habían quitado hasta las ganas de comer. No salía, no queria tomar el sol y la mayor parte del tiempo la pasaba delante del televisor y no paraba de leer sus mensajes. Cada noche me llamaba y me preguntaba sobre el día y era uno de los poco momentos en los que me sentía feliz. Añoraba enredar mis dedos en su pelo, sus ojos verdes, su forma de hablarme.

Algunas noches tuve pesadillas sobre hombres lobo o en las que él se iba y me despertaba muerta de miedo. Un día tuve que salir a la calle lejos para que nadie me oyese y gritar: "¡Te amo Caleb, te amo, no me hagas sufrir más y ven conmigo!" me puse a llorar al instante.

Me animé poco a poco es más conseguí valor para escaparme por la noche a la playa. Esa noche estaba preciosamente estrellada y todas ellas se veían hermosas y yo solo pensaba en todo lo que adoraba de Caleb. Todo se acabó cuando vi a una pareja caer sobre la arena besandose y supuse lo que iba después. Yo también quería hacer lo mismo, también quería quererle de esa manera.