El barco pirata

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Nos pusimos en camino y él me cogió de la mano.

-Estas preciosa- dijo dándome un beso de esquimal.

-Tú ya sabes lo que opino de ti-dije riendo como si fuera tonta.

-La verdad es que a veces discreta no eres- rió con ganas y me besó la cabeza.- ¿A dónde vamos?

- Ya lo sabrás cuando lleguemos- dije misteriosa.

La mayor parte del tiempo estuvo preguntándome e intentando adivinar de a dónde le llevaba.

Cuando llegamos se quedó ojiplático.

-Te amo- dijo besándome toda la cara con entusiasmo y soltándome para mirar a traves del cristal- De veras que te amo y sí me lo pides lo grito.

Me empecé a reir parecía un niño pequeño conociendo a Jack Sparrow. Por lo que se ve acerté.

- Vamos pequeñajo que aun es más divertido por dentro- dije abriéndole la puerta y riéndome.

Él hizo como si no me hubiera escuchado. Entramos y la verdad era más bonito de lo que pensaba cuando estuve este medio día, por la noche era más mágico aun.

-¿Nos sentamos en esa mesa de ahí?- dije.

Era una mesa que daba a la ventana y a la esquina donde todo estaba lleno de velas de todos los colores y formas. Le tuve que cojer de la mano porque parecia que estaba demasiado ensimismado con el entorno como para escuharme.

-Perdón...- dijo él con una sonrisa avergonzada y mirando al suelo.

-No pasa nada- dije acariciándole la mejilla en cuanto nos sentamos.

Pedimos algo de beber y algo de comer,pero tampoco mucho. Ya la tarde empezaba a desparecer.

-Tengo algo para ti- comencé diciendo y le tapé la boca para que no dijera nada al respecto- y quiero que te tapes los ojos.

Cerró los ojos y saqué una caja pequeña y mi móvil. Lo coloqué y preparé todo mientras él se dedicaba a hablarme porque estaba nervioso.

-¿Ya?- dijo el muerto de curiosidad.

-Ya.

Habla Caleb:

Abrí los ojos. Y me enamoré aun más de lo que estaba. Las velas le hacían brillar sus ojos haciéndolos más claros aun. Estaba preciosa con ese vestido,más de lo que ella se pensaba.

Me percaté de que solo la miraba a ella y aparté la mirada y me topé con una caja.

-Amy...- dije mirándola con la típica mirada de "no hacía falta".

-Ábrela y no rechistes- dijo ella sonriendo y empujando la caja hacia mi.

La cogí y la abrí. Casi me caigo despaldas, cosa poco probale, bueno ...es un decir. Dentro estaba el libro que llevaba esperando tanto para comprarme "El sustituto", además la camiseta de Sum-41 y una carta escrita por ella.

Me quedé boquiabierto quise rechazarlo pero Amy comenzó ha hablar:

-Todo esto es por todos los mesniversarios que no he echo nada -dijo ella con la vista gacha.

-Pero no...- me cortó no me dejó acabar.

-Y porque te merecías algo ¿no? Por aguantarme y eso. Pero tengo otra cosa más.

Cogió su móvil, lo desbloqueó y buscó en él.

-Dale al play - me extendió el móvil con un video.

-Yo... ¿qué es?

- Tú dale.

Le dí al play y el video comenzó a correr. Lo había echo con Annie por que se la oía de fondo. Supongo que en el instituto. Amy empezó a hablar. "Hola, amor. Supongo que ahora estaré en frente tuya, aunque no sé si me he ido al baño y te he dejado el móvil para que lo vieras solo"- se rió, miró al suelo y se puso un mechón de pelo tras la oreja- "ya sabes como soy más o menos. Este video lo he echo porque... bueno, ya sabes que te quiero"- después gestiguló un te amo y Annie se puso a pegar grititos- "¡Annie calla! Perdón cielo"- se levantó desapareció del video y oí a Annie salir corriendo.

Paré el video y miré a Amy estaba roja y cambiando de color me reí tan fuerte que casi viene un camarero a pedirme que me calle.

- Mi amor, me encanta.

-Si... bueno... continua- decía bajito mientras rehuía mi mirada.

Le di al play. Al cabo de poco Amy volvió a aparecer."Bueno a lo que iba"- dijo recuperando el aire- "es que solo quería que vieras esto." Cogió la camara y la sacó por la ventana en el suelo estaban escritos nuestros nombres a tiza fuera de un circulo y dentro de este estaba las cosas más bonitas que nos habíamos dicho.

Se me paró el corazón de la emoción. Volvió a retomar la postura inicial y volví a oir a Annie- "pero esto no es lo único, mira dentro, al fondo de la caja debajo del papel blanco."

Levanté el papel y me sonrojé y me morí diez veces por amor. Había echo un poster con la foto en la que aparecemos besandonos en mi casa. Esa era una de mis favoritas. Y lo mejor de todo es que la había enmarcado.

El video se había acabado con Annie diciéndome adiós con Amy.

Amy seguía mirando a la mesa roja por todas partes. Me levanté me senté a su lado en la bancada. Subí sus piernas encima de mis rodillas y la abracé envolviéndola entera.

-Me a encantado Amy, no sé por qué te pones así pero ahora es lo de menos.

Ella me abrazó fuértemente.

-¿De veras?- dijo sacando la cabeza de entre mis brazos. Me miró con vergüenza.

-De veras- la besé el puente de la nariz y ella sonrió destensándose complétamente.

-Y Annie ¿qué era?¿Ayudante de producción?- dije divertido.

-Pues la verdad no hacía mucho.-dijo ella dándome un pequeño beso en la barbilla.

-Mmm...

Nos quedamos abrazados un rato. Después ella se deshizo de mi abrazo y me dijo:

-¿Te apetece dar una vuelta?

-Claro- metimos la caja en su mochila y me la eché al hombro después de haber pagado y como no, a medias. Salimos por la puerta y la gente se giró para vernos salir. Las chicas me miraban como si fuera el mejor y los chicos la miraban a ella con cara de deboción.

Salimos y y echamos ha andar.
Habla Amy:

Hacía algo de frío, pero me puse mi chaqueta. Caleb se puso la suya y me abrazó por detrás dándome un beso en la mejilla.

-Llévame a donde quieras que yo te sigo.- me dijo.

Nos fuimos en dirección a un parque cerca de mi casa. El camino fue tranquilo. Él me contaba sus cosas y yo las mias.

El resto de la noche estuvimos hablando y besándonos y comentando cosas que nos habían pasado.

Tocó irse y él se levantó al ver la hora y me ayudó a levantarme. Me envolvió en sus brazos y me dió un largo beso con dulzura. Cada día le quería más, me inspiraba tal tranquilidad que estuviese a mi lado.

-Te quiero. - dije entre sus labios.

-Yo también te quiero.- dijo entre los mios.

Se separó de mis labios y me dijo:

-Me ha encantado esta noche. No todos los días ceno en un barco pirata o me hacen un video.-dijo acariciándome el pelo y las orejas.

-Ni yo todos los días tengo valor para hacer estas cosas- me reí.

Me acompañó hasta mi puerta y se depidió de mi. Subí hasta casa y cuando me tumbé en la cama, me llamaron.

-Te echo de menos.

-¿Caleb? ¿De verdad?- dije sorprendida riéndome.

-Él mismo que te besa cuando te ve.

¿Diferente? PuedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora