La reina de mis noches

Capítulo 38

POV LAUREN

Una vez fuera de los tribunales, las chicas celebraban victoriosas, yo aún estaba en shock, la mujer que me había torturado y dejado un fuerte trauma esta tras las rejas, todo era perfecto excepto por una cosa, a partir de ahora ya no vería más a Camz, pues me había quedado más que claro que después del juicio ya no nos veríamos, lo cual me destroza por dentro.

Fuimos a celebrar las cuatro a un restaurante cercano, ordenamos una botella de champán y comimos a más no poder, pues ya se había pasado la hora del almuerzo.

— Brindemos por el éxito — dijo Dinah levantando su copa.

— Salud — dijimos todas al unísono.

— Se acabaron las pesadillas — me dijo Camz y yo solo asentí aliviada y muy contenta.

La mesera castaña de unos 17 años, muy atractiva, le coqueteaba descaradamente a Dinah.

— ¿Deseas postre, hermosa rubia? — le pregunta la mesera a Dinah al oído mientras le acercaba sus pechos a la cara, todas nos veíamos intentando no reír.

— Ehh pues — decía incomoda, mientras trataba de enfocar su mirada en otro lado que no fueran los pechos de aquella joven, definitivamente Dinah es una dama — ¿qué dicen ustedes chicas?, ¿pedimos postre?

— Claro — dice Camz divertida — a mí me apetece un pie de manzana.

— Ok — dice la mesera anotando el pedido de Camz sin verla a la cara.

— Yo quiero un helado de fresas — dice Alexa con una sonrisa — Ohh y también me gustaría un...

— Perfecto — dice la mesera cortando a Alexa y escribiendo en su pequeño bloc de notas sin ver a mi amiga y centrando toda su atención en Dinah.

— ¿Y tú hermosa que deseas? — le pregunta con una voz muy sugerente a la abogada, Camila tosió.

— Disculpa... ¿Laura? — dice mi Camz leyendo el nombre de la chica en su pequeño distintivo el cual cuelga de su limpio uniforme — pero no le has tomado la orden a Lauren — me señala.

— Bien — dice la chica en tono de molestia — ¿qué pedirás?

— Un helado de chocolate — le digo con una sonrisa, tratando de no reírme con toda esa situación pues eso sería maleducado.

— Ok — dice anotando — ahora si linda, dime que pedirás tu — dice sonriéndole a Dinah y guiñándole un ojo.

— Mmm, ehh, no lo sé — responde nerviosa haciéndole señas a Camz con la mirada para que la ayude, pero ella la ignora y se ríe muy bajo.

— Te recomiendo el pastel que acaban de hornear, aunque está muy, pero muy caliente — le dice la mesera con doble sentido.

— Entonces ordenare el pastel, gracias.

La mesera se retira y luego todas empezamos a reír.

— Iras a la cárcel Dinah — dice Camz riendo — y si tú eres la abogada, entonces ¿quién te sacara de allí? Jajaja.

— Pero ¿de qué hablas? Si es esa adolescente con hormonas alborotadas es la que se me esta insinuando, además yo amo a mi mujer nunca la engañaría y menos con una niña.