Elsa y Jack frost : Vaya año. [ Terminada]

¡ A la carga!

El amanecer llegó junto a un nuevo día . En la casa de los rebeldes , y de las chicas a partir de ahora, todo estaba en orden. Los pájaros emitían sus alegres cantares matutinos y la ciudad empezó a despertar poco a poco. Todo estava en paz y tranquilidad hasta que.....

-¡AAAAHHHHHHHHHHHH!- se oyó el chillido de Rapunzel, seguido del de Mérida y Anna.

Elsa despertó ante tales gritos y se vió en una habitación que le sonaba mucho. En pocos segundos supo de qué le sonaba pues cierto peliblanco estaba durmiendo plácidamente a sus lado.

Elsa se le quedó mirando durante unos minutos. La verdad es que era adorable con esa carita de angelito , nunca se cansaría de pensarlo ; pero se dió una palmadita mental por centésima vez.

Entonces se volvieron a oír los gritos de la pelidorada y Jack despertó pegando un brinco, provocando que aterrizara en el suelo por el susto.

Elsa se levantó de la cama y , seguida de Jack, fueron a la habitación de donde provenían los gritos .

Abrieron la puerta y se encontraron a una muy nerviosa Rapunzel lanzándole objetos como una loca a Eugene, que se protegía con una almoada pues la pelidorada le llegó a lanzar incluso un radiocasete.

- ALÉJATE DE MI , MALDITO ABUSADOR- le gritaba la chica a punto de darle un ataque cardíaco.

-¡ Rapunzel!- llamó su atención la rubita.

La pelidorada miró a Elsa y se dirigió hacia ella para abrazarla . Poco después aparecieron Anna y Mérida con la cara blanca y también se unieron al abrazo. Kristoff y Hippo aparecieron también , pero el castañito llevaba encima de la cabeza una bolsita de hielo y el rubio un filete frío para bajar la inflamación del ojo morado.

- Elsa , Elsa - dijo Anna con voz de niña pequeña- estos maníacos han intentado sobrepasarse.

- ¡ Pero si las víctimas hemos sido nosotros!- se quejó Kristoff.

- ¿ Y entonces se puede saber porque nos hemos levantado en vuestras habitaciones?- preguntó enfadada Mérida.

- Deberíais darnos las gracias- dijo Eugene- Os estávais muriendo de frío .

- PUES PODRÍAIS HABERNOS TAPADO CON MANTAS Y PUNTO- gritó Rapunzel.

Eugene empezó a reír dejando a las chicas confundidas, como los chicos ya sabían qué iba a hacer el castaño, le siguieron el juego y ellos también comenzaron a reír.

- ¿ Qué os parece tan divertido?- preguntó Anna malhumorada.

- Pues que fingís muy bien- dijo Kristoff con una sonrisa de arrogancia.

- ¿ Fingir?- preguntó confisa Elsa.

- Exacto fingir- respondió Jack con una sonrisa- en realidad os ha encantado dormir con nosotros. Pero no lo demostráis para haceros las fuertes.

- JA!! Qué más quisierais- se burló Mérida.

Los chicos se rieron y se giraron . Rapunzel estaba irviendo de rabia y rencor y no se le ocurrió otra cosa que lanzarle una almoada a Eugene. Los rebeldes se detuvieron en seco y se giraron lentamente con una mirada perversa que a las chicas no les dió buena espina.

- Oh , ahora sí que no sabéis con quien os habéis metido- dijo Hippo  con una sonrisa malévola.

- Lamentaréis habernos atacado por la espalda- le siguió Kristoff.

- Podréis intentar huir ....- empezó Eugene.

-....pero no lograréis esconderos- finalizó Jack.