Elsa y Jack frost : Vaya año. [ Terminada]

Una tarde de compras .

Antes de nada quisiera agradecer los comentarios y votos que he recibido!!! Bueno ya me dejo de tanta chachara y : ¡ADELANTE CON EL CAP !

Elsa , Anna, Mérida y Rapunzel se fueron del lugar con la cabeza bien alta. Si esos chicos se pensaban que las iban a fastidiar , estqban bien equivocados pues nadie se metía con ellas y menos una pandilla de pallasos.

Llegaron a su casa y se fueron al salón para relajarse. Hasta que Anna rompió la tranquilidad:

- ¿¡PERO QUÉ ESTAMOS HACIENDO AQUÍ PARADAS!?-Gritó , y al ver que sus amigas la miraban con confusión les aclaró un poco más calmada- Hay que ir a comprar los vestidos para el baile.

Anna se quedó callada al acabar de hablar pues se dio cuenta de que en el salón tan sólo se encontraba ella.

- ¿ A qué esperas ? Vamonos- le dijo Mérida desde la puerta principal.

Anna dejó atrás el enojo que había cogido y siguió a Mérida hasta un coche donde las esperaban Elsa y Rapunzel sentadas en los asientos.

Mérida se puso al volante y cuando encendió el motor, se fueron hacia el centro comercial. Encontraron un hueco en el aparcamiento y bajaron del coche a toda prisa.

- Será mejor que nos demos prisa si queremos que quede algún vestido.- dijo Rapunzel mientras corría por las tiendas seguida de sus amigas.

Llegaron a una tienda de vestidos para la ocasión y entraron como un torvellino.

- Buenas tardes señoritas- las saludó la dependienta- miren los vestidos que quieran y si necesitan alguna ayuda no duden en pedirla.

Ellas le agradecieron su amabilidad y cuando la dependienta se fue , cada una se fue a buscar un vestido de su gusto, cosa que les duró una media hora.

Al acabar de coger los vestidos se reunieron todas en los probadores y se empezaron a probar vestidos y más vestidos hasta que al fin se decidieron. Elsa se decidió por un vestido celeste que le llegaba hasta tres dedos por encima de las rodillas ceñido al cuerpo, Anna se quedó con un vestido rojo con volantes que le llegaba hasta las rodillas, Mérida obtó por un vestido plateado y con algunos adornos de lentejuelas y , Rapuncel se quedó bien satisfecha con un vestido lila tipo palabra de honor.

Al ponerse de nuevo sus ropas normales, pagaron a la cajera y salieron felices como perdices de la tienda.

- Oigan chicas, no sé vosotras pero yo tengo hambre- dijo Mérida colocando las manos en el estómago.

- ¿ Y cuando no tienes hambre?- preguntó Elsa con sarcasmo.

- Cuando duermo- responsió la pelirroja con una sonrisa.

- Permíteme que lo dude amiga, porque una vez te vi por la noche comiendo un bote entero de galletas mientras estabas sonámbula.- la corrigió Rapunzel provocando la risa de todas.

- Ok , me habéis pillado- dijo Mérida y señaló un puesto de helados- ¿ quién se apunta a un helado?

Las chicas accedieron gustosas y fueron al puesto a pedir unos cucuruchos de helado. Todas tenían su helado escepto Elsa, se fijó en el helado de chocolate que ya quedaba poco y no lo dudó ni un instante:

- Un helado de chocolate- dijo Elsa y otra voz detrás de ella.

Ella se dio la vuelta y se encontró con los ojos azules de Jack Frost.

Se sostuvieron la mirada por unos minutos hasta que la heladera dijo:

- No saben cuanto lo siento pero tan solo tengo un poco y no basta para dos cucuruchos. Pero pueden escoger otro tipo.

- Yo quiero el de chocolate- dijo Jack sin dejar de mirar a Elsa, retándola.

- Yo también lo quiero- no se dejó vencer Elsa.

- Es mío- aseguró Jack .

- No yo llegué antes así que es mío.- dijo Elsa.

-Mío.

-Mío.

Veinte minutos más tarde.

- Oye no te lo acabes todo- decía Elsa mientras intentaba coger con su cucharita un poco de helado de chocolate.

- No es mi culpa que seas tan lenta - dijo Jack luchando con la cuchara de Elsa.

Habían estado peleando hasta que la heladera se artó y les mandó a compartir el helado. La parte buena es que no les había hecho pagar , la pobre mujer tan solo quería desacerse de ellos y sus peleas.

Eugín, Kristoff y Hipo habían llegado y se pusieron en una mesa muy cercana a la de las chicas tan solo para que Jack pudiera tomar su medio helado con Elsa .

- Y no es mi culpa que tengamos que compartir el helado - le reprochó Elsa,- podrías haberte escogido otro.

- Lo mismo te digo - dijo Jack con un poco de picardía en la mirada.

- Que mala suerte que nos haya tocado estar con vosotros- dijo Rapunzel con fastidio.

- Si claro mala suerte-dijo Eugín con ironía al escuchar a la chica- seguro que en el fondo os estáis poniendo como locas de emoción por estar con nosotros.

- Sí, no todas tienen ese privilegio- añadió Hipo con superioridad.

- Si claro, ya veo la cola interminable de chicas- dijo Anna con sarcasmo.- y mira , ya ni veo a la última- hizo una visera con la mano fingiendo observar muy muy lejos.

Elsa se hechó a reír bajando la guardia y Jack aprovechó para arrebatarle el último trozo de helado . Elsa al darse cuenta de su error, miró el envase vacío y miró a Jack.

- Eres un comilón - le regañó Elsa muy enojada .

Entonces a Jack le vino a la cabeza una idea y la puso en práctica enseguida.

-¿ Así que un comilón , eh?- dijo lentamente acercándose a Elsa.

Elsa pasó del enfado al nerviosismo en cuentión de segundos. ¿ Qué estaba haciendo ese estúpido?

- Vaya ¿ahora te quedas callada?- le susurró .

Pero Elsa no pensaba dejarse vencer, a ese juego podían jugar dos.

- ¿ Quieres que me calle? - dijo ella acercándose a él.

Jack no se esperaba para nada esa reacción por parte de la chica,¿ le estaba siguiendo el juego? Jack no quería eso, él quería que ella le temiera. Pero tenía que admitir que esa parte de ella le atraía . Enseguida se dió una palmada mental al analizar sus pensamientos.

- Sí cállate- dijo un poco seco , cosa que le provocó una pequeña confusión a Elsa por el repentino cambio de humor del joven.

Mérida miró su reloj de muñeca y se alarmó notablemente.

- O no, chicas vámonos sino no nos dará tiempo de arreglarnos- dijo levantándose de la silla al igual que sus amigas.

- ¿ Qué pasa ricitos, ya te vas?- dijo Hipo fingiendo estar apenado.

Si las chicas no hubieran tenido tanta prisa, Mérida le abría dado tal paliza a Hipo que sus ropas estarían pasadas de moda. Pero tan solo se limitó a sacarle la lengua y a dirigirse hacia el aparcamiento. Las chicas se sentaron en el coche y olvidaron a los pallasos para concentrarse en otra cosa más importante: el baile de la noche.

Espero sinceramente que os haya gustado. Porfis voten y comenten . Siendo sincera , siento mucho haber tardado tanto pero es que tenía examenes y todo eso. Pero no os preocupéis que subiré lo más rápido que pueda y cuando hago una promesa no la incumplo jamás. Besos!!!♥♥♥♥♥♥