Capítulo 54

68 10 40
                                    

Lila, guarida y yo. Guarida, Lila y yo. Eso era lo que mi cerebro fabricaba en estos momentos de alta tensión. Aparentemente algo había cortado la comunicación entre Demoilustrador y nosotros, dejando a Lila más irritable que antes.

—Bien, es tu elección. No digas que no te lo advertí.

—Mi amigo está en camino.

—Lo sé, ¿no crees que es la trampa perfecta?

—Espera...

—Las emociones a veces llevan a tomar decisiones impulsivas. Déjame ver, dos amigos discuten, luego uno quiere rectificar su error y la otra sigue a su cerebro. ¿Qué oportunidad tendría de tener ese miraculous por mi cuenta?

—Ninguna. Podrás considerar, a Chat, leal justo y caballeroso, pero para nada es un tonto.

— ¿En serio? —cuestionó Lila, ahogando una risa.

Su peso continuaba recostado sobre una caja, la luz de la luna ingresaba lentamente, tanto así, que hasta le proporcionaba un toque tétrico e inusual al lugar.

En mi caso, permanecía intranquila, sabía que Chat era el causante del corte en la comunicación, y por ende, el que había atacado, de improvisto, a Demoilustrador y, confiando es su juicio, muy pronto estaría aquí.

—Pondría mi cabeza en juego.

—Piper, Piper... luego dirán que no soy buena... Primero revisa bien tus cartas y, después, lanza el as.

—Tus metáforas son tan estresantes como Luka.

—Las tuyas también y no me quejo, además... — se detuvo y levantó la mano en el aire—. Tres, dos, uno...

Y conforme levantó la mano, uno a uno sus dedos volvían a ocupar su posición original, formando una especie de conteo regresivo. Un grito se escuchó de afuera, entonces, la puerta quedó destrozada, permitiéndome ver una silueta. Era Chat.

— ¡Piper!

Pero antes de siquiera responder a su llamado, Lila gritó:

— ¡Chat! ¡Chat! —corrí y le cerré la boca con ambas manos.

Levanté la vista, en busca del héroe gatuno, pero, para mi sorpresa, una pared había tomado el lugar de mi compañero, dejando a la imaginación el origen de unos golpeteos, provenientes de la estructura.

—Justo a tiempo —dijo, quitando mis manos de su cara.

— ¡Retira esa pared!

—Ya te lo dije, no fui yo.

—Se des-transformará si utilizó el cataclismo en la puerta.

—Culpa suya o... tuya. Si ambos no fueran tan leales y tercos o si tú no hubieras intervenido, quizás el sufrimiento pudiera ser menor.

— ¡Bien! Sí, tienes razón, todo es mi culpa, sólo... quise apresurar las cosas, darles un final feliz.

—Consigue sus miraculous y todo esto terminará, ellos tendrán un final feliz y tú podrás continuar con tu vida.

—No más sufrimiento, no más pérdidas.

—Exacto, sólo dame la mano y el trato estará sellado.

La tentación se colocó sobre mí, seduciéndome con su voz de sirena... podría liberar a mi familia, le daría un final feliz a este mundo y recuperaría a Nath.

¿Qué podría salir mal?

— ¿Cuál es la trampa? —pregunté.

—Ninguna. Vamos, Piper sé que quieres, por primera vez, en tu vida, sigue a tu instinto.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora