Capítulo 98

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Resultó ser más sencillo de lo que imaginaba. Alya, se ofreció a acompañar a Luka de vuelta al instituto, guiando al Maestro Fu en el proceso y esperando a la fase final del rescate de mi familia. Incluso, le había dado las espadas sai que había tomado del despacho del Maestro Fu, para que sirvieran de protección frente a cualquier amenaza. Por otro lado, Chat noir, Ladybug y yo —nuevamente, bajo el manto de Volpina—, nos dirigiríamos al lugar, en el que esperábamos, que Hawk Moth estuviera escondido. La Guarida.

—Una vez más, ¿cómo logramos desakumatizar a Hawk Moth? —preguntó Chat, revisando varios metros de paredes, en caso, de que existiera alguna entrada secreta.

—Ladybug y tú deben activar la perla del corazón, dentro de esa bombilla —expliqué siguiendo el ejemplo del rubio. De igual manera, no se perdía nada más que tiempo, al buscar un método inusual de entrar a la guarida—. Crearé alguna distracción, lo suficientemente grande, para darnos tiempo. Si llegamos a esa parte, tenemos la mitad de la batalla ganada.

—Debe durar lo suficiente para que puedas liberar a tu familia y encontrar a Nathaniel y al Sr. Agreste —intervino Ladybug, girando la bombilla en su mano, considerando el nivel de suerte, del que dependíamos, para que nuestro plan, de hecho, tuviera éxito.

—Sería mejor si le regresamos el control a ambos de sus cuerpos. Si todo sale como lo tenemos planeado, deberíamos estar a tiempo para un último baile, como Cenicientas... o bueno, Cenicientos —una risita, que no podía describir como nerviosa o ansiosa, escapó de los labios de Chat, mientras insertaba una de sus garras en la unión de los ladrillos.

—Yo que tú, tendría cuidado con las uñas, no creo que haya tiempo para una manicura improvisada —nuevamente, la voz más reconocible, la que coronaba mis pesadillas, venía a interrumpir mi tan cómoda paz.

—Lila —bufé, encontrándome a medio camino con sus ojos verde oliva.

Aún después de tanto tiempo, no lograba encontrar emoción alguna que se reflejara en estos. Era como si su alma estuviera vacía y un hoyo negro, creado como defensa personal, había reemplazado a sus pupilas. Un escalofrío me recorrió la columna, erizándome los pelos y provocando una mirada de escepticismo sobre su figura.

—Vengo en son de paz —declaró, levantando sus manos en el aire, por su puesto, con su flauta bailando entre sus dedos.

— ¿Cuántas veces has dicho eso? Ya me estoy aburriendo del mismo discurso —la confrontó Chat con las manos en sus caderas—, se vuelve repetitivo y aburrido y predecible y...

Él entrecerró sus ojos, callando en el momento en que se había asegurado de dejar su punto en claro; de la misma forma, intentó adivinar los motivos detrás de la aparición de Lila, su ayuda nunca era gratis y mucho menos barata. No obstante, la seguridad con la que Chat se escudaba de Lila, se desvaneció, tan pronto como la castaña comenzó a acercarse, y él se apresuró a posicionarse detrás de Ladybug.

—Bien, bien, lo entiendo —su voz tomó un tono familiar con una diminuta pizca de sarcasmo, se encogió de hombros y con una sonrisa, dijo algo que nunca pensé escuchar de ella—, tienes razón. Me considero muy volátil, desleal, traicionera, y además, he vencido a Piper dos veces seguidas.

— ¡Oye!

—Luego los reclamos —espetó avanzando a la pared menos interesante, una superficie completamente simétrica, con cada ladrillo alineado entre sí—, incluso sabes muy bien las razones de tus constantes derrotas. Eres impulsiva, demasiado confiada y muy poco astuta.

A medida que Lila hablaba, varias escenas, de anteriores situaciones, regresaron a mí como el torbellino en la dimensión del poder absoluto, dando a relucir las cualidades de las que menos me enorgullecía. La noche en que creé miles de ilusiones de Nath, solo para drenar mi odio contenido, aquel día, mis impulsos me dominaron. Igualmente, me confié de más en el instante en que creí poder vencer a Lila en una batalla cuerpo a cuerpo, y fui del todo menos astuta cuando enfrenté a Hawk Moth, sin un plan ni refuerzos, en su propio territorio. Mis errores daban frutos y no estaba en mi lista de deseos, probar uno, pero no siempre se obtiene lo que uno quiere.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora