Capítulo 77

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Antes de que pudiera pensar en una nueva frase para expresar la angustia que estaba sintiendo, el chico tomó la ventaja y bajando las escaleras, preguntó:

— ¿Desayunaste?

Él no tenía el derecho de preguntar aquello luego de haber dicho lo anterior, aunque eso no impidió que pasara mi lengua sobre mis labios secos, delatándome yo misma al tiempo en que Nath me dedicaba una mirada de desaprobación como si él nunca lo hubiera hecho.

—Algo así —respondí cruzando los brazos sobre mi pecho.

—Ten —me lanzó una manzana que ni yo sabía de donde la había sacado, esta voló por los aires y aterrizó con gracia sobre mi mano—, come algo y luego discutimos lo del trabajo. Por poco no legas ni a la primera hora.

— ¿Qué tenemos? —cuestioné masticando un pedazo de fruta mientras el pelirrojo me acompañaba al interior del instituto.

—Creo que química.

Para cualquier persona que no estuviera en sus cinco sentidos aquella respuesta habría sido completamente extraña y eso me incluía, por el hecho de no haber dormido bien o encontrarme pensando en los locos planes de Hawk Moth.

Una mirada de extrañeza le fue brindada, de mi parte, al pelirrojo que sólo sonrió en señal de haber entendido los varios sentidos que fuera de contexto hubiera tenido la frase, intenté relajarme y viendo el otro lado de la moneda manifesté mi gusto por la asignatura.

—Excelente, estoy lista para acabar con algunas cadenas —dije después de los segundos más incómodos de mi vida.

Nath lo notó e indispuesto a entrar al aula sin una explicación convincente, aceleró el paso y se colocó frente a mí, cerrando el mío.

—Te pasa algo y aun no logro deducir qué es —infirió chocando con suavidad su puño contra sus labios—. ¿Ocurrió algo diferente en la reunión con Couffaine?

"Cantó, bailamos y quedamos como amigos" pensé.

—Define diferente.

—Piper Smith...

—No, no pasó nada de lo que me arrepintiera, mi querido amigo pelirrojo —expliqué con sinceridad mientras me empinaba un poco y alborotaba su melena de fuego.

En un intento por reparar el desorden que había causado se pasó sus dedos por las llamas, pero lo único que consiguió fue distraerse y aprovechando lo rodeé y seguí caminando.

Al ser Nath tan insistente como era, no se rindió y apresuró sus pasos, llegando nuevamente a mi lado.

—Bien, si tú no me lo dices... creo que usaré esa conversación pendiente con él —declaró levantando sus manos con una falsa inocencia.

Si permitía que el pelirrojo a mi costado hablara con Luka, la sorpresa estaría sumamente comprometida, una vez que Nath lo supiera la voz correría hacia Lila, Juleka, Rose y así sucesivamente hasta llegar a Marinette o Hawk Moth —en el peor de los casos— y ahora no tenía tiempo de ponerme a pensar cuál de las dos alternativas sería peor.

Era un claro "hell to the no".

—No. Escúchame, Nathaniel Kurtzberg, te prohíbo que te le acerques o le hables, si no quieres arruinar... algo o ser parte de más problemas, más te vale no meterte en asuntos que no pudiste manejar —le espeté clavando mis uñas en su chaqueta.

—Vamos a clase —sentenció sacudiéndose el área afectada y dándose la vuelta musitó lo suficientemente alto como para enterarme—. Parece que te importa demasiado.

Entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora