Juego Cruzado

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Aun se encontraba preocupado por aquella joven rubia de la camilla de ambulancia; no era que le interesara su estado de salud o que siquiera deseara saber su paradero, sino que significaba un cabo suelto que podría delatarlo en la menor oportunidad. Estaba seguro que la habia glamurizado para que lo desconociera en su totalidad en caso dado de verse atrapado. La pregunta era, ¿A dónde habia ido?, estaba seguro que la chica no se habia retirado de la ambulancia cuando Hermione y el pelinegro se encontraban a solo unos metros de distancia.

De ser el caso; hubiera hecho ruido al alejarse aunque deseara hacerlo a hurtadillas, sin embargo la chica habia desaparecido como si la misma ambulancia la engullera cual pedazo de carne. Debía reconocer que ese hecho era producido por su buena estampa o lo adjudicaba a un poder divino. Dio un largo suspiro mientras casi llegaban al campo de Golf donde los demás estarían esperando para poder jugar unas cuantas partidas.

Harry aún tenía sus dudas, estaba seguro que la jovencita rubia tenia dos orificios hechos por un chupasangre, por lo que tendría mucho trabajo en los días venideros. No se habia puesto a pensar que su nuevo cargo le absorbería sobremanera a tal grado de no tener planes para una luna de miel; sencillamente Ginny se enfadaría a dimensiones colosales de solo saberlo.

La castaña aún pensaba en los sucesos ocurridos en Nueva York, había escuchado de los casos sucitados en Central Park, el ataque a su vecina, y ahora este debían ser provocados por el mismo chupasangre. Si Harry llevaba esas evidencias a laboratorio encontrarían seguramente que las marcas dentales coincidirían con el mismo patrón. Es decir, el mismo vampiro.

Estacionaron el coche en el aparcamiento para después bajarse y tomar las cosas. La castaña habia llevado una mochila con su atuendo deportivo, Damon en cambio solo tenia unos pantaloncillos comodos con los que claramente sus atributos se marcaban de manera discreta, constaba de una camisa tipo polo con un lagarto bordado de marca reconocida, una gorra en color hueso  y un par de guantes blancos que le prestaba Harry en el trayecto al campo de Golf.  Hermione lo encontraba sumamente atractivo, pues podía jurar que cierto brillo en los ojos de aquel hombre junto a ese atuendo relajado lo hacían lucir mas sensual de lo esperado.

--Voy a cambiarme, en seguida los alcanzo—Indicaba la chica cargando su mochila y disponerse a ir a los vestidores.

--Estaremos en el lado Oeste, me lo acaba de confirmar Ron—Respondía Harry.

--¿Quieres que te acompañe cielo?—El pelinegro de ojos aguamarina esbozaba una sonrisa haciendo que Harry arqueara una ceja.

--Pueden tardarse el tiempo que quieran—Guiñaba el ojo.

--¡Harry Potter!

--Hermione Granger—El chico de cicatriz en forma de rayo la arremedaba con los ademanes respectivos. Definitivamente a Damon comenzaba a caerle muy bien. Entre tanto la castaña negaba lentamente con la cabeza indicándole a su acompañante que se adelantara con Harry, ya que no se tardaría mucho en mudar de ropa.

Damon no tuvo mas remedio que aceptar, y a regañadientes se dirigió al campo de golf tomando los palos que colocaron previamente  en la cajuela. Hermione se encaminaba a los vestidores aun pensado en el descabellado comentario emitido por su amigo, no podía creer que ambos comenzaran a sentir cierta complicidad. Pensaba que no era correcto hacer que tuvieran algun tipo de amistad o cercanía; después de todo, aquello no iba a durar mas que solo una semana para después inventarse un buen pretexto sobre el rompimiento.

Llegaba a los vestidores introduciéndose a uno de los cubiculos cerrando la puerta, posicionaba la mochila para sacar el atuendo que usaría esa tarde. Debía reconocer que su lado deportivo estaba mas dormido que el perro de tres cabezas que alguna vez burló para llegar al sitio donde se resguardaba la piedra filosofal; sin embargo, haría el acto de presencia respectivo para poder ver a sus amigos tan felices.

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