Hey, estupido ⏩ Shawn Mendes

↘️Capítulo 15↙️

Bien, yo puedo hacerlo... sí, sólo tengo que acercarme a él y hablarle.

¡Pero no quiero hacerlo!

Pero tengo que hacerlo.

—Ve, ahora— Kate me da empujones..

—No creo poder hacerlo, Kate, lo mejor es que hable con Nash y le diga que no podré seguir con esto— susurro hacia ella.

—Estás totalmente mal si crees que yo dejaré que te vayas de aquí sin si quiera intentar hablarle, ¿qué te ocurre? Le hablaste desde comienzo de año, ¿qué es distinto ahora?— ella reprocha enojada, pero sin embargo no dejamos de susurrar.

— Porque ya me cansé de que él me trate mal. Imagínate, antes me trataba mal sólo por hablarle y ustedes quieren que lo invite a ir al cine, están dementes.

—No pierdes absolutamente nada con preguntárselo.

—Pierdo completamente mi dignidad.

—Kendall, basta. Ve allí, ahora.

Tomo todo mi valor y camino hacia él.

Extrañamente está sólo y extrañamente hoy llegó temprano a clases... algo me hace creer que Nash tuvo algo que ver en todo esto.

—Hey— suelto cuando me siento junto a él.

—¿Qué quieres?— él suelta su teléfono y me mira fijo. Su voz suena dura, como si estuviera enojado.

—¿Sabías que tú actitud hacia mí es muy cambiante?— él me mira entre enojado y confundido.— Me refiero a que un día, por así decirlo, me tratas... bien, creo. Pero hay otros en donde me tratas horrible, ¿porqué?

—A veces te trato "bien" porque me das muchísima lastima, ¿sabes?... quiero decir, que tú creas que alguien como yo podría salir con alguien como tú es...

—Basta, por favor no quiero escuchar lo que sea que estabas a punto de decir, eso duele.

Él deja de mirarme. Masajea sus sienes por un momento y luego vuelve a mirarme:— Bien, lo siento, ¿qué quieres?

—Quería hablar contigo sobre tú regalo de amigo invisible— yo suspiro.— Ya no es un secreto que tú eres mi maldito amigo invisible por lo que necesito que me ayudes a conseguir tú propio regalo.

—No necesito ningún regalo de tu parte, Kendall.

Creo que es la primera vez que me llama por mi nombre y... oh dios.

—Claro que sí... tenía pensado regalarte lo común, que serían dulces y eso... pero odias lo dulce.

—¿Cómo mierda sabes eso?

—Soy muy observadora.

—Oh, olvidé que estoy hablando con la loca enamorada de mí— giro mis ojos ante sus estúpidas palabras. Él sonríe.

—Como sea... lo pensé y creo que estaría bien regalarte dos entradas para el cine. Así de esa forma puedes tener una cita con Claire.

Bien, bien, bien. Ese para nada era el plan. Pero, por lo poco que sé, Claire se irá con sus padres unos días del país, al menos eso es lo que escuche que mi madre dijo.
Por lo que sí ella no está aquí y si Nash hizo bien su trabajo, él aceptará en ir conmigo.

—Claire no estará aquí por unos días.

—Oh, bueno... puedes invitar a algún amigo o amiga.

—No lo creo— él se para y comienza a agarrar sus pertenencias. Aún faltan quince minutos para la clase y creo que lo molesté lo suficiente como para que ahora quiera irse.