2: El cómo y por qué.

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Capítulo corregido: 23 de Abril 2015.


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—Compañero...—susurra Jongin, asomando su cabeza, teniendo así una mejor vista del bulto tapado de su colega, Do Kyungsoo—. ¿Estás despierto, compañero? ¿Hola? ¿Lo estás? ¿No? ¿Sí?—cada susurro se va tornando más cansador y denso que hasta el mismo proveedor de aquellos sonidos intolerantes se irrita de su propia voz.

Su compañero está acostado en su respectiva cama, dándole la espalda al moreno y tapado hasta el cuello. Jongin bufa y vuelve a acomodarse entre las cálidas sábanas, mirando el techo con cierto sentimiento de aburrimiento.

Al parecer, su compañero de cuarto no es tan divertido a la noche. Ni a la mañana, ni a la tarde, ni nunca. Su compañero de cuarto parece ser demasiado ermitaño y, aunque tiene el rostro de niño bueno...no, las apariencias sí que engañan. Do Kyungsoo puede aparentar ser un niño bueno a la primera impresión, pero cuando abre su boca y deja fluir las palabras, no es un niño bueno para nada.

Jongin se remueve por quinta vez, llamando a gritos al sueño para que se lo llevase y lo despertase luego. Pero es imposible. No tiene sueño, más bien está con ánimos de saltar en la cama o hacer algo; quiere interactuar con su compañero de habitación. Jongin quiere divertirse, no quiere dormir.

El de piel morena estuvo todo el día de aquel domingo junto a sus mejores amigos, Sehun y Luhan, recorriendo la Universidad más cómodamente.  Se encontró en varias ocasiones con Sooyeon, pero el mayor de los tres lo había amenazado con golpearlo fuertemente contra la pared si le dirigía la palabra. Jongin, asustado porque Luhan era de temer, aceptó aquello, pero aun así las miradas de ambos se juntaban cada vez que cruzaban caminos, al igual que algunas sonrisas coquetas y provocativas. Jongin se está volviendo loco por aquella chica y ni siquiera sabe nada de ella más que su nombre.

Más tarde, almorzaron en la habitación de Sehun ya que la cafetería aún se encuentra cerrada al ser el día que era. Luhan y Jongin conocieron al compañero del rubio, Huang Zi Tao, un chico de orígenes chinos que se mudó a Corea a temprana edad junto a su familia. Como el compañero de cuarto de Jongin, Zitao tenía el cabello rojizo, a diferencia que el de él es mucho más rojo oscuro mientras que el de Kyungsoo es más claro y con las pizcas de azabache resaltando en sus costados. Debajo de los ojos del pelirrojo había unas pequeñas manchas negras que, según él, eran de nacimiento, pero aun así le daban un aire a un temible panda. Al principio, Jongin había pensado que aquella torre de 1.86 cm era un matón que descuartizaría el delgado cuerpo de Sehun en un abrir y cerrar de ojos, pero eso fue desmentido cuando Tao abrió su boca y liberó palabras, y hasta cuando sonrió de manera tímida. Es de buen carácter, tierno y bastante agradable, cosa que tranquilizó al moreno.

Luhan había insistido en hacer la comida para todos, alardeando de que su capacidad en la cocina era la mejor de todo el mundo, pero se le fue denegado rotundamente hasta por Tao, quien solo lo dijo porque Sehun le había asegurado que la comida de su hermano era incomible. Terminó cocinando Sehun un muy sabroso y apetitoso Bibimbap con tocino de pulpo y arroz junto a otros ingredientes que el rubio se negó a confesar. Aquella comida había quedado exquisita y todos lo alagaron por eso, salvo Luhan que intentaba sacarle cualquier defecto a la comida hecha por su hermano y seguir diciendo que su Bibimbap hubiese quedado mejor que aquel. Claro, nadie lo tomó en serio y se burlaron de él en cara.

Tras finalizar con la comida y limpiar todo, se habían puesto a charlar sobre cualquier tipo de cosas que salieron en el momento, contando anécdotas divertidas y vergonzosas. De un momento a otro, se tocó el tema de los compañeros de habitación y, al parecer, los únicos que no estaban satisfechos con sus compañeros eran Luhan y Jongin.

Mírame. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora