7: Luhan...¡vete de aquí! Parte 2.

9.5K 902 339
                                    

—¿Luhan? ¿Qué ocurre?—pregunta finalmente el menor, entre sorprendido y confundido, observando como el mayor de todos lo observaba con furia. Y Mr. Humor...bueno, él sigue inmerso en sus reflexiones.

—No estoy de humor, Kim Jongin, así que no molestes —espera Luhan y el moreno se encoge sobre sí mismo, negando que algún día su amigo cambiará.

— ¿Qué paso, Lu? —Jongin se sienta con dificultad a su lado, queda así frente a frente con Mr. Humor. Sabe que aquella noche va a ser difícil porque se está sintiendo atraído de forma sexual por aquel muchacho que se supone que es su compañero de habitación y el chico con quien pelea todos los días desde que comienza aquella universidad. Y ahora se le agrega el hormonal de Oh Luhan. Pero claro, ¿por qué Kim Jong In merece un descanso?

— ¡El idiota de Wu Yi Fan! ¿Quién más, Jongin, además de ese idiota? —el más alto se hubiera jalado los cabellos si la mirada de Luhan no estuviera pegada hacia él. Kyungsoo está completamente inconsciente de aquella situación, aun con los ojos pegados al gran ventanal y observa como el cielo se torna gris. Sí, ese día va a llover, al igual que Jongin va a llorar por lo cansado que se siente —. ¡Ese depravado es el idiota más grande que he conocido nunca! ¡¿Puedes creer que estaba teniendo una felación en plena sala con una rubia operada?! ¡En mi sala, en mi alfombra, delante de mis fotos, delante de la foto de mi primita de tres años! ¡El muy hijo de puta! —Luhan pega un golpe al brazo del sillón y bufa indignado, recordando todo a la perfección. Jongin, en un acto de reflejo, se sobresalta y se aleja disimulada y lentamente—. Hablé con el imbécil, pero ¿sabes que me dijo? ¡Que me vaya a la mierda! ¡A mí! ¡Y también insultó a Sehun, el maldito imbécil lo hizo! ¿Puedes creerlo, Jongin? ¡Dijo que Sehun era un...un...! —el castaño se calla de golpe para luego dar otro golpe al pobre brazo del sillón y pararse. Alarmado por lo que es capaz de romper, el moreno lo toma por los hombros rápidamente y lo sienta con delicadeza nuevamente en el sofá.

—Tranquilo, ¿sí? No pasa nada, es un idiota como tú dices, no debes prestar atención. Eres mejor que eso, ¿sabes? No importa, réstale importancia, ¿está bien? —Luhan aprieta con fuerza sus dientes y asiente, calmándose poco a poco. Jongin suspira aliviado y mira a Kyungsoo, sin querer hacerlo pero sin poder resistirse. Aquellos ojos están sobre él, no sobre la ventana. Sus delicados ojos, clavados en las manos de Jongin, las cuales se encuentran sobre el hombro de Luhan. Aleja rápidamente sus manos para dejarlas a ambas en sus costados.

Jongin, simplemente, se pierde en la profundidad de aquellos orbes. Lo absorben, lo atontan. Es algo raro pero aun así sigue viéndolos, sabiendo que sus miradas nunca van a cruzarse. Los ojos de Kyungsoo son otro cielo y Jongin no está listo para ser recibido por ellos.

— ¡Jongin! ¿Dónde está la sal? —la pregunta de Luhan lo saca de su sueño despierto y le genera una fruncida de ceño.

¿Qué? ¿Dónde está? Por favor, no me hagas esto...

— ¡Luhan, no! ¿Qué haces en la cocina? —interroga con miedo. Si el castaño no ha cambiado nada desde la última vez, es obvio que va a querer cocinar para quitar todo su enfado. Y eso no implica nada bueno, nada para nada bueno. No sabe cocinar y a eso se le agrega que la comida va a tener el agrio sabor de la ira de Luhan. La experiencia de Jongin es suficiente para saber que eso no es para nada delicioso.

El mayor lo ve aburrido, levantando la olla vacía en lo alto y hace una mueca de obviedad.

—Voy a cocinar Bibimbap —dice y vuelve su atención a los ingredientes —. Pero no tienes sal, ¿creo? —Jongin niega frenéticamente.

—No es necesario que cocines, en serio. Con Kyungsoo ya comimos, ¿a que sí, compañero?

—No.

Mírame. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora