Mírame. [KaiSoo]

5: Cambio de planes.

Cuando la hora del profesor Han finaliza, Jongin es llamado aparte para, claramente, ser regañado por el hombre mayor. El moreno asiente y asiente, prometiendo concentrarse en las próximas clases. En el momento que sale de allí, Sehun y Tao lo están esperando con sonrisas burlonas impregnadas en ambos rostros, pero la más notoria es, obviamente, la de Sehun.

—No digan ni una palabra —les amenaza con la mirada y ambos muchachos se observan determinadamente; entonces Sehun se encoge de hombros, restándole importancia.

En ese momento tienen un pequeño receso de cinco minutos hasta que la siguiente clase empiece, y también están a la espera de que el profesor Han pegue la lista con sus horarios de clases. Luego de unos minutos, el hombre mayor se digna a aparecer, y deja la lista en la puerta del aula. Una multitud de estudiantes se genera en el lugar, mientras que unos se quejan y otros sacan fotos para no tener que escribirlo.

Jongin se queda a un lado junto a Sehun y Tao, teniendo en mente esperar a que la muchedumbre se disperse para poder echar una mirada a la lista de horarios. En ese momento, Jongin cae en la cuenta de que Sooyeon no se encuentra en su clase, pero aun así la busca con la mirada, esperanzado de encontrarla. Pero no, al parecer la muchacha castaña no se encuentra cerca de él como había deseado.

Logra divisar a Kyungsoo recostado sobre la pared de la clase que ambos comparten y está tentado a ir a hablarle o, aunque sea, bromear sobre los panqueques de esa mañana, sino fuera por la insistencia de Sehun al notar que la cantidad de alumnos acumulados en el rincón de la puerta disminuye poco a poco. Jongin resopla y sigue a su amigo hasta que se encuentra frente a aquella lista. La lee rápidamente, tomándose su tiempo para no saltearse nada. Debe de leerla nuevamente para procurar no haberse confundido o que su mente le está jugando algún tipo de juego mental. Pero no es ni la confusión ni la mente de Jongin. Aquellos horarios son una mierda de verdad, terribles, y vienen uno tras otro, sin dejar respirar a ninguno de los chicos. Lo único que debe de agradecer el moreno es que lo dejan almorzar, pero hasta ahí.

Chasquea la lengua con enfado y se aleja de allí para irse a saludar a Mr. Humor, pero al parecer este ya se ha ido.

—Jongin, ¿qué buscas? —pregunta Sehun a sus espaldas, llamando su atención.

— ¿Eh? Yo...nada, estaba buscando a Sooyeon —miente, pero a la vez no. ¿Dónde estará aquella castaña que lo pone?

—Luhan se enojará —dice el rubio.

— ¿Desde cuándo importa lo que diga él? Sabes que siempre fue muy sobreprotector —se defiende el moreno, encarnando una ceja a su amigo que sólo se encoge de hombros.

—No me gusta verlo enojado —responde Sehun y hace un movimiento con las manos, restándole importancia al tema—. Da igual, tú sabrás que hacer —dice entonces, aunque en sus pensamientos habitan otras palabras completamente diferentes a aquellas, lo va a dejar pasar—. Muévete, ya empezará la siguiente hora que es...—Sehun desvía la mirada hacia los horarios que ha copiado en su cuadernillo—...Matemáticas Avanzadas.

—Mi materia favorita —ironiza Jongin con una sonrisa falsa y sigue a su amigo, yendo hacia el salón de Matemáticas Avanzadas que está a pocos metros del de Física. Tao se les une a los segundos, saludando al chico con el que estaba hablando mientras Sehun no está allí.

Faltan unos pocos minutos para que el receso de finalización y las clases se retomen, pero aun así los tres chicos se hacen presentes en el salón. Los primeros en entrar son Tao y Sehun, sentándose juntos en los bancos de la fila del medio. Jongin ha sido acorralado por una chica de cabellos dorados y claras extensiones, sin tener en cuenta el exceso de maquillaje.