9: Y a la mañana siguiente...

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La puerta es tocada incontable de veces, una y otra vez con insistencia, haciendo que el sueño de Jongin se viera interrumpido. Parpadea y se saca la saliva de su boca, tallándose un ojo con la mano libre. Estira los brazos y se cae de la cama, quejándose mientras se levanta para ir con pereza hacia la puerta que continúa retumbando por los golpes. Le cuesta poder meter la llave en la cerradura, pero cuando lo logra y abre, se encuentra con la brillante sonrisa de su amigo, Sehun, aunque aquella sonrisa deslumbrante se cae en cuestión de microsegundos al ver la apariencia en la que se encuentra el moreno.

—Sehun, ¿qué ocurre? —dice con voz ronca y un bostezo queriendo salir, los ojos semi abiertos y el cuerpo tambaleándose de un lado a otro.

—Emh...—el rubio carraspea y aparta la mirada, incómodo—....Jongin...—lo llama y el mencionado murmura unas palabras no muy entendibles—...te encuentras sin ropa.

El ceño del moreno se frunce y abre poco a pocos sus ojos para fijarlos hacia abajo, hacia su cuerpo. Oh...está sin ningún tipo de ropa, como su amigo ha dicho.

Se cubre rápidamente con lo primero que encuentra; una pequeña maseta con unas plantas mal atendidas y se ensucia de tierra seca, pero algo es algo. Sonríe incómodo y se disculpa.

—Sí, este...venía para decirte que íbamos a ir a Ulsan dentro de un rato —informa un tanto perturbado el más pequeño—. La otra semana no pudimos por el mal clima, así que saldremos hoy. Ya sabes, como solíamos hacer antes —Jongin asiente frenéticamente, escondiéndose cada vez más detrás de la puerta.

—Está bien —dice por fin, siguiendo con su estirada sonrisa de incomodidad total.

—Te esperamos a la salida de la uni. Puedes venir con nosotros en el auto de Luhan o ve en el tuyo, como quieras.

—Está bien —repite el moreno como un muñeco roto, moviendo su cabeza de arriba abajo, una y otra vez.

Un silencio se genera entre ellos dos, al igual que la espera de Sehun por alguna respuesta. Al cabo de unos minutos, rompe el hielo con la pregunta obvia:

—¿Qué harás, Jongin?

—Ohm, sí, ehhh...iré por mi parte.

—Está...bien.

Sehun se mueve hacia un lado, despidiendo a su amigo y susurrando un nos vemos luego antes de desaparecer por el pasillo. Jongin sigue en su lugar, con medio cuerpo desnudo cubierto por la puerta y otra parte a la vista de algunos estudiantes que no dudaron en burlarse de él.

Cierra con furia la puerta, deja la maseta en su lugar y camina con pasos pesados hacia su mini habitación, arrastrándose por las escaleras. Ya allí se cambia a la velocidad de la luz y vuelve a bajar de la misma manera que antes. Está a punto de buscar algo en el refrigerador para desayunar hasta que un pensamiento lo hace pararse en seco.

¿Dónde está Mr. Humor?

Se ha olvidado por completo del pelirrojo, de anoche –bueno, eso claro que no– pero de todos modos se ha olvidado. Camina apurado hacia la sala y observa el lugar. Para su sorpresa, todo se encuentra ordenado y en su lugar. El suelo perfectamente limpio, las estanterías con los respectivos libros en su sitio y lo único desorganizado de la habitación de Mr. Humor es la cama, donde Jongin ha estado durmiendo.

El moreno piensa en cualquier tipo de hipótesis sobre la ordenada habitación de su compañero y su ausencia. Comienza a buscarlo con una pizca de preocupación, temiendo lo peor. Busca primero en la cocina, en vano, es obvio que el chico no va a estar allí, al igual que todos los demás lugares, salvo el baño.

Mírame. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora