Capítulo 21: ¿SORPRESA?

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El sol se colaba entre las cortinas, pidiendo entrar tímidamente y alumbrar aquella oscura habitación.

Kyungsoo abrió sus ojos al sentir el sol en su rostro y cómo no iba a poder conciliar nuevamente el sueño -suele despertar a esas horas en que el sol está en su mayor resplandor- quitó las sábanas que lo cubrían y sintió el sudor en su nuca, causado por la excesiva cantidad de sábanas que, seguramente, Jongin le había dado para que no pasara frío durante la noche. Bufó y sonrió agradecido al menor que dormía plácidamente arriba en su mini-habitación.

Se estiró, bostezando en el proceso, y con la mirada buscó sus ropas, las cuales estaban bien acomodadas en la silla de su escritorio, justo cómo las había dejado la noche anterior, así que las tomó. Observó el reloj de la sala luego de haber salido de la cama y ése marcaba las cinco y media de la mañana.

El pelirrojo volvió a bostezar y se talló un ojo, comenzando a caminar hacia el cuarto de baño dónde pensaba tomar una ducha caliente para relajarse un poco, ese día sería bastante movido.

Luego de media hora, Kyungsoo salía del baño con ropa limpia encima, mientras secaba su cabello con una toalla blanca. En el momento en que el pelirrojo depositó aquella toalla en el cesto de ropa sucia, la alarma de Jongin sonó, inundando la habitación con aquel estridente sonido. Rápidamente, el menor golpeó la alarma y la programó para que sonara cinco minutos más tarde.

Kyungsoo giró los ojos y fue a la cocina, buscando alguna fruta para poder comer. Luego de cinco minutos, la alarma volvió a sonar llegando a los oídos del mayor de los dos.

Y la acción se repetía; Jongin posponiendo la hora cada cinco minutos, Kyungsoo ya sentía un leve tic en el ojo. Aun así, el mayor se había distraído preparando sus cosas, buscando unos certificados para ausentarse aquel día, en un momento comenzó a hacer un desayuno improvisado para el menor, hasta que se hicieron las siete y cuarto de la mañana y Jongin aún no se había levantado.

Kyungsoo notó la hora que era y dejó el desayuno ya listo en la mesa, mientras se dirigía escalera arriba a despertar al moreno.

—Jongin, ¡arriba! —gritó con voz potente cuando pisó el último escalón, encontrándose con el menor desparramado en su cama, con un brazo estirado casi tocando el suelo—. Arriba que es viernes y cada vez falta menos para terminar ésta porquería. —murmuró Mr. Gruñón a Jongin, mientras palmeaba suavemente su mejilla marcada por la almohada, comenzando a molestarlo de diversas maneras para despertarlo.

—Basta…me duele la cabeza. —dijo el menor con voz ronca, aún con sus ojos cerrados, cubriendo todo su cuerpo por completo con las mantas y sábanas.

—A ver si es verdad, déjame ver…—Kyungsoo retiró de forma brusca las frazadas que cubrían al menor y se sentó a su lado, dirigiendo su mano fría a la frente ajena, notando la temperatura de la misma—. Estás ardiendo, Jongin, ¿qué ocurre?

 —Estoy enfermo…

—Así parece. —dijo en voz baja el pelirrojo, alejando su mano para volver a tapar el titilante cuerpo del menor—. Espera aquí, traeré un paño para que baje la temperatura y tu desayuno.

—Gracias.

Una sonrisa tonta se formó en los labios de Kyungsoo por aquel inocente  agradecimiento, pero duró poco la sonrisa y Mr. Humor carraspeó, salió de la habitación para buscar a la enfermera.

A los pocos minutos de haber salido, volvió a entrar a la habitación con un paño húmedo en el hombro. Luego de cerrar la puerta con somnolencia, fue directamente a la cocina dónde tomó una bandeja y depositó el desayuno de Jongin, que consistía en un tazón con juk de soja. Subió con cuidado las escaleras hacia la mini habitación del menor y lo encontró en la misma posición que antes.

Mírame. [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora